Enrique López Bermejo.- El poderoso “lobby” izquierdista norteamericano, entregado en cuerpo y alma al mulato Hussein Barak Bobama, dispara sus últimos cartuchos para favorecer su reelección. Hablan de un supuesto “racismo” de los blancos que prefieren votar al candidato republicano por ser blanco. Curiosamente estos “giliprogres” no dicen nada de los negros y sudamericanos que votan masivamente a su amado “Bobama” solo por ser medio negro, sin pararse a pensar en su radical discurso izquierdista.

Es decir, que cuando un blanco vota por uno de su raza es “racismo” y por contra no es racista cuando el no-blanco vota por otro no-blanco. Esta es la “coherencia” de la ‘izquierda caviar’.

“Coherencia” que se extiende a España donde muchos apoyan al “moreno” precisamente por el color de su piel. Algunos incluso lo llegan a considerar la mejor baza para los intereses españoles y europeos, lo cual es el colmo de la inocencia. Gane quien gane Europa, y mas aún España, le importará un bledo. Para los yanquis, cuanto peor vaya Europa, mejor para ellos; cuanto más arruinada esté Europa, mejor irán sus negocios y más subirá el dolar.

No es que lo diga y lo crea yo. Es la Historia. Cuando Los Estados Unidos intervinieron en la I Guerra Mundial, la consecuencia fueron los famosos Puntos de Wilson que supusieron: la consolidación de la revolución bolchevique en Rusia, la aniquilación del católico Imperio Autro-Hungaro, la laminación del Imperio alemán (semilla de la II G.M.), el nacimiento de nuevas naciones sin ninguna consistencia ni justificación histórica y un “nuevo orden-desorden”, que supuso la ruína de Europa y el nacimiento del Imperio yanqