Javier Alcalde.- Una ley ómnibus es un tipo de norma que regula materias que, por su contenido, deberían estar en leyes separadas o que, referentes a un mismo contenido, tienen como finalidad ratificar decretos leyes separadamente publicados.

A nivel del proceso de legislación, una ley ómnibus consiste en un paquete de iniciativas centradas en cambios estructurales votadas en conjunto; en la práctica política, suelen ser presentadas al comienzo de un nuevo mandato.

En España, las leyes ómnibus se han utilizado principalmente para adaptar normativas nacionales a directivas comunitarias, cumpliendo así con compromisos europeos. Sin embargo, en esta ocasión, el Gobierno de Pedro Sánchez ha empleado esta herramienta para incluir medidas que no guardaban relación entre sí. Y es que este decreto contenía medidas desde la revalorización de las pensiones hasta el regalo de un palacete en París al PNV.​

Esta es la explicación técnica que sin embargo, me temo que el ciudadano medio español, mediocre y hedonista hasta las cejas, no entiende. Bajemos al barro del lenguaje corriente y expliquémosles, con un ejemplo acaso vulgar peto práctico, en qué consiste la ley ómnibus.

Lo de la ley ómnibus de Sánchez es como si te dicen que tienes la opción, si lo deseas, de encamarte con Scarlett Johansson, pero que antes te tiene que dar por el orto Pedro Almodóvar. Al negarte, porque no cabe otra cosa, te dicen que el problema es que no quieres copular con Scarlett Johansson. Pues qué bien.