El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. 

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, sigue estando en el punto de mira de la UCO tras constatar que borró sus mensajes de WhatsApp el día que el Supremo le encausó por un delito de revelación de secretos en el caso que investiga una presunta filtración de datos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso.

No sólo eliminó las conversaciones que tenía en esta aplicación en su móvil, también se fue deshaciendo de correos electrónicos de su cuenta de Gmail.

¿Puede la Guardia Civil recuperar esa información del fiscal general del Estado que podría ser esencial en este proceso judicial? Manuel Huerta, CEO de Lazarus Technology, una empresa referente en ciberseguridad y análisis forense digital, líder en Europa y que ha gestionado más de 700 casos e investigaciones, analiza en qué situación se encuentra la Unidad Central Operativa de la Benemérita a la hora de recuperar las comunicaciones eliminadas por García Ortiz. Haciendo alusión al informe que ha trascendido de la Guardia Civil, queda constancia de que el fiscal general del Estado hizo dos borrados de su móvil. Primero el pasado 16 de octubre, cuando la Sala de lo Penal anunció la imputación del Fiscal por un presunto delito de revelación de secretos. Y luego el día 23 cuando al dispositivo se le hace un reseteo a fábrica, o lo que es lo mismo, “se deja al teléfono como el día que lo compramos”. Todos estos borrados quedan reflejados en un registro. Posteriormente, – según lo publicado -, hubo una nueva instalación de WhatsApp en el dispositivo.

La pregunta es: ¿Esos mensajes se han perdido definitivamente o están almacenados en algún lugar? Desde luego, según el experto, del teléfono del fiscal no se puede conseguir nada. Ahora bien, afirma Huerta, la tecnología va dejando rastro e incluso los propios dispositivos hacen sus propias copias de seguridad en lo que conocemos como la nube para garantizar la subsistencia de información en caso de robo, pérdida o de que se dañe el móvil.

En este caso al dispositivo que albergaba las conversaciones se le ha hecho una serie de operaciones que impide recuperar la información del propio móvil, aunque, ha dejado constancia de que esta información existe en esa copia de seguridad que reside en la nube. Estos datos que se cogen de la nube tienen que seguir un procedimiento tanto de cadena de custodia como de proceso de información.

Sobre si el borrado de los mensajes del Fiscal pueda haber sido a propósito, Huerta sostiene que “podemos decir sin lugar a dudas, que un usuario normal se da cuenta que esto no sucede porque me he equivocado, es una acción sistemática y deliberada”.

“Mi pronóstico es que la UCO lo está haciendo muy bien y van a conseguir acceder a la información de la copia de seguridad del dispositivo del Fiscal”

El trabajo forense tiene que reconstruir la línea de tiempo. Hay que ver las conversaciones efectivas de fechas concretas. Tanto en informaciones de WhatsApp como de correos electrónicos. Se buscarán registro de comunicaciones, de todo lo enviado y recibido en las fechas señaladas con otros interlocutores como la Fiscal de Madrid. Así acabarán apareciendo más indicios.

Considera que, como suele ocurrir en otros casos vinculados a autos por vía judicial, Google contestará a la solicitud de la UCO para acceder a la cuenta de Gmail de García Ortiz.

Durante la entrevista, Huerta se ha referido a la labor que desde hace más de dos décadas llevan realizando en Lazarus Technology, atendiendo desde temas de acoso o amenazas, comunicaciones en procesos de divorcio, a asuntos de competencia desleal de empresas o propiedad intelectual, además de trabajar en todos los tipos de ciberataques en los que participan tanto en Latinoamérica como en el sur de Europa.