Un trombo causado por la vacuna covid es considerado accidente laboral por el Juzgado 31 de lo Social de Barcelona
Magdalena del Amo.- Aunque solo sea de tarde en tarde, y más en estos tiempos de distopía, que nos llevan admitir la sinrazón y a no confiar en las instituciones, no podríamos haber recibido mejor noticia. ¡Y nada menos que de la Justicia! Por primera vez, un juez reconoce los efectos adversos de la vacuna covid y los declara como accidente laboral. Es un avance, pero no nos conformamos; sobre todo, porque surgen preguntas y nuevos planteamientos. Necesitamos que la Justicia se ponga las pilas y no se deje amedrentar ni presionar por sistemas corruptos en los que prima el conflicto de intereses. Necesitamos una justicia de verdad, que defienda a los ciudadanos frente a las injusticias del sistema, sobre todo, en aspectos relacionados con la salud y el bienestar de las personas.
El número de muertes a causa de la vacuna covid es escalofriante. Nos referimos a muertes injustificadas e injustificables por edad. No sale en la prensa, pero lo contabilizan las empresas funerarias de todo el mundo, que en petit comité declaran no haber fabricado tantos ataúdes para niños y adolescentes en lo que va de historia. Y muchos de los que han quedado vivos en este juego de ruleta rusa tienen padecimientos varios, como cefaleas, mareos, vértigos, resfriados continuos, fiebre, diarrea, aborto, cansancio, falta de energía, pesadez de piernas, menstruación irregular, menopausia prematura, dolores musculares y de huesos, insomnio, palpitaciones, taquicardias, dolor de garganta, tos, dificultad para concentrarse, lapsus de memoria, tristeza, depresión y otros síntomas que si bien no son incapacitantes sí hay que paliar con medicamentos; por no hablar de los turbocánceres, ictus, infartos, trombos, mielitis y otras enfermedades que se han intensificado a gran velocidad.
El protagonista de esta noticia es Pedro García, un profesor de Física y Química de un instituto catalán, que sufrió una trombosis tras inocularse la vacuna de AstraZeneca en 2021. Unas semanas después del pinchazo empezó a sentir fuertes dolores abdominales que, en un principio, no relacionó con la vacuna hasta que un día empezó a sangrar por la boca. En el hospital le hicieron varios TACs y el resultado fue el hallazgo de un trombo en la zona abdominal, en concreto, en la vena que conecta con el hígado. El vaso estaba completamente obstruido, aparte de sufrir un descenso de plaquetas. Según el diagnóstico, el cuadro clínico era “sugestivo de trombocitopenia trombótica inmune inducida por vacunas”, una reacción adversa frecuente en la vacuna de AstraZeneca contra la covid, que ya reconoce la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). ¡A buenas horas! Menos mal que eso de vacunarse era seguro.
El docente acudió a los tribunales reclamando que su dolencia no fuese considerada como una enfermedad común, sino como un accidente laboral. El juzgado de lo social número 31 de Barcelona le ha dado la razón con esta sentencia pionera en España: Accidente laboral por la vacuna.
Hasta ahora, las reclamaciones por efectos adversos de las vacunas habían sido rechazados porque políticos e instituciones se llenan la boca diciendo que la vacunación nunca fue obligatoria, sino voluntaria y, por tanto, por cuenta y riesgo del usuario. ¡Encima se ríen y hacen mofa de la desgracia ajena! ¿Y qué era el pasaporte covid que había que presentar en los aeropuertos y restaurantes? ¿Y qué hay de los empresarios que amenazaban con despedir a quienes no se vacunasen? ¿Ya lo han olvidado? Y aquellas campañas amenazadoras contra los que habíamos descubierto que en las vacunas había gato encerrado, aparte de grafeno y decenas de tóxicos, además de material procedente de fetos humanos ¡vivos! ¡Qué vergüenza recordar aquellos momentos de persecución y mentira! ¡Cuánto debieron reírse del rebaño en sus fiestas y puticlubs!
El profesor se vacunó porque le llegó la convocatoria vía correo electrónico desde la dirección del centro, nada más iniciar la campaña de inoculación masiva contra un virus que no había sido aislado, purificado y secuenciado. ¡Puro humo que muchos han pagado con su vida, y otros padecerán secuelas para siempre! Como Pedro García que, tras pasar tres semanas en el hospital, una en la UCI y un año y medio de baja, continuará con su vena “taponada”. Y aunque en la actualidad no existen complicaciones, requiere vigilancia continua porque el hígado podría dejar de funcionar. ¡Quiera Dios que no!
