El presidente de Melilla, ante la nueva aduana con Marruecos: “Si España se deja vencer por cualquier contingencia, ¿quién nos ampara?”
Melilla se encuentra en el centro del debate tras el anuncio de la inminente reapertura de la aduana comercial, cerrada unilateralmente por Marruecos en agosto de 2018. Este cierre supuso un duro golpe para la economía de la ciudad autónoma, que históricamente ha dependido del comercio transfronterizo. Sin embargo, las condiciones impuestas para esta reapertura han generado preocupación entre las autoridades locales y los empresarios.
Hostilidades marroquíes
En una entrevista concedida al programa Espejo Público, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha expresado su inquietud ante la falta de información y las restricciones que plantea Marruecos en esta nueva etapa. Según Imbroda, “el cierre en 2018 fue un acto hostil por parte de Marruecos, que dejó a Melilla sin el régimen de viajeros y sin comercio transfronterizo, lo que afectó gravemente a la economía local”.
“No hay libertad”
El presidente ha recordado cómo el cierre abrupto de la aduana obligó a la ciudad a “reinventarse” económicamente, pero subrayó que siempre han insistido en la necesidad de reabrir este paso comercial. Sin embargo, Imbroda ha destacado que las condiciones actuales son restrictivas: “Marruecos impone un camión al día e impone las mercancías que pueden pasar de Marruecos a Melilla, y de Melilla a Marruecos. Ahí no hay libertad, por eso reclamamos claridad y una aduana abierta al 100% como estaba desde el año 2018 hacia atrás”.
Derrota de España y desamparo de Melilla
Imbroda también ha criticado la falta de comunicación por parte del gobierno de España hacia las autoridades locales y los empresarios de Melilla: “si España se deja vencer por cualquier contingencia ¿Quién nos ampara?” El presidente ha subrayado también su preocupación por el papel del gobierno central en este proceso, señalando que si España no defiende los intereses de Melilla, la ciudad queda desprotegida: “Llevamos desde 2018 reclamando soluciones, y la última vez que hablé con Sánchez hace tres meses se lo comuniqué”.
Dejasteis profanar la tumba del caudillo que evitó la invasión y exterminio de los melillenses y cerrasteis la boquita, ahora os va a amparar mi panocho metio en un chocho.