Donald Trump no descarta recurrir al Ejército para controlar Groenlandia o el canal de Panamá
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado este martes que no puede descartar a estas alturas que tenga que recurrir a medidas de presión militar o económica para poder controlar el canal de Panamá o el archipiélago de Groenlandia, un territorio ártico dependiente de Dinamarca y sobre el que el magnate se ha mostrado interesado hasta el punto de plantear su compra.
“No, no puedo descartar ninguna de esas dos” medidas, ha dicho Trump en una comparecencia ante los medios en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida. “Lo que sí puedo decir es que necesitamos (el canal de Panamá y Groenlandia) para nuestros intereses económicos”, ha añadido el presidente al responder a una pregunta sobre ambos enclaves.
Trump ha dicho que, tal y como está configurado actualmente el canal de Panamá, “es una desgracia”, ya que sería China quien realmente controla la infraestructura. En este sentido, ha lamentado que el expresidente Jimmy Carter cediese el control de este estratégico paso por un dólar, a cambio “supuestamente” de que a Estados Unidos “se le tratase bien”.
“Fue un gran error”, ha remachado el vencedor de las elecciones de noviembre, que ha reconocido que está ya sobre la mesa un plan para tratar de recuperar el control del canal.
Sobre Groenlandia, ha amenazado a Dinamarca con imponer aranceles si no se pliega a sus intereses, el mismo día en que su hijo mayor, Donald Trump Jr., ha iniciado una visita a la zona que ha llevado a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, a dejar claro de nuevo que “Groenlandia no está en venta”.
Trump también pretende dejar su impronta política en la toponimia y ha planteado que, cuando regrese a la Casa Blanca, Estados Unidos cambiará de nombre el golfo de México, que pasará a llamarse golfo de América –“qué nombre tan bonito”, ha destacado durante su comparecencia–. Cree que el cambio es “apropiado”, en un intento por marcar distancia con un país, México, al que ha vuelto a instar a frenar el flujo de “millones” de migrantes.
De lo contrario, México se arriesga a nuevos aranceles, como ha advertido de nuevo Trump, que ha amenazado igualmente con medidas económicas al vecino del norte, Canadá. En el caso de Canadá, sí ha descartado que vaya a recurrir a la fuerza militar para hacerse con el control del que ha descrito como “el estado número 51”, limitándose por tanto a hablar de “fuerza económica”.
Por su parte, el primer ministro canadiense en funciones, Justin Trudeau, ha aseverado que “no existe la más mínima posibilidad” de que Canadá pase a formar parte de Estados Unidos, como así lo ha manifestado Trump en reiteradas ocasiones a lo largo de las últimas semanas.
“Los trabajadores y las comunidades de nuestros dos países se benefician de ser los mayores socios comerciales y de seguridad de cada uno”, ha añadido Trudeau en su perfil oficial en redes sociales, haciendo un alegato por la buena vecindad entre Ottawa y Washington en la nueva era Trump.
El magnate, que ha aprovechado su comparecencia para anunciar una inversión de 20.000 millones de dólares para construir centros de datos en Estados Unidos, ha reivindicado la supuesta pujanza económica durante su primer mandato presidencial y ha cargado contra la actual Administración, avanzando por ejemplo que revertirá el veto de Joe Biden a las extracciones de petróleo y gas en las costas del Atlántico y el Pacífico.
También ha dicho que, con él como presidente, “no había guerras”, ya que fue él quien “derrotó a Estado Islámico”, y ha señalado que la retirada estadounidense de Afganistán alentó al presidente de Rusia, Vladimir Putin, a invadir Ucrania, un conflicto que el magnate prometió en campaña solventar y que, ahora, cree que “podría escalar y ser mucho peor de lo que es”. Ha dicho “entender” que Rusia pueda estar preocupada por los intentos de Ucrania de unirse a la OTAN.
En relación a Oriente Próximo, ha vuelto a emplazar a la milicia palestina Hamás a liberar antes del cambio de mando del 20 de enero a todos los rehenes que tiene en su poder desde los atentados del 7 de octubre de 2023, ya que de lo contrario “estallará un infierno”.
“ESTUDIA” INDULTOS
En materia de política interna, el presidente electo ha acusado al Gobierno de “utilizar el sistema judicial como arma” política, en una nueva alusión a los múltiples frentes judiciales que tiene abiertos y que, según el magnate, carecen de sustento alguno. Además, ha afeado a la actual Administración de no estar cumpliendo con la transición “suave” que prometió tras las elecciones.
Un día después de que el Congreso certificase su victoria electoral, Trump ha confesado que “estudia” indultar a las personas ya condenadas por asaltar el Capitolio hace exactamente cuatro años, cuando una turba irrumpió en la principal sede legislativa coincidiendo con la validación de la victoria de Biden en los comicios de 2020.
Doctrina Monroe, versión 2025.
Ya tiene a su William Randolph Hearst
Bonita forma de intentar movilizar a sus aliados a la lucha contra China.
ALUCINA mucho del ego yanki en varios asuntos, y lo de los centros de datos apesta a control de la elite… se va a tener que comer el plato envenenado SI O SI, solo cuenta con Dios, sic, que ya le salvó noSIONico, pero éste si cobra aranceles totales, resic, de situarse a su Voluntad Apoc pre la Parusia.
“Sólo cuenta con Dios…” Nada menos.