¿Sabes qué país tiene cuatro meses de Navidad?
Las reuniones familiares hasta donde en cada comunidad autónoma es posible ante las actuales exigencias para la mayor seguridad sanitaria ante la pandemia es importante en las celebraciones de la Navidad. El belén montado en casa, el árbol decorado, la gastronomía propia de cada rincón y, por supuesto, las celebraciones religiosas, como la Misa del Gallo esta medianoche. Todo ello caracteriza una Nochebuena que nos suena, que nos es común y universaliza un sentimiento entrañable. Pero, ¿qué elementos también enarbolados estos días en determinados puntos del planeta nos dejarían verdaderamente boquiabiertos por su singularidad?
Este recorrido a vuelapluma nos puede acercar, por ejemplo, a Filipinas. País de tradición católica, no en balde fue colonia española hasta finales del siglo XIX, suele acoger las Misas del Gallo que, en el archipiélago asiático, reciben también el nombre de Misas del Aguinaldo. Pero no sólo tendrán lugar en esta noche de la Nochebuena. Allí se plantea a modo de novenario que comienza cada año el 16 de diciembre llegando a tal día como hoy con la última de ellas. Pero no es lo más sorprendente en el mencionado país en el que, dispuestos a preparar bien la fiesta grande de la Navidad, comienzan cuatro meses antes, desde el 1 de septiembre.
PIÑATAS DE SIETE PICOS
También en México es común el mencionado periodo de nueve días, aunque en este caso sirven para realizar recorridos por las casas rememorando la peregrinación de José y María antes de encontrar el portal en el que pasar la noche en Belén. Además, se rompen piñatas de siete picos. Cada uno de ellos representa los siete pecados capitales y se entonan canciones. Tienen los mejicanos, además, un ritual tradicional conocido con el nombre de Arrullo al Niño Dios. Se le arrulla ante la imagen o figura del Niño Jesús y se canta y se reza con la calidez y la impronta en sus formas de los ciudadanos de este país americano.
Llama la atención en Etiopía la celebración de la Navidad el día 7 de enero, hecho que enraíza con la tradición ortodoxa. Así como que, a la mañana siguiente, lucen vestiduras blancas los cristianos de este país africano de honda tradición cristiana durante su asistencia a una misa de madrugaday ayunan durante todo el día. Menos diferencias con respecto a nuestro modo de celebración encontramos en Libano donde la celebran el 25 de diciembre, excepción hecha de los armenios, y celebran también la Misa del Gallo y se realizan regalos que, eso sí, se entregan en la iglesia.
Los cristianos de otro país de Oriente Medio, Pakistán, van de casa en casa el día de Navidad, cantando villancicos a cambio de dinero y obsequios que se destinan a obras de caridad o se entrega a la iglesia para ello. Entre los signos estéticos que visibilizan las fiestas en las calles encontramos estrellas en los tejados de los hogares, rememorando la estrella de Belén.
HENO SOBRE LA MESA DE LA CENA
Y completamos el recorrido en Europa. Acostumbran en Polonia a observar la aparición de la primera estrella en el cielo. En ella simbolizan la que coronó el portal que ocuparon Jesús, María y José y la llaman ‘estrellita’ o Gwiazdka. Al divisarla gritan los niños “La Estrella ha venido” y, tras su aparición, los comensales se sientan a la mesa. Suelen esparcir puñados de heno sobre el mantel recordando el pesebre y, bajo él, colocan dinero en cada lugar de la mesa como signo de la prosperidad deseada para el nuevo año. Las oplatek, unas obleas de Navidad típicas bendecidas por el obispo, suelen abrir el camino a los manjares que llegarán después.
La Sviata Vechera celebrada el 6 de enero es la tradición más señera en Ucrania, país en cuya zona occidental tiene lugar el 25 de diciembre y el 7 de enero. Un manojo de espigas o didukh llega a la mesa para, como en la tradición polaca, rememorar el pesebre. Al final de esta cena santa se cantan villancicos. Y en Estonia colocan los niños sus zapatos en la ventana. Es una tradición que llaman joulud y por la que reciben un dulce o caramelo de los elfos llamado päkapikud. Durante la Nochebuena o joululaupäev, el presidente de este país báltico declara la Paz de Navidad y asiste a un servicio religioso. Además se visitan cementerios y se dejan velas a los difuntos.