Vicky Fernández López/Remitido.- Inocencia…pureza…calidez…perfeccion…humildad….dos angeles en toda su esencia.

A esa MADRE que le han arrebatado todo su mundo magico, toda su fantasia, toda la inocencia proporcionada, sus ganas de levantarse cada dia, todas sus ganas de vivir….TODA SU VIDA.

Qué cruel persona puede jugar con la vida de dos niños inofensivos con el objetivo de hacer daño a otra. Qué mediocridad y qué asco me da de esta sociedad donde arrebatar la vida no significa nada. ¿Cómo pudo mirar a la cara a esos niños y luego robarles su último suspiro?¿Cómo pudo llevarse con el fuego sus sonrisas, la pureza que les envolvia, la infancia que les tocaba….con qué derecho se los llevo? ¿Qué derecho tuvo para destrozar el vinculo tan extraordinario entre una madre y sus hijos? ¿Cuánta perversión y maldad corrían por esas venas?

Niños rodeados de ositos de peluches, de colores pastel, de almas puras y cristalinas, niños llenos de vida y él… sangre de su sangre les ha privado de todo eso.

Miedo…miedo me da del mundo en el que vivimos porque por muy increíble que nos parezca la persona menos esperada puede destrozarnos la vida de un plumazo. No se conforman con lo material sino que van más allá…capaces de jugar con la vida de las personas sin preocuparse por un momento de la angustia que dejan aquí, del sufrimiento que nos acarreará cada uno de nuestros días y sobre todo el sufrimiento de los que se lleva consigo con su ira…

Como madre tengo el alma encogido, el corazón lleno de lagrimas, no paro de pensar en esos niños… en ese momento en el que se debatían entre la vida y la muerte sin tener la esperanza de que los salvasen, como se aferrarían con su poca fuerza a la vida, como comprobarían que ese individuo para ellos su padre les estaba arrebatando la vida. No puedo evitar que se me salten las lagrimas. ¡Valiente hijo de puta sin escrúpulos!

Quiero darle mi más sentido pésame a esa madre valiente y luchadora que no paro ni un segundo hasta reencontrarse con sus hijos, aunque de la manera más dura que pudiese haber en esta vida. Ruth, tienes el cielo ganado.

Y a esos niños que hoy nos amparan desde el cielo con sus grandes alas blancas y de un blanco tan increíble que los destellos llegan hasta cada uno de nuestros corazones, al fin ya estáis a salvo. Ya nada ni nadie podrá haceros daño. Iluminarnos con vuestras bonitas sonrisas y tocarnos el corazón con vuestra pureza pues nosotros desde aquí rezaremos por vosotros y os recordaremos por siempre.

Descansaden paz lindos ángeles

Hoy nos hemos despertado sin esas risas que tanto llenan a un hogar de felicidad, hoy el cielo brilla más con dos ángeles puros e inocentes…

*Vicky Fernández es escritora e hija de Joaquín Fernández, notable humanista y gran activista en favor de los derechos sociales y laborales del colectivo de minusválidos.