Otro “casi aislado” protagonizado por los de siempre: Un afgano solicitante de asilo deja al menos 28 heridos en un atropello masivo en Múnich
El terrorismo en Alemania solo es de extrema derecha. Que nadie se engañe. Las acciones terroristas solo pueden imputarse a personajes de la derecha extrema. Si algún yihadista resultara salpicado por algún caso de terrorismo sería un garbanzo negro, puntual y aislado, pero nunca responsabilidad de su entorno.
La excanciller alemana, Angela “Rebecca” Merkel, llegó a decir que el «racismo es veneno» en respuesta al ataque con arma de fuego de un hombre vinculado con la extrema derecha. Alemania lleva sufriendo desde hace años acciones terroristas contra ciudadanos alemanes, con el resultado de decenas de muertos, pero en ninguno de estos casos la canciller alemana se había mostrado tan rotunda. La venenosidad no existía en estos casos. Ya se sabe que esos otros asesinos proceden de un entorno que tiene un código ético prístino y ejemplar. Tanto que sus matanzas terroristas son siempre edulcoradas y presentadas como acciones violentas de simples perturbados que no representan a ningún colectivo. Reducida la matanza a una acción espontánea, la naturaleza ideológica del crimen desaparece. Dirigentes europeos como Angela “Rebecca” Merkel practican el doble rasero moral de forma impúdica y ridícula.
Es una doble vara de medir absolutamente pueril. O criminal, según se mire. Que les hace perder la poca credibilidad que podrían todavía tener. Las autoridades que ocultan la identidad de los asesinos cuando matan a alemanes en nombre de su dios, son las mismas que no han tenido remilgos al ofrecernos todos los datos biográficos del asesino de Hanau, con los cuerpos de sus víctimas aún calientes.
Comprendemos los esfuerzos de los gobernantes europeos, en su exaltación histriónica de “la corrección política”, para proteger a los que ellos consideran “minorías” desde una perspectiva paternalista. Pero rizar el rizo en estos temas puede al final provocar más dolor del que la población europea está dispuesta a soportar.
Ponemos un ejemplo: un alemán que sostiene que EE.UU. tortura y asesina a niños en instalaciones subterráneas, dispara contra los clientes extranjeros de un «shisha bar», un local oriental de fumadores de pipa o cachimba, y de inmediato se clama contra miles de alemanes pacíficos y se les acusa de “odio” y xenofobia. Pero si un coche conducido por un yihadista embiste indiscriminadamente a decenas de viandantes en Múnich, con el resultado de muertos y heridos, en este caso no se hablará de “racismo”, ni se señalará a los musulmanes pacíficos que viven en Alemania, ni nadie se aventuraría a decir que el yihadista odiaba a los alemanes y que por eso pretendía eliminar a muchos de ellos. Nada. Se trataría de un simple homicidio imprudente más o menos grave, y nada más.
¿Tenían motivaciones racistas las decenas de agresiones sexuales contra jóvenes alemanas en la Nochevieja de 2015? Para Angela Merkel, seguro que no. Llegó a decir que se trató tan solo de unos desagradables incidentes machistas, sin que la identidad de las víctimas contara para nada. Pues qué bien.
El problema no es sólo los gobiernos alemanes. La mayor parte de la prensa alemana está impregnada de corrección política. Los periódicos y revistas defienden el multiculturalismo, y no hablan de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta el país: un crecimiento económico anémico, el envejecimiento de la población y la islamización. Muchos periodistas, profesores y escritores dicen que la cultura alemana no existe. Cuando los libros que critican al islam llegan a convertirse en un éxito de ventas, sus autores son inmediatamente demonizados. Deutschland schafft sich ab (Alemania se abole a sí misma) fue un enorme éxito en 2010, pero su autor, Thilo Sarazin, fue inmediatamente tachado de “racista” y marginado en todos los debates políticos. Rolf Peter Sieferle, exconsejero de Angela Merkel, escribió varios artículos donde describía la autodestrucción de Alemania. “Una sociedad que ya no puede distinguir entre ella misma y las fuerzas que la disuelven vive moralmente por encima de sus posibilidades”, dijo en 2015. Insultado y rechazado por los que habían trabajado con él, se suicidó en septiembre de 2016. Se publicó una recopilación de sus notas tras su muerte, Finis Germaniae (El fin de Alemania).
En el fondo los dirigentes germanos conocen los verdaderos problemas de Alemania, pero hace dócilmente lo que sus amos globalistas quieren que hagan: someterse y ayudar a que los alemanes acepten la derrota.
28 heridos en un atropello masivo en Múnich
Al menos 28 personas han resultado heridas en Múnich después de que un coche conducido por un solicitante de asilo afgano, identificado como Farhad N. (24 años) arrollara a un grupo de sindicalistas que se manifestaban en una calle cerca de la estación de trenes de la ciudad alemana.
Testigos consultados por medios locales aseguran que el coche se dirigió deliberadamente hacia la multitud y señalan que en el vehículo se desplazaban dos hombres. La policía habría disparado contra uno de los ocupantes.
El conductor del vehículo fue detenido de inmediato, si bien las circunstancias del atropello aún no están claras, según indicaron al medio bávaro Bayrischer Rundfunk (BR) fuentes policiales. La Policía no cree que el atropello fuera un accidente y apunta a un posible atentado terrorista.
El Gobierno de Baviera calificó el incidente como un «probable atentado»
Medios locales indicaron que el automóvil, un Mini Cooper, embistió a un grupo de trabajadores en huelga del sindicato Verdi, y que ambulancias llegaron rápidamente al sitio.
Este viernes está previsto que comience la Conferencia de Seguridad de Múnich, a la que van a asistir el vicepresidente estadounidense J.D. Vance, el Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Scholz dice que el autor será «castigado»
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha dicho que el autor del atropello debe ser castigado con toda la dureza de la ley y abandonar posteriormente el país. «La justicia debe actuar con todos los medios que tiene contra el autor de los hechos», dijo Scholz en una breve declaración a los medios realizada en los márgenes de un acto electoral en Fürth (sur) en la que expresó su solidaridad con las víctimas.
«Quien comete crímenes en Alemania, no sólo será duramente castigado, debe ir a la cárcel y también debe contar con que no pueda permanecer en Alemania», afirmó el canciller.
Contaba con antecedentes policiales relacionados con estupefacientes y hurtos y, según el diario Der Spiegel, había realizado publicaciones de índole islamista en sus redes sociales, aunque las autoridades no se han pronunciado todavía sobre un posible motivo.
Sobre Soros decía un profesor español que tenía en su memoria el haber sido maltratado en la época nazi y desde entonces tenía un odio especial contra Europa. De ahí sus subvenciones a actividades “buenistas” que en el fondo consisten en poner al frente de los países europeos a auténticos caballos de Troya para facilitar la invasión de los mismos. La clave está en lo que el autor define como Angela “Rebeca” Merkel. Dirigente venida del frío este alemán a la que el canciller anterior, (reunificador de Alemania) negó el saludo. Merkel arremetió contra Grecia, supuesto país aliado, sumiéndolo en… Leer más »
Y no aprendemos