La primera reacción de Santiago Abascal a la turba de aranceles anunciada por Donald Trump la pasada noche pasa por exonerar a la Administración estadounidense de toda responsabilidad. El líder de Vox ha decidido señalar a Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo y a la Comisión Europea, a los que culpa de “no haber defendido los intereses de los españoles”.

Sin una sola mención a Trump en el mensaje publicado en redes sociales, el líder de Vox señaló que “ni Von der Leyen, ni Sánchez, ni Feijóo han defendido los intereses de los españoles” y que los populares y socialistas, -poniéndolos al mismo nivel -, “nos arrastran a una guerra comercial suicida”. “Nuestra economía compite en condiciones de desigualdad por la burocracia ideológica del bipartidismo”, asegura Abascal en un mensaje redes sociales.

Para el presidente de Vox “la única solución que ofrecen es someterse más a China, continuar guerras y censurar a quien lo denuncia” antes de concluir con su receta para el momento “expulsar a esta casta corrupta que solo ha traído ruina y pérdida de libertades”. Precisamente el presidente del Gobierno viaja a Pekín en los próximos días y Abascal cargó duramente contra el líder del PP, aconsejándole “que le acompañe”.

Al líder de Vox le sentó muy mal que Feijóo afirmara que Vox mantiene “un silencio cómplice” con Trump. Tanto es así que el dirigente ultra le llama “mentiroso” y le reprocha que siga apoyando el Pacto Verde “y toda la basura ideológica” que para Vox “está arruinando nuestra economía y nuestras libertades”. “Sigue asociado al socialismo en Bruselas. Sigue cooperando con el Partido Comunista Chino”, zanja en otro mensaje.

A pesar de las fuertes críticas al Gobierno y al PP, Abascal también evita en sus mensajes un apoyo explícito a Trump, como lleva haciendo desde hace semanas, dejando a un lado todos los asuntos internacionales. Su discurso gira en torno a culpar a Europa -y las dos grandes fuerzas políticas- del nuevo escenario, pero el dirigente de extrema derecha no respalda las decisiones de la Administración estadounidense y evita incluso mencionarlas.

El PP esperaba la reacción de Trump, consciente de que su alianza con el presidente republicano le abre un gran agujero en su discurso patriótico y de defensa a los intereses de los ciudadanos, teniendo en cuenta que los aranceles impactarán de lleno en los sectores productivos y en toda la ciudadanía a través de la inflación.