Sam, un perro contra el alzheimer
El destino guardaba para Rick Phelps una maldición y un regalo. La primera fue quitarle la memoria con un alzheimer precoz que disuelve poco a poco todo su mundo.Se lo detectaron en 2010 a los 59 años. A cambio, le mandaría un compañero para ayudarle. Nadie se imaginaba que fuera un pastor alemán que se llama Sam, que tiene 14 meses y que se ha convertido en una suerte de ángel de la guarda peludo. Cuando este habitante de West Laffayette (al norte de Indianapolis, EE UU) se deja el coche en marcha, Sam le avisa de que lo apague.
Si en el parking no encuentra su todoterreno, Sam le dice donde está.Si por la noche no se ha puesto su parche de medicación, Sam le lame el hombro. Si se pierde, Sam lo busca por la ciudad y lo lleva a casa. Si alguien osa atacarle, le enseña los dientes. «Sam lo ha cambiado todo. Ha abierto puertas que pensaba que nunca más se volverían a abrir».
Desde que se enteró de que sufría la enfermedad, Rick Phelps se convirtió en un icono de los enfermos en EE UU. Fundó un grupo en Facebook y Twitter bajo el título Memory People (@memorypeople) destinado a concienciar sobre el alzheimer y a promover recursos para los enfermos. Según ha relatado en los medios estadounidenses, a raíz de uno de los comentarios, se puso en contacto con una organización de perros de terapia llamada Dogwish.
Un regalo anónimo
Al día siguiente, recibió una llamada con una noticia: una persona anónima había donado 8.000 dólares para formar un perro que le ayudase y así poder entrenar a ambos durante semanas en California. Lo primero que tuvo que hacer fue mandar ropa usada para que Sam se hiciera con su olor. Cuando se vieron por primera vez, ya se conocían. Entre toda la gente, el pastor alemán lo reconoció, se sentó frente a él y comenzó a lamerle.
Ahora son más que amigos.«No ha curado la enfermedad, pero ha cambiado mi vida», admite Phelps, que ha iniciado una campaña en Facebook para promover el uso de perros de asistencia para enfermos como él. Se llama Sam’s Place.
Qué historia tan conmovedora y tremendamente útil. En nuestra sociedad cada día hay más personas que desarrollan enfermedades degenerativas y que por ello necesitan un apoyo extra. Sam es el ejemplo de que el mejor amigo del hombre puede ocupar este espacio.
Es increíble ver lo que llegan a hacer estos animales considerados por algunos como impuros.
Siento lo de tu abuelo, luispihormiguero.
Muchas gracias.
El alzheimer es una enfermedad terrible. Mi abuelo murió de alzheimer.