El demandante se incluye en el marco de trabajadores esenciales, es decir, aquellos que continuaron con sus trabajos durante el confinamiento para que el sistema continuase funcionando, léase los sectores de alimentación, electricidad, recogida de residuos, limpieza de calles, sanidad, educación, fuerzas del orden y otros. El abogado del demandante, especialista en Derecho Sanitario y Responsabilidad Patrimonial, basándose en la Ley General de la Seguridad Social argumenta en la demanda la relación directa entre la vacunación y el estado laboral del afectado, como trabajador esencial.
Existe un número considerable de personas con problemas similares al de Pedro García, según refiere la Asociación de Trabajadores Esenciales Afectados por la Vacuna de AstraZeneca (ATEAVA), que ha celebrado la sentencia; y no es para menos.
Pero todo esto nos genera algunas preguntas: ¿Dónde está la línea que separa el trabajador esencial del no esencial? ¿Solo los trabajadores esenciales tendrán derecho a que se les reconozcan las secuelas por la vacuna? ¿Y los niños y adolescentes en edad escolar y, por tanto, fuera del marco de trabajadores esenciales? ¿Y el carpintero autónomo que fabrica ventanas en su taller? ¿Y las mamás que amamantan a sus hijos o cuidan a sus padres mayores? ¿Y los jubilados? ¿Y los parados? ¿Y los mendigos que duermen en cartones en la boca del metro y en los cajeros? Sus secuelas no son accidentes laborales, cierto. Pero sí son accidentes inducidos; accidentes por engaño, y esto sí es grave. ¿Sentará jurisprudencia esta sentencia? ¿Afectará solo a los daños causados por la vacuna de AstraZeneca o a cualquiera de las marcas que también han causado muertes y efectos adversos? ¿Engrasará el Estado su maquinaria corrupta para seguir atropellando a las víctimas de sus mentiras?
No puedo evitar sentir pena, impotencia, rabia y vergüenza por los gobernantes que gestionaron la covid, poniéndose al servicio de quienes “diseñaron” la pandemia. Nunca más podremos creer en nada de lo que nos cuenten. Y cuando los oigamos decir que es por nuestro bien, ¡atención, alerta!, es justo lo contrario. Tenemos que despertar, hacernos adultos, rechazar tutelas, no esperar que nadie nos salve y aprender a cuidarnos a nosotros mismos y a confiar solo en las personas que nos hayan demostrado que nos quieren. ¡Desconfiar es sobrevivir!
*Psicóloga, periodista y escritora
¿Y las muertes por “repentinitis”, qué?
En el mismo “prospecto” de la vacunas ponía BIEN CLARO que en ningún caso los laboratorios se hacían cargo de los efectos que pudiesen producir debido al escaso periodo de pruebas de las mismas. Entonces, sabiendo esto y ante el alto riesgo de efectos secundarios graves, ¿que llevó los gobiernos a coaccionar a la población para vacunarse? ¿Y a la población, qué le llevó a vacunarse con los ojos cerrados, muchas veces a sabiendas de los riesgos? ¿Es fácil doblegar a las masas y obligarles a tragar con todo? la respuesta es afirmativa, sin duda. Y es muy peligroso vivir… Leer más »
YO tengo amigos y familia que presumen de ser muy listos por tener varias carreras y algun doctorado que salieron corriendo a ponerse la pocima experimental y me trataban de idiota conspiranoico , a los meses uno de ello padecio un turbo cancer como se dice en redes
Hace mucho tiempo que empezaron a desaparecer aquellas virtudes cardinales ( palabra que procede del latin “cardinalis”, cuya traducción literal al español es quicio, gozne, definidos por la RAE como lo que es fundamental, principal. En conclusión, las bases esenciales fiables que evitan el desmoronamiento de lo que sustentan. Estas virtudes son cuatro: prudencia, justicia, fortaleza y templanza, los “goznes” simbólicos sobre los que se asienta una personalidad bien constituida. Pero tal como están “resignificando”, que quiere decir deconstruyendo a las personas, la mayoría se comportan tal como las que Vd. ha citado.Es decir sin esos “goznes” que aseguran una… Leer más »
La combinacion de toxicos quimicos y biologicos que contienen las VCNs
dejan la sangre desvitalizada y llena de “basurilla”, normal que salgan trombos entre otras dolencias, ademas del daño transgenico (ARNm) y Nanotecnologico (Cod MAC Bluetooh) de algunas de ellas .
Dentro de la Atroposofia de R Steiner, el profesor Minor hace notar que “el Mal es un enemigo de la “sangre” y añade que, como la sangre es la que sostiene y preserva la vida, el Mal, que es el enemigo de la raza humana, debe ser, por consiguiente, el enemigo de la sangre”.
https://www.waldorfcolombia.org/seccns/SignificadoSangre.pdf