Ayer leí que hemos “avanzado” diez puestos en el listado mundial de corrupción, y ya estamos a la “altura” (más bien a la bajura) de los países más corruptos de África.

¡Todo un “éxito” del PSOE y de Pedro Sánchez, al que le crecen los enanos, es decir los casos de corrupción!

España es ya un gigantesco lodazal en el que chapotean felices todos los familiares del Presidente, su esposa, su hermano, sus padres…

Y no solo eso; también todo su partido, más bien partida, empezando por sus secuaces y mamporreros más próximos.

Que los organismos internacionales que miden los niveles de corrupción, con seriedad y competencia, nos digan que ya estamos al nivel de Botsuana o países similares, Uganda, etc., es una bofetada en plena cara al gobierno del progreso…, progreso únicamente para ellos.

Porque, no nos engañemos, la corrupción es el cáncer de la sociedad, un cáncer que deviene en metastásico cuando se expande por toda la sociedad, que es lo que ya está sucediendo en España.

Cualquier empresario, grande, mediano o pequeño, sabe que para obtener cualquier subvención o contrato público, hay que pasar por el peaje, y dar la mordida correspondiente al político del que, en última instancia, dependerá, o no, esa ayuda o adjudicación, que puede suponer la supervivencia de la firma, o su desaparición y ruina.

Y claro, no abundan los santos y todo el mundo busca su propio beneficio, muchas veces con un fin loable, mantener los puestos de trabajo, etc.

Por otra parte, si denuncias, pasarás a formar parte de la lista negra de empresas a las que hay que maltratar inmisericordemente, amén de la gran dificultad para probar esos delitos, pues el receptor de la mordida no suele entregar recibo de la misma, los pagos se realizan en efectivo, o en paraísos fiscales, etc.

El GRECO, grupo de estados contra la corrupción del Consejo de Europa, ha realizado dos informes en los últimos tiempos sobre corrupción en España… ¡Curiosamente, el Gobierno los tiene guardados en el baúl de los recuerdos, bajo llave, y no se hacen públicos!

¿Por qué será?

Mientras tanto, más de 7.700.000 de botontos, con “b” de burros, votaron al PSOE en 2023.

¡Qué gran verdad es que cada nación tiene el gobierno que merece!

Unos más que otros, por supuesto.