Cuando no sea nada más que un infausto recuerdo el actual sanchismo en el gobierno, será preciso tomar nota del daño infligido a la convivencia entre los españoles para vacunarse frente a la eventualidad de que intenten escribir ese relato a su medida. Lo primero que es preciso dejar sentado es que el sanchismo es un auténtico Frente Popular; continuador del único conocido en España, que fue el establecido en enero de 1936 como una coalición social comunista con la ERC de Companys y el PNV, y cuya nefasta actuación precipitó a la Guerra Civil.

Esa misma composición política tiene el sanchismo con la adición de los sucesores políticos de ETA y el secesionismo de Puigdemont. Este actual Frente Popular tiene una obsesión enfermiza por intentar ganarle políticamente la guerra civil a Franco para conmemorar los 50 años de su muerte. Que por cierto se produjo en la cama de un Hospital de la Seguridad Social fundado por él y de nombre La Paz.

Con la ley de la Memoria Histórica del gobierno socialista surgido de las elecciones (del 11-M ) de 2004, ya dejaron clara su voluntad de acabar con el espíritu de reconciliación de la Constitución de 1978. Ahora con Sánchez le han dado una nueva vuelta de tuerca a esa pretensión, sustituyéndola por la ley de la Memoria Democrática, para establecer por imperativo legal lo que es democrático y qué no lo es en la Historia de España desde el comienzo de la guerra civil, … hasta 1983. Esta fue una exigencia de Bildu para aprobar esa ley, que además debe blanquear a la banda terrorista etarra que con sus crímenes intentó impedir esa Constitución de la Concordia. Y que considera que el franquismo gobernó incluso con Felipe González y Alfonso Guerra.

En ese espíritu «guerracivilista» hay que interpretar su actual paranoia «resignificadora» del Valle de los Caídos, que impulsan cumpliendo la consigna dictada desde «discretas» instancias al mando de las cuales en España está un senador socialista. Y que protagonizaron un tenso debate en el socialismo canario con ocasión del caso Tito Berni, estando el actual ministro de la Memoria Democrática al frente del gobierno canario.

Ahora el Frente Popular sanchista, en su último Consejo de Ministros, ha aprobado la composición del «Consejo de la Memoria Democrática» que designará a los integrantes de la «Comisión de la verdad» sobre el franquismo. De los 30 miembros de ese Consejo, presidido por el citado ministro memorialista canario Torres, 26 son cargos del Frente Popular en el gobierno. La «verdad» y Sánchez es una contradicción existencial.