De considerar a Josep Anglada la encarnación rediviva del superhéroe catalán a hacerlo responsable de todas las maldades concebida por mente tan castigada por tantas sesiones de tinte. Es lo que ocurre cuando se pone al frente de la candidatura de un partido a una descerebrada semianalfabeta que confunde la política con el tocador de la señorita Pepi. Myriam Muñoz, ‘La teñida’, y su padre, el norteafricano Antonio Muñoz, los dos miembros de la Plataforma per Catalunya que abandonaron el partido luego de que no se cumplieran las expectativas de la primera de entrar en el Parlament, han señalado que al partido identitario mantiene un “pacto” con CiU para “garantizar la estabilidad del Govern”. Ni uno ni otro aportaron pruebas ni aclararon en base a qué misterio inescrutable podría garantizar la “estabilidad del Govern” un partido que, aunque se quedó a las puertas de obtener representación parlamentaria, no dispone por el momento de diputados en el hemiciclo catalán.

Según Antonio Muñoz, nacido en Ceuta y de profesión desconocida, la estabilidad del gobierno de CiU se habría logrado mediante “aportaciones económicas” a la PxC, aunque no precisó quién las entregaba.

Para Gerard Bellalta, mandatario plataformista, esta nueva acusación de la familia Muñoz sería “la constatación de que padre e hija, además de mantener una relación muy especial, han perdido definitivamente la cabeza”.