El libro que puede haber cambiado el futuro del sistema: La monarquía inútil (I)
Alerta Digital reproduce para sus lectores “La Monarquía inútil’, un libro escrito por Enrique de Diego y sin duda fundamental sobre el verdadero rostro de la Monaquía española y que durante años ha sido deliberadamente ocultado a la opinión pública por los medios informativos. La supervivencia de la Monaquía encarnada en Juan Carlos I era imprescindible para la pervivencia de un sistema corrupto que hoy, sin embargo, es ampliamente discutido.
Políticos y periodistas, sobre todo, fueron los encargados de exaltar hasta el empalago la ejemplaridad moral del monarca. Sobre ese lecho de mentiras se pudo consolidar un sistema, que hoy es la principal causa del malestar ciudadano y fuente generalizada de males en lo político, en lo económico, en lo social y en lo moral. Con la contundencia y el compromiso con la verdad en él característicos, Enrique de Diego fue el primer periodista español que se atrevió a desbrozar el largo camino de mentiras, la idílica crónica urdida en torno al papel del Rey tras la muerte del general Franco, para ofrecernos una versión de la Monarquía española que los hechos no hacen sino ratificar cada día. Y ello mucho antes de las cacerías de Bostwana, de os líos conyugales, del ‘caso Urdangarín’ y de que irrumpiera en escena la controverida figura de la ‘princesa’ Corinna. De ahí el interés del libro y la importancia del compromiso ético de Enrique de Diego con la información, sin matices ni medias tintas.
‘La Monarquía inútil’ se ha ganado ya un puesto entre los libros más decisivos de la historia contemporánea española. Su importancia se agigantará sin duda con el paso del tiempo y acaso el documento que ofrecemos hoy a los lectores haya marcado ya un punto de inflexión, un antes y un después, de la dinastía borbónica en España. Ofrecemos el primer capítulo de ‘La Monarquía inútil’:
Dado el carácter antinatural de la antigualla monárquica –por la que una familia se transmite la jefatura del Estado- la propaganda cortesana se ha enroscado en destacar la supuesta utilidad de la monarquía. Las dinastías se sostienen cuando son útiles y caen cuando pierden tal condición. Los mismos miembros de la familia Borbón tienden a hacer referencias a tan melifluo criterio utilitarista, con la fatal petulancia de tenerse por útiles. Aunque el criterio utilitarista es, en apariencia, de difícil evaluación, en el caso español la inutilidad, y el perjuicio, son manifiestos.
El argumento en sí es una inhabilitación de la idea monárquica, puesto que niega virtualidad a cualquier criterio ideológico serio. La corona no se sustenta en criterio racional alguno. Ningún motivo existe para conceder la condición de hereditario y vitalicio al puesto de primer funcionario de la nación en monopolio a una familia. Todo se reduce a una supuesta ecuación de coste-beneficio entre el mantenimiento de tal privilegio y el de su derrocamiento.
Hace tiempo que la herencia de los puestos de mando fue erradicada. Tal criterio era sumamente irracional. Los hijos llevan siglos sin heredar, como si de una propiedad se tratara, la magistratura de sus padres. Nadie aceptaría, por ejemplo, que el hijo del presidente del Tribunal Supremo estuviera destinado desde el mismo momento de su concepción a presidir, a su vez, el Alto Tribunal. O que el vástago primogénito del Jefe del Alto Estado Mayor heredara, por el hecho de llevar su apellido, tal puesto. Mucho menos sentido tiene que la Jefatura del Estado pase de padres a hijos.
Puede entenderse con facilidad lo torticero de uno de los argumentos más caros y persistentes a la aduladora propaganda cortesana, según el cual la herencia del cargo permite formar para tan altos destinos –y para tan gozosos disfrutes- al heredero. Además de que lo que la naturaleza no da, Salamanca no presta, resulta sencillo de entender que, según ese mendaz criterio, todos los puestos de relevancia deberían ser transmisibles. El hijo del presidente del Tribunal Supremo podría ser formado, desde su más tierna infancia, para seguir los pasos de su progenitor, con los correspondientes doctorados en Derecho y los subsiguientes másters.
