La ‘Cristianodependencia’ aumenta en el Real Madrid
La ‘Cristianodependencia’ aumenta en el Real Madrid. El equipo blanco se impuso al Villarreal gracias al ‘hat-trick’ de Cristiano Ronaldo. El portugués volvió a ser una máquina perfecta. El único jugador que no perdió la cara al partido en los momentos complicados. El hombre que mantuvo a flote a su equipo cuando zozobraba ante la superioridad del Villarreal en la primera parte. Con actuaciones así, Cristiano le da la razón al presidente Florentino Pérez en su negativa de traer delanteros en invierno. Y es que él solito se las apañó para hacer caer a un rival de mucha calidad, que apuesta por un estilo de toque valiente y que tuvo contra las cuerdas al Madrid.
El Villarreal reivindicó el gran nivel de la Liga española en una época en la que se cuestiona su potencia por la gran superioridad de Barça y Madrid. El ‘submarino amarillo’ llegó al Santiago Bernabéu como tercer clasificado y dispuesto a lograr la primera victoria en ese feudo. Lo hizo casi todo bien en los primeros 45 minutos, donde se adelantó en dos ocasiones. En la segunda mitad se replegó en exceso y dejó la iniciativa a los locales. Unos errores que pagó con creces. El inicio del partido fue trepidante. El Villarreal ya avisó en el primer minuto con una jugada de tiralíneas que acabó con un disparo de Cazorla a córner. Un preámbulo del exquisito fútbol que el ‘submarino amarillo’ desplegaría al comienzo del choque. De la siguiente combinación surgió el primer gol. Se asociaron Cazorla, Rossi y Cani, que culminó la acción picando sutilmente el esférico ante la salida de Casillas.
Era un momento peligroso para el Madrid, que parecía asombrado de que alguien se atreviera a desafiarle de esa manera. Pero vino a rescatar a los blancos quien menos se esperaba: Benzema. El delantero francés aguantó un balón en la frontal del área ante la presión de hasta tres defensores y consiguió ceder la pelota a Ozil, que dio el pase de la muerte para que Cristiano marcase a placer. El tanto del portugués parecía llevar las aguas a su cauce.
Sin embargo, el Villarreal no varió un ápice su valiente estilo. Tenía la posesión del balón gracias a la clarividencia de Borja Valero, bien protegido por Bruno. Dos futbolistas a los que Del Bosque ya ha echado con acierto el anzuelo para la selección. En el Madrid, Lass y, sobre todo, Xabi Alonso estaban desaparecidos. Mourinho no paraba de dar órdenes desde el banquillo y de apuntar notas en su libreta. Sin duda, al técnico portugués no le gustaba nada lo que veía. El juego blanco se reducía a balones largos en busca de la velocidad de Cristiano o Di María. Pero éstos caían continuamente en fuera de juego por la adelantada defensa del Villarreal. Una medida arriesgada, pero que la concentración de la zaga ‘amarilla’ convirtió en muy efectiva.
Los visitantes triangulaban con facilidad y precisión imitando el alabado y aplaudido estilo del Barça. Incluso Bruno se disfrazó de Xavi para dar un pase al hueco que dejó a Marco Ruben sólo ante Casillas. El ariete batió al cancerbero blanco con una vaselina perfecta. El público del Bernabéu estaba atónito. No eran los únicos. Los jugadores del Madrid no sabían cómo frenar las acometidas del rival. Los locales aumentaron la presión y consiguieron que el Villarreal cediese parte de la posesión y buscase la contra. Al recuperar el balón, el Madrid tenía el dominio posicional, pero no creaba peligro. Diego López era un espectador más. Cuando todos pensaban en el descanso, el Madrid para buscar soluciones y el Villarreal para recobrar fuerzas, Cristiano cabeceó a la red una falta sacada por Xabi Alonso en el primer error defensivo del equipo de La Plana.
Otro partido
Tras la reanudación el partido cambió por completo. La reprimenda de Mourinho a sus jugadores surtió efecto y el Madrid se hizo con el control absoluto del encuentro. El técnico luso volvió a su doble pivote tradicional con la entrada de Khedira. Xabi Alonso se encontró más cómodo y dirigió el asedio blanco. Los locales cercaron al Villarreal, incapaz de salir de su área. Fue en ese momento cuando el Bernabéu echó en falta la pegada del lesionado Higuaín. Porque las ocasiones llegaron, pero Benzema las desaprovechó. El cuestionado ariete francés estaba tan ansioso por marcar que se precipitaba y caía en fuera de juego o no acertaba con el remate.
Pero a falta de otros delanteros apareció el de siempre: Cristiano. El extremo luso tiró de casta para lograr el tercero con un tiro a la media vuelta en la que los ‘amarillos’ reclamaron posición ilegal del portugués. Sin tiempo para reaccionar, Kaká logró el cuarto y la sentencia tras rematar un centro de Cristiano. El tanto del brasileño desató la locura en el Bernabéu, que se trasladó al banquillo blanco cuando Mourinho, en un gesto muy feo y provocador, fue a celebrar el gol delante de la caseta del Villarreal. Una acción que ensombreció en parte la épica victoria de los locales.