Tres años repletos de promesas no cumplidas que dejan retratado al presidente del FC Barcelona, Joan Laporta.

No inscribió los fichajes en verano y tampoco le ha valido el cacareado contrato de material deportivo, cuya cuantía sigue sin desvelar.

Esta retahila de incumplimientos ha hecho que una plataforma de socios pida su dimisión.

Más de uno ha recordado su intento de retener a Messi. De nada sirvió, y ahora se queda sin Dani Olmo al no poder cumplir con el fair play financiero.

Sin un estadio donde jugar la Liga de Campeones ante el retraso de las obras del Camp Nou, y con el caso Negreira amenazando en los juzgados, su principal rival por la presidencia, Victor Font, ha sido contundente.

A Laporta le queda un año en el cargo y está perdiendo toda la credibilidad.