¿Se equivoca Feijóo apoyando el minibús?
Francisco Marhuenda.- No. El decreto-ley ómnibus se convirtió en un minibús por imposición de Puigdemont. Fue una derrota sin paliativos de Sánchez, ya que aseguraba que lo volvería a presentar sin introducir ningún cambio. Es cierto que nadie se toma en serio sus afirmaciones, ni siquiera sus fieles, pero era difícil imaginar que tardaría tan poco en seguir las instrucciones del líder de Junts. A estas alturas, es el presidente del Gobierno menos fiable de nuestra Historia Contemporánea. No lo digo por ofender, porque es una realidad incuestionable. Desde los orígenes del consejo de ministros, es muy recomendable el magnífico libro del profesor Escudero sobre esta materia, hasta nuestros días no he encontrado un político que tenga un comportamiento similar. En el caso de que alguien pueda dudar de mi afirmación puede acudir al Diccionario de la Real Academia de la Historia donde podrá acceder a las biografías de los que han ocupado anteriormente este cargo. José Ramón Urquijo, investigador del CSIC, realizó un excelente trabajo en su obra «Gobiernos y ministros españoles» donde se puede encontrar una completa relación de los que se sentaron en el consejo de ministros en los siglos XIX y XX. Por tanto, Sánchez es un auténtico campeón en esta materia.
Feijóo ha acertado al ordenar el voto afirmativo, porque ha provocado un gran disgusto en el PSOE y sus aliados en la izquierda política y mediática. No es una casualidad que incluyera el peaje del palacete para el PNV pensando que serviría de aliciente para un voto negativo. El líder del PP no cayó en la trampa. Es cierto que ese palacete tendría que haber sido entregado al gobierno vasco, pero a Sánchez no le importa ni la Historia ni la legalidad. Había que complacer a los nacionalistas vascos y aprovechar la oportunidad para perjudicar sus relaciones con el PP. El voto no cambiará nada, pero el PNV no tendrán la excusa de acudir a su tradicional y tedioso victimismo para darle la espalda a Feijóo y seguirá siendo un fiel y sumiso vasallo de Sánchez. El votar en contra del minibús hubiera dado munición a los sanchistas en su campaña contra el PP utilizando las pensiones, las ayudas al transporte y la DANA. Por supuesto, seguirá sufriendo los ataques sanchistas hasta el final de la legislatura.