Aben Humeya ya no está solo. Comienza la reconquista de un territorio perdido hace un año y ya encontrado. Tras una compleja época en la que los Juegos Moriscos quedaron en el aire por falta de financiación, acusaciones y búsqueda de respuestas por parte de las distintas administraciones, regresó a las calles de la localidad almeriense de Purchena.

El presidente de la Diputación Provincial de Almería, Gabriel Amat (PP), fue uno de los artífices de los Juegos Moriscos y aportó una subvención de 15.000 euros. La Junta de Andalucía aportó 12.000 mientras que el Ayuntamiento (PSOE) se hizo cargo del resto hasta completar los 30.000 euros. 

Del 26 al 28 de julio, las calles del municipio purchenero fueron una fiesta. No en vano, el Comité Olímpico Internacional, COI, encuentra en esta práctica el eslabón que precede a los actuales Juegos Olímpicos. La estimación aproximada habla de más de 2.000 visitantes cada día, basándose en lo ocurrido años anteriores.

Un centenar de voluntarios y diferentes patrocinadores se encargaron de que este encuentro se desarrollase con normalidad.

Los Juegos se compusieron este año de diez modalidades deportivas y dos musicales que contarán con un premio de 240 euros para los primeros clasificados y 60 para los que queden en segundo lugar, que se entregarán en saquitos de monedas, tal y como lo hacían en el siglo XVI.

Aunque el deporte es el eje de la propuesta, también hay que resaltar el desarrollo de actividades paralelas entre las que se encuentran los diferentes zocos. Artesanía y placeres gastronómicos irán de la mano en dos de los puestos con más adeptos y demanda.

Asimismo, hubo talleres de danza del vientre, campo de trabajo y escuela comarcal de juegos moriscos. Un grupo local de 60 pequeños amenizaron la noche con lo aprendido durante todo el año.

El delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Antonio Lucas, afirmó estar “satisfecho por la colaboración autonómica en estos juegos”. “Hay que destacar que en los mismos, aparece una importante faceta deportiva e histórica. Fue en el año 1569 cuando Aben Humeya se instaló en Purchena en dirección a la Alpujarra”. Fueron muchos los que rememoraron este viaje. “Ginés Pérez fue uno de los impulsores de la propuesta que ahora vamos a vivir, tres días de intensidad en los que viajaremos en el tiempo con los cinco sentidos”. Amat ha hecho referencia a “la importancia de echar la vista atrás y encontrarnos con la historia, que es patrimonio de la provincia”.

No podía faltar la actuación de Multaka, un diálogo flamenco-árabe.