Ningún incentivo tendría para el esfuerzo, pues todo le vendría dado, y resultaría normal -dada la condición humana- que conocida su preeminencia futura se le allanaran los obstáculos y se le minimizaran las dificultades para conseguir de él sus benignos profesores las correspondientes sinecuras y tratos de favor. Sería tal privilegio una grave injusticia frente a los que, mejor dotados o más esforzados, demostraran méritos más acordes a la responsabilidad.
Tales consideraciones, basadas en el estricto sentido común y en la persistente experiencia, no establecen excepción alguna respecto al puesto de jefe del Estado. La formación recibida adquiere el aspecto de una escenificación con cargo al contribuyente. Tras la elección de esposa por el actual príncipe, un columnista ironizó, con mejor o peor gusto, que tal decisión mostraba la deficiente formación recibida, frente a lo que tanto se había insistido. Inmediatamente se hicieron gestiones –fallidas- para pedir su cabeza, pues la monarquía casa muy mal con la libertad de expresión y sólo acepta la sumisión plebeya o la adulación cortesana.
De hecho, nada más contraproducente para una sana educación que la adquisición desde la cuna del status de funcionario. Ello alejará al educando del esfuerzo que tan vital es para la maduración, y más aún de la estricta realidad. Un amigo del actual príncipe –y es preciso hacer votos para que no pase de ahí- me indicaba que piensa que todos sus ‘súbditos’ son felices, puesto que, desde que se levanta, sólo ve a gente que le sonríe. Viven en una torre de marfil, con cargo al Presupuesto, acostumbrados a que sean atendidos sus caprichos de privilegiado. Ejemplo paralelo puede establecerse con familias pudientes pero, en este caso, no se trata de carga sobre el contribuyente. Dependerá de muchos factores que los herederos sean bien formados y utilicen bien lo que legítimamente ganaron sus padres, haciéndolo fructificar en beneficio de la sociedad, pero la condición de funcionario vitalicio desde la concepción y el nacimiento es el peor escenario posible para una educación sana.
Ocioso y contraproducente resulta plantearse cómo elegir a los mejores. Nos llevaría, por de pronto, a una discusión en espiral sobre qué criterios deberíamos seguir para definir qué entendemos por los mejores. Las cuestiones reales pasan por cuestiones del tipo de cómo elegir a los menos malos o, mejor aún, cómo limitar su poder, cómo evitar que abusen de él y cómo impedir males como el despilfarro o el nepotismo. Sin embargo, resulta difícil concebir una fórmula más adecuada que la monárquica para seleccionar a los peores y a los más mediocres. Nadie, en su sano juicio, defendería que la mezcla del carácter vitalicio y hereditario de un puesto pudiera asegurar un mínimo de competencia. Tal esquema del heredero forzoso llevaría al adocenamiento y a la falta de estímulo. Tan evidente es esa degeneración de la idoneidad que todas las naciones civilizadas ha tiempo abandonaron tal práctica, como la única excepción de la monarquía, en las pocas que mantienen tan absurdo modelo.
Es notorio el servilismo que impera en los protocolos monárquicos, con indignas inclinaciones de cabeza, en el caso de los varones, o de genuflexa reverencia, en el de las mujeres, y con obligación de dirigirse a las personas de la familia real mediante títulos como ‘señor’, ‘majestad’ o ‘alteza’, que representan una indignidad plebeya para quienes las pronuncian y que, si bien pudieron tener sentido en los tiempos medios, resultan hoy absurdas y periclitadas. Gravemente dañosas también para quien las recibe, pues se le hace considerar lógica y natural la más abyecta adulación. Incluso sus gestos de mala educación se les soportan y ensalzan como rupturas del protocolo y tonos campechanos. Lejos de la presentación de la formación de los vástagos regios como exigente, nadie osaría suspenderles. Su paso por las academias militares no deja de ser una comedia bufa, pues desde el principio conocen que alcanzarán los más altos grados, por encima de sus compañeros, sin esfuerzo alguno. La parafernalia monárquica no pasa de broma, continuamente exaltada por la propaganda cortesana, para ocultar la evidencia de que de sus vidas se ha eliminado el mínimo esfuerzo preciso para la maduración de la personalidad. Nada hay de ejemplar en toda esa ambientación y sí mucho de objetable.
Además, y no como cuestión menor, la condición mistérica y sacral que en el pasado tuvo la monarquía, y las leyes que exigían los matrimonios en un pequeño círculo cerrado de familias reales, costumbre altamente desaconsejable desde el punto de vista genético, ha tenido efectos pavorosos. Es, en la historia, el caso paradigmático de Carlos II.
Pretencioso y falso resulta pretender que la monarquía o sus personas simbolizan la unidad del Estado o de la nación, o que confieran a ambos estabilidad. Cuanto menos se trata de bisutería intelectual y de poesía barata. La soberanía, y por ende la unidad, reside en todos y cada uno de los ciudadanos, iguales ante la Ley. Ninguna fórmula produce más inestabilidad que la monárquica. La historia está llena de guerras por meras cuestiones dinásticas. Casi todas ellas no respondían a ningún conflicto social, sino a disputas por el poder dentro de la familia reinante. En las monarquías constitucionales, el carácter antinatural del puesto, que ha de conseguir algo tan absurdo como traspasar el puesto de funcionario número uno a sus herederos, junto con el sustancial recorte de poder, hace que la monarquía sea el reino de la obviedad y de la cesión. Es la instalación en la máxima del conde de Lampedusa: que algo cambie para que todo siga igual; es decir, para que ellos sigan, disfrutando de la vida plácida y sedentaria del Presupuesto. Lo que se genera es una falsa estabilidad, en donde se empantanan los problemas hasta que estallan todos a la vez. Ese es el peor de los escenarios y es consustancial a la monarquía. Además, ésta, casi por instinto y siempre por necesidad, ha de ceder en todo, tanto en lo fundamental como en lo accesorio, con tal de que no se cuestione el sumo status de privilegio. Y ha de buscar montar la más extensa posible red clientelar y comprar el mayor número posible de voluntades, en contra de lo que aducen habitualmente los monárquicos.
Es notorio que en la Europa actual, las naciones con más enconados conflictos secesionistas –Bélgica, España e Inglaterra- están bajo monarquías. Éstas lejos de simbolizar la unidad de la nación, representa un factor de disolución. En el caso de Inglaterra, la disgregación aparece más larvada y frenada por los efectos moderadores del sistema mayoritario. Bélgica puede ser considerada una ficción, casi ingobernable. Y en España, desde la instauración de la nueva monarquía borbónica –al margen de la legitimidad dinástica y en clara usurpación, desde la coherencia interna de la institución- el separatismo no ha hecho otra cosa que tomar alas y extenderse por zonas crecientes de la geografía nacional. Sin duda, hay otros factores que coadyuvan a ese encrespamiento de las fuerzas centrífugas en los tres casos (en España, la nefasta ley electoral y el modelo esperpéntico de las autonomías), pero los monarcas son incapaces de representar freno alguno. Lejos de ello, la falsa estabilidad que escenifican desactiva los resortes morales de la sociedad. Con frecuencia, se observan gestos muy explícitos de la familia real de contubernio y francachela con los poderes separatistas, como si nada pasara, y como si tal connivencia representara algún tipo de lazo nacional.
Por la lógica de toda institución humana, la monarquía tiende a preservarse ella y se muestra más proclive a mostrarse más cercana a cuantos pueden cuestionarla y poner en riesgo los puestos de trabajo de toda la familia, lo que, sin duda, representaría un descalabro económico. Ese instinto de supervivencia tiende a consagrar como la principal virtualidad el consenso, que, a la postre, sólo es referido respecto a la corona.
De hecho, la monarquía es, en teoría, directamente antidemocrática. No hay principio más fundamental al gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo que la igualdad de todos ante la Ley; el sostenimiento de la creencia, como hace la Constitución de los Estados Unidos, de que todos los hombres han sido creados por Dios, iguales en derechos. La monarquía es el sistema por el que todos los hombres han sido creados iguales en derechos, menos los de la familia real. Se sitúa, por su origen, a unos pocos sobre los demás; sus hijos pasan a estar por encima de los del resto de familias. Monárquico es quien asume e interioriza su inferioridad. Monárquico es sinónimo de servil.
No sólo los miembros de la familia real pasan a estar dentro del Presupuesto por el hecho de nacer en la familia gobernante, ni sólo se exige referirse a ellos con gestos indignos de deferencia por ese mero hecho, además reciben un trato jurídico de exclusión. El monarca español es irresponsable ante la Ley, se sitúa al margen del imperio de la Ley. En hipótesis, puede cometer cualquier delito sin que le sea exigible responsabilidad alguna ante los tribunales de Justicia. Ese ignominioso privilegio es corolario de la absurda condición vitalicia del puesto.
Los insufribles discursos regios son una banal colección de lugares comunes. Ridículo resulta presentar a las personas regias como ejemplares y aún menos como laboriosas. Incluso sus largas etapas vacacionales, con su clamorosa ociosidad, son presentadas, contra la evidencia, como dedicación a las cuestiones de Estado. En los últimos años, desde Zarzuela se emiten notas de prensa con balances de actividades, para generar la especie de que se ganan el sueldo con el sudor de su frente, en las que se incluyen cuestiones tan esforzadas como su presencia en los palcos de los eventos deportivos.
Hemos visto suficientes aspectos para describir a la monarquía como básicamente inútil: tiende a la mediocridad eliminando toda competencia; genera una falsa estabilidad que suele anquilosar a las sociedades, primero, para llevarlas después al desastre, favorece los elementos disgregadores de la unidad nacional, al tender por instinto a la cesión, con tal de que no se cuestione su status de privilegio, y tiende a eliminar el auténtico debate, sustituyendo el espíritu crítico por la adulación, y a falsear la representatividad mediante el cajón de sastre del consenso. Las monarquías no se justifican por su utilidad, pues todas ellas –las autocráticas y las democráticas- son perfectamente inútiles.
Tampoco es sostenible que la monarquía sea una fórmula barata. Si las reflexiones anteriores no sirvieran para mostrar que son altamente gravosas, bastaría con pensar que la mera supresión de la monarquía, con la salida de todos su familiares de los presupuestos públicos, ajenos a todo control, representaría de por sí un ahorro. Sencillamente, la más alta magistratura del Estado pasaría a ser la presidencia del Gobierno. De inmediato, se suele intentar desactivar el argumento mostrando al presidente en ejercicio para promover la repulsa de cuantos se muestran contrarios a su gestión, pero al tal existe la fórmula de desbancarlo en tiempo pasado, mientras que el monarca tiene blindado su puesto con la onerosa condición vitalicia.
Además de inútil, la monarquía es, en realidad, muy cara. Para sostenerse, siempre ha precisado generar una aristocracia que participara de su estabilidad en el puesto y de sus privilegios, de forma que la aristocracia estuviera muy interesada en el mantenimiento de la monarquía.
La actual reinante en España, a través de la propaganda cortesana, ha insistido en que tal aristocracia no existe en la actualidad, y que no se ha producido nada parecido a una corte, salvo en niveles muy limitados. Esto es notoriamente falso. La instaurada monarquía borbónica, sin duda, ha marginado a la residual aristocracia de la sangre, pero ha generado la aristocracia más extensa de la historia de España, sin precedentes en sus dimensiones. El monarca no es otra cosa que el jefe de la depredadora casta parasitaria.
*Del libro “La monarquía inútil” (editorial Rambla).
Para su adquisición:
CASA DEL LIBRO: http://www.casadellibro.com/libro-la-monarquia-inutil/9788493703516/1824053
Desde luego ,voy a empezar a pensar en serio que el sr de DIEGO tenia una bola magica de esas que tienen las pitonisas de pacotilla que invaden las emisiones nocturnas de tv y vió los acontecimientos venideros antes que nadie,en su programa A FONDO de radio intereconomia ya nos avisaba hace unos ¡¡¡cinco o seis años¡¡¡del desastre que se nos venia encima,recuerdo que incluso comentaba que en hospitales y farmacias faltarian medicamentos y lo mas imprescindible-doy fe de que por lo menos en CATALUÑA asi ha sido ya que la generalitat debe mucho dinero a las farmacias y ha… Leer más »
Solo leí algunos parrafos de ese tocho tan grande poruqe todos los españoles saben que el rey y la monarquía no sirven para nada, ni mandan nada no hace falta ni explicarlo. Es una mas de las tonterías de este país y de todo el sistema mundial en general.
K tl to2. Quiero saber ¿Por qué nuestra “Constitución” -yo no la vote y naci en el 1963″ ordena los valores como : 1) libertad, 2) justicia? cuando de esta forma esta claramente fomentando la Justicia a la Carta para conseguir la Libertad (es decir que esta libre no quien se lo merece sino a quien deciden ponerle en libertad). Esto significa que todos los codigos que emanan de la Constitución hay que reescribirlos porque no son justos. Además los Borbones son unas sabandijas. Unos inutiles y vagos que no quieren trabajar, es decir, levantarse temprano y hacer algo por… Leer más »
EN LOS CENTROS MUNDIALES DE PODER NO HAY OPCIONES. AHÍ ESTA LA NUEVA MONARQUIA MUNDIAL LUCIFERINA DEL ANTICRISTO, LOS DEMAS REYES Y PRESIDENTES DE REPUBLICAS SON SUS TITERES.
REPUBLICANOS, ME SOIS SOSPECHOSOS DE TONTOS UTILES O DE CONJURADOS PARA HUNDIRNOS MAS.
Por supuesto que al perjuro y traidor hay que ajustarle las cuentas, asignatura pendiente).
¡VIVA CRISTO REY! ¡ARRIBA ESPAÑA! (siempre Reino y libre de perjuros, traidores y corruptos) y confesionalmente católica.
«EL SECUESTRADOR DEL TRONO» ES UN TRAIDOR, PERJURO, CORRUPTO, PERO EL NO ES EL DUEÑO DEL GLORIOSO REINO DE ESPAÑA. CON CAUDILLO O CON REGENTE PODEMOS CONTINUAR CON NUESTRAS TRADICIONES, CONFIANDO EN LA AYUDA DE DIOS Y LA INTERCESION DE MARIA , JOSE Y NUESTROS SANTOS Y MARTIRES.
EL REPUBLICANISMO ES UNA NUEVA Y ABSURDA DIVISION ENTRE LOS ESPAÑOLES, OTRA HECATOMBE. Por supuesto que al perjuro y traidor hay que ajustarle las cuentas, asignatura pendiente).
¡VIVA CRISTO REY! ¡ARRIBA ESPAÑA! (siempre Reino y libre de perjuros, traidores y corruptos) y confesionalmente católica.
Yo lo que quería era disculparme por llamar hijodeperra al rey. aunque se que esto no es por nada ni por nadie, solo que una pobre madre no tiene la culpa de que su hijo se haga un hijodeperra. La verdad es que el tipo en cuestion me da pena. Es un energumeno. ¿de donde coño vedrian esos tios, de la Champaña francesa, se llamaba la familia Anjou?¿pero que cocncha hedionda de gente es esa? ¿son solo los ojos azules por lo que estan ahí haciendo el paripé?. De todas formas es asqerosito el pobre hombre. Esta tan loco que… Leer más »
tabique nasal de platino reconstruccion de la nariz por consumo de cocaina jejeje filtraciones majas
El Sr de Diego ignora las razones mas profundas del porqué de la sucesion dinastica de padres a hijos. En mi opinion debe empezar a pedir la dimision de toda la casta politica, y cuando esta se produzca la Real si fuere preciso. Lamento que el estilo de este señor este tan lejos de la educacion y la correccion con que se debe hablar, lo harian mas creible.
Aqui lo que hay que hacer es,una limpia de cojones.
EL felón traidor,HDP
SI, EL QUE SE HA APODERADO DEL TRONO ES UN TRAIDOR, PERJURO, CORRUPTO, PERO EL NO ES EL DUEÑO DEL GLORIOSO REINO DE ESPAÑA. CON CAUDILLO O CON REGENTE PODEMOS CONTINUAR CON NUESTRAS TRADICIONES, CONFIANDO EN LA AYUDA DE DIOS Y LA INTERCESION DE MARIA.
EL REPUBLICANISMO ES UNA NUEVA Y ABSURDA DIVISION ENTRE LOS ESPAÑOLES, OTRA HECATOMBE. Por supuesto que al perjuro y traidor hay que ajustarle las cuentas, asignatura pendiente).
¡VIVA CRISTO REY! ¡ARRIBA ESPAÑA! (siempre Reino y libre de perjuros, traidores y corruptos) y confesionalmente católica.
para DON ENRIQUE LE QUEREMOS PERO NO SEAMOS REPUBLICANOSEntonces ¿debemos seguir soportando los irritantes privilegios de la n efasta casa real,que el jubilado CAMPECHANO goze de aforamiento e inmunidad plena y jamas podamos saber si tiene cuentas corrientes en paraisos fiscales-producto de las “propinas” por su intercesión en suculentos negocios de empresas españolas,sobre todo con las monarquias feudales de Oriente medio-si se emp`learon dinero y recursos públicos para agasajar a las amantes del susodicho-innumerables,por lo que se comenta-o que ni siquiera se tenga la posibilidad de que las dos demandas de paternidad que tiene interpuestas-un ciudadano español y una belga… Leer más »
LOS PARTIDARIOS DE LA REPUBLICA ESTAIS CREANDO UNA NUEVA Y ABSURDA DIVISION ENTRE LOS ESPAÑOLES, MUCHOS DETESTAMOS LA REPUBLICA. CAMBIEMOS DE VIDA LOS ESPAÑOLES, QUE NOSOTROS SOMOS LOS PRIMEROS CORRUPTOS (Divorcios, adulterios, la mujer abandona el hogar, ¿patria potestad? ¿autoridad en el hogar?, malos tratos entre miembros de la familia ¿o de la tribu?, niños a guarderías, viejos a residencias, fornicación generalizada, homosexualidad, pornografía hasta en la sopa, comunismo, islam hasta en las parroquias, descristianización…). Por supuesto que al perjuro y traidor hay que ajustarle las cuentas, asignatura pendiente). ¡VIVA CRISTO REY! ¡ARRIBA ESPAÑA! (siempre Reino y libre de perjuros,… Leer más »
¿Y por qué no vamos a ser republicanos? ¿acaso porque hubo una segunda república que fue una mierda? En Francia llevan 5 y aquí todavía no hemos llegado a la 3ª, que ojalá sea la definitiva. República no significa 2ª república. Significa que no hay reyes ni súbditos. Significa que cualquiera puede ser Jefe de Estado si es elegido, no como ahora que es por “coj…” literalment. ¿Eres tu, el que escribe, menos que el rey y cualquiera de su familia? ¿Por que esos sujetos están llenos de privilegios por taoda la cara en pleno siglo XXI? ¿Tu admites eso?… Leer más »
CARLISTAS, REQUETES, PANDILLA DE TONTOS, DERRAMAISTEIS VUESTRA SANGRE POR DIOS Y POR ESPAÑA PARA NADA. TENDRIAIS QUE HABER SIDO MODELNOS (si, modelnos con ele de listos) Y HABER LUCHADO POR DIOS POR LA PATRIA Y «EL PRESIDENTE» EL MASON DE TURNO. Por supuesto que al perjuro y traidor hay que ajustarle las cuentas, asignatura pendiente).
¡VIVA CRISTO REY! ¡ARRIBA ESPAÑA! (siempre Reino y libre de perjuros, traidores y corruptos y confesionalmente católico).
¿EL DEMONIO PRINCIPE DE ESTE MUNDO? (Término evangélico)
¡¡¡NO!!! AHORA SERIA PRESIDENTE DE ESTE MUNDO
EL REPUBLICANISMO NOS LLEVA AL ABSURDO EN TODO.
¡VIVA CRISTO REY! ¡ARRIBA ESPAÑA! (siempre Reino y libre de perjuros, traidores y corruptos y confesionalmente católico).
Lee la respuesta al de arriba, súbdito, que eres un súbdito bobalicón.
AHORA TENDRIA QUE SER VICEPRESIDENTE DE TODO LO CREADO, SEAMOS REPUBLICANOS PARA TODO O PARA NADA. EL REPUBLICANISMO ES UNA NUEVA, GRAVISIMA Y ABSURDA DIVISION,DIVISION, DIVISION ENTRE LOS ESPAÑOLES, OTRA HECATOMBE. Incluso sospechosa de masónica. ¡VIVA CRISTO REY! ¡ARRIBA ESPAÑA! (siempre Reino y libre de perjuros, traidores y corruptos) y confesionalmente católica.
EN EL TRONO DEL REY SAN FERNANDO, DE LOS REYES CATOLICOS, DE FELIPE II ¿VAMOS A COLOCAR UN PRESIDENTE?. CUANDO ECHEMOS AL TRAIDOR PERJURO Y LE AJUSTEMOS LAS CUENTAS TENDREMOS QUE SEGUIR CON CAUDILLO O CON UNA SUCESION DE REGENTES DEL REINO, SI, SI, DEL GLORIOSO REINO DE ESPAÑA.
¡VIVA CRISTO REY! ¡ARRIBA ESPAÑA! (siempre Reino y libre de perjuros, traidores y corruptos) y confesionalmente católica.
No seamos hombres de poca fe, confiando solo en la razón (que es manipulable).
CAMBIEMOS PRIMERO DE VIDA LOS ESPAÑOLES MIRANDO A DIOS Y A SU IGLESIA (me refiero a la de Verdad no a la de pega). Por supuesto que al perjuro y traidor hay que ajustarle las cuentas, asignatura pendiente). Cambiándole la etiqueta al Estado no modificamos su contenido, ello sería una fantasía o una manipulación.
¡VIVA CRISTO REY! ¡ARRIBA ESPAÑA! (siempre Reino y libre de perjuros, traidores y corruptos) y confesionalmente católica.
Echarle la culpa al sistema de que esto no funcione o nos este llevando a la ruina ,espero que no sea para exculpar al monarca,porque decir que la monarquia es inutil es lo mismo que decir que la republica es inutil porque la segunda aqui fue un desastre.Independientemente de la conveniencia de un sistema u otro en un momento dado,lo importante no es el sistema,sino las personas que estan al frente,y es nuetro deber y el de las instituciones y el ejercito(si es que realmente funcionan y no estan tambien corrompidas)y pos supuesto es pueblo exigir responsabilidades y llevarlas ante… Leer más »
Yo creo que la responsabilidad de los problemas respecto al separatismo catalán corresponde al gobierno, no al rey, el gobierno de Zapatero fue el responsable del desastroso estatuto de autonomia catalán que se aprobó, con pareceres en contra dentro del propio PSOE. Yo creo que la deriva separatista del gobierno catalán debe ser afrontada por el actual gobierno, no por la corona. El actual gobierno tiene instrumentos legales de sobra para evitar el desastre.
La monarquía es un desastre y una antigualla, pero es que la III república la están pidiendo, los que ma´s se hacen oír, los payasos de los progres, esos imbéciles antipatriotas y traidores, debería ser una república patriótica o no ser nada
Vamos a ver imbécil yo no doy enlaces de nada no habras visto tu en ningún mensaje mio dar enlaces y no me vuelvas a faltar el respeto el único intoxicador eres tu que ves sionistas por todas partes del foro.ni vuelvas a dirigirte a mi y si no te vienes a Portugalete y lo hablamos y con personas como tu este medio tiene mucho que perder.kairu
Para el que firma “Herme” y utiliza un monton de pseudonimos mas y ademas manipula las votaciones: Donde he dicho yo que hayas dado enlaces, subnormal? lo que he dicho es que mencionaste un video de Youtube subtitulado a nuestro idioma de la intervencion de un diputado belga, lo mencionaste en este comentario tuyo de hace 8 dias: https://www.alertadigital.com/2014/02/14/belgica-aprueba-la-eutanasia-infantil/#comment-455935 el video del que hablas en ese comentario es este, subido a Youtube unas horas despues de que enviases ese comentario, es decir, cuando el video se estaba subtitulando todavia, porque ese fue el primer video subtitulado de esa intervencion de… Leer más »