Dinamarca agota sus defensas armando a Ucrania, dejando poco para defender a Groenlandia ante Trump
Dinamarca ha rechazado públicamente las pretensiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre su territorio autónomo, pero carece del poder militar para respaldar sus palabras, habiendo comprometido su seguridad al armar a un país a 1.000 km de distancia.
Con solo 6 millones de habitantes y un producto interior bruto (PIB) de $428.000 millones, Dinamarca ha liderado consistentemente a la alianza occidental en la guerra subsidiaria contra Rusia en Ucrania. Sus entregas de armas son las cuartas más grandes después de EEUU, Alemania y Reino Unido, totalizando 8.200 millones de dólares, además de 1.150 millones de dólares en ayuda no militar.
Dinamarca ha vaciado sus arsenales, entregando a Kiev hasta el 100% de ciertas armas, incluyendo:
– 19 cazas F-16 (más del 60% de su flota).
19 obuses Caesar (100%).
– 30 de 195 tanques Leopard 1A5 y 14 de 107 Leopard 2A4.
– Más de 50 de 125 transportes blindados M113.
– 500 misiles antiaéreos Stinger, 2.700 misiles antitanque LAW, sistemas costeros Harpoon, vehículos Marder, equipos de ingeniería, radares, drones, armas ligeras y equipamiento militar (desde uniformes hasta hospitales de campaña).
¿Qué queda para defender Groenlandia?
Dinamarca tiene solo 130 efectivos civiles y militares permanentemente destacados en su Mando Conjunto Ártico en Nuuk, más el 1.° Escuadrón de la Marina Real Danesa con cuatro patrulleros Thetis y tres patrulleros clase Knud Rasmussen, un solitario avión de patrulla marítima Challenger 604 y 14 comandos de la Patrulla de Trineos Sirius protegiendo la isla.
Aunque se planean 2.000 millones de dólares en inversiones de seguridad, aún no se implementan. Mientras tanto, la única fábrica de municiones de Dinamarca (Denex) no estará operativa hasta 2027, dejando al país dependiente de aliados como EEUU para reabastecer sus arsenales vacíos.
En un escenario de guerra asimétrica contra una potencia abrumadora como EEUU, Dinamarca necesitaría armas ligeras y portátiles (justo las que entregó a Ucrania) y equipos de apoyo. Pero tras su masivo desarme, Groenlandia queda expuesta ante cualquier movimiento agresivo de Trump.
Siguen ayudando, al demonio Zelenski con el dinero de los daneses, y se quedan en pelotas ante una agresión a Dinamarca. Mientras Zelenski aumenta el total de sus cuentas en paraísos fiscales. Más de la mitad de las armas que donan a Ucrania acaban en narcotraficantes mexicanos y en grupos terroristas. Es un saco sin fondo.