La exigencia de Feijóo de un adelanto electoral debe convertirse en un clamor social de toda España

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante su intervención este viernes en Madrid para realizar balance del año 2024.
El presidente del PP ha pedido un adelanto electoral, y lo ha hecho desde Bruselas y en un momento muy simbólico: nada menos que el Consejo en el que todos los socios de la Unión han de decidir cómo y cuándo se reorganiza la defensa europea para garantizar su seguridad en un contexto geopolítico tan incierto.
Para que España ocupe el papel que le corresponde, necesita un líder firme al frente de un Gobierno estable y cohesionado. Todo lo contrario a lo que representan Sánchez y su alianza con una pléyade de partidos enfrentados y exclusivamente concertados para utilizar al líder socialista como facilitador de sus planes, todos contrarios a los intereses nacionales.
Núñez Feijóo acierta al poner sobre la mesa un asunto que debería convertirse en un clamor atronador: la celebración inmediata de elecciones para acabar con un despropósito cometido por un político ambicioso que aceptó llegar al poder, tras perder en las urnas, a un precio inasumible para España. A esa indecencia se le añade la de, para camuflar todas esas debilidades, iniciar una deriva autoritaria intolerable para tratar de compensar la falta de fuerza propia.
Así hemos llegado al punto de ver a Sánchez saltarse al Poder Legislativo cuando el Parlamento no le acompaña en sus objetivos, o atacar al Poder Judicial cuando los tribunales investigan los escandalosos comportamientos de su familia o su partido. Sánchez solo se mantiene en el Gobierno, con respiración asistida, gracias a un prófugo, un exterrorista y un golpista, y en exclusiva para atender sus intolerables exigencias.
Para todo lo demás, no hay proyecto alguno. Lo que se resume en la incapacidad para aprobar unos Presupuestos Generales, por enésima vez. ¿Cómo a ser respetado en Europa alguien ninguneado en su propio país por quienes le auparon para utilizarlo contra los derechos y necesidades del conjunto de los españoles?
La indignidad de Sánchez, caótica y peligrosa en términos democráticos, debe llegar a su fin. Los españoles tienen derecho a decidir su futuro y a librarse de este secuestro político que les convierte en rehenes de un aspirante a autócrata sin rumbo y sin frenos.