Cada vez son más los youtubers, streamers e influencers que se han rebelado ante las prácticas de META España. Denuncian que, a veces por intereses económicos y otras por diferencias ideológicas —muchos viven en Andorra y son críticos con las medidas económicas del Gobierno—, han sufrido todo tipo de restricciones en sus cuentas de Instagram y Facebook, desde shadowbaneos (restricción disimulada que limita el alcance en la red social) hasta bloqueos definitivos.

«Hay personas siendo sobornadas para tumbar cuentas de determinados perfiles y después exigir un cobro por recuperarlas. Incluso se paga entre ellos para hacer favores y joder a personas de forma selectiva», confiesa una víctima, afirmando que ha tenido que pagar hasta en tres ocasiones para recuperar su cuenta y ya se ha «hartado».

Curiosamente, son perfiles conservadores los que se ven sometidos a estos ataques coordinados, y prueba de ello es que cuentas con decenas de miles de seguidores como la de Vito Quiles, la de Arturo Villa o la de Wall Street Wolverine han sido bloqueadas: «Siempre caen las mismas, las de izquierdas no», añaden remarcando que tanto gente interna que te genera el problema para luego solucionarlo a cambio de dinero como gente externa que paga por elegir a quién «atacar» están detrás de esta red.

Expulsiones por aceptar sobornos

Estas prácticas no son nuevas en el conglomerado de tecnología y redes sociales. En noviembre de 2022, Meta sancionó y expulsó a dos docenas de empleados por apropiarse de cuentas ajenas de usuarios en Facebook, en algunos casos por sobornos, según confirmaron fuentes cercanas a la compañía a The Wall Street Journal.

Algunos de los despedidos se produjeron entre los trabajadores contratados en el área de seguridad en las diferentes centrales de Meta, que tenían acceso a un mecanismo llamado Oops. Oops es una herramienta que existe en la red social desde sus inicios y sirve para que los empleados ayuden a los usuarios a recuperar sus contraseñas o correos electrónicos en caso de haber sufrido un ataque informático. Además, se utiliza como último recurso, es decir, en casos concretos y de forma justificada.

Víctimas del «complot»

La lista de infuencers que se han visto perjudicados por estas prácticas internas es inmensa. Una de las figuras que más está colaborando en dar visibilidad a esta realidad es Víctor Domínguez, alias Wall Street Wolverine, que logró viralizar en los perfiles más seguidos de X (antes Twitter) un clip denunciando las prácticas de META España: «El señor Zuckerberg debe echar un ojo al equipo de META España. Señora Irene Cano (directora general de META España y Portugal), en algún momento usted va a tener que dar explicaciones», avisó acusando a la delegación española de «mafia» tras cerrar su cuenta «de forma ilegal».

Adrián Lucena, conocido como lucenathor en Instagram (donde cuenta con más de 160.000 seguidores), es otro de los damnificados por esta red, que empezó a ocultar su contenido cuando compartió reels criticando a la izquierda radical y a Pedro Sánchez: «Estar arraigado a políticas más de derechas ha causado problemas en mi perfil y no paran de hacerme «baneos». Es algo que está pasando y de facto es acabar con la libertad de expresión», comenta a LA GACETA añadiendo que, de esta forma, también les limitan las posibilidades de llegar a nueva gente.

«No se puso en contacto conmigo un trabajador de META de forma directa, pero sí hubo mucha gente que me dijo que si me estaba pasando esto podía ayudarme si le pagaba 3.000 o 4.000 euros», añade reforzando la teoría del negocio que hay montado.

Uno de los youtubers más conocidos del país y todo un pionero del gaming, Guillermo Díaz (Willyrex), también se ha pronunciado de forma contundente contra la compañía en sus redes sociales. Tras el anuncio de Mark Zuckerberg de «restaurar la libertad de expresión en sus plataformas», esta fue su respuesta: «No me creo nada de esta rata, primero que devuelva las cuentas bloqueadas, shadowbans y después toda la mafia que ha estado en Meta aceptando sobornos, con empleados chantajeando a usuarios para tener las cuentas verificadas o que te las desbancarán…».

Entre otros casos, figuran personalidades como Mani Thawani, detrás del mundo de las cryptomonedas que conoció meses después del cierre de su cuenta que alguien había ofrecido 25.000 euros por tumbarla, o Judit Benavente, modelo e influencer española que, según su representante, sufrió el cierre de sus redes cuando tenía casi dos millones de seguidores tras ser sometida a una estafa. «Le ofrecieron negocios turbios y, al rechazarlos, personas con acceso a herramientas de META cerraron sus cuentas», recuerda apostillando que, durante esa conversación, se rieron recordando casos anteriores de mujeres a las que les habían tumbado los perfiles en su mejor momento.

También figuras como JaviZone, con casi 100.000 seguidores en Instagram, Borja San Félix, influencer fitness con un millón de followers, Sergio Estepa, coach con más de 260.000 seguidores o Espe workout, otra celebridad que comparte vídeos sobre un estilo de vida fittness y roza los 800.000 seguidores.

Hace escasos días, el conocido como «abogado de TikTok», Xavier Abat, anunció en todas sus redes sociales que va a denunciar a Instagram por la limitación injustificada de sus publicaciones: «Es un fraude y una estafa que te obliguen a pagar el MetaVerified para que te protejan y te obliguen a perder un día entero en explicar tu caso para que me acabaran diciendo que no pueden hacer nada. Que me tengo que fastidiar», ha explicado antes de confirmar que, en los próximos días, su cuenta quizás es eliminada por laouncia que va a interponer.

La Gaceta