Algunos de mis compatriotas, a los que casi no reconozco como españoles, y menos como descendientes de los héroes de las Navas de Tolosa, parecen espera la intervención de España con estoica resignación o incluso como santo advenimiento. Hemos visto incluso a este Gobierno de mequetrefes, sostenido por un partido de vulgares chorizos como la caterva informe de Bankia, presentar como un éxito nacional el que nos presten dinero para tapar las depredaciones de cajas a manos de nuestros políticos corruptos. Para cobrárselo después con el correspondiente interés, pues no se trata de donación sino de préstamo.

Esos compatriotas alelados parecen descendientes de los del “vivan las caenas” o de los que dejaron dar un paseo por toda la geografía patria a los cien mil hijos de San Luis. A mí me enerva que el Parlamento alemán toma decisiones sobre España y me hiere profundo en mi orgullo nacional que España vaya a ser intervenida –como se da por descontado- y colonizada económicamente, que lo es, a la postre políticamente, porque eso no solo es el fracaso de toda una clase política, ni de todo el sistema de casta parasitaria, ni del régimen del 78, ni de la nefanda monarquía instaurada borbónica, sino de la nación en cuanto tal que va a representar un intenso déficit de soberanía. Sólo por eso deben ser juzgados por traición a la Patria, por delito de lesa Patria todos los presidentes de la democracia, como esos dos grandes inútiles y mentirosos de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy Brey. Vaya por delante que en un Estado de Derecho tanto el Psoe como el PP serían ilegalizados por ser bandas organizadas para el delito. Todo se andaría.

Si nos intervienen –como todo indica- no va a ser para hacernos un favor, ni para ejercer Merkel de buena samaritana, sino como acreedores para cobrar las deudas. No para sacarnos de la ruina, sino para instalarnos en ella.

Ver a España convertida en una colonia económica de Alemania me subleva. Ver a España convertida en una esclava de los corruptos burócratas de Bruselas me enciende. Tal humillación histórica debe ser pagada muy cara por estos nefastos políticos de todos los partidos que nos han hundido, por estos falsos sindicalistas que nos han depredado, por estos patronos egoístas y apátridas que han compadreado con los políticos.

Hago, a través de Alerta Digital una reivindicación a la dignidad que nos lleve a la lucha democrática en exigencia de responsabilidades mediante tribunales especiales y juicios rápidos.

No puedo pensar en España sin verla rodeada de cierta grandeza.

Hoy más que nunca ¡Viva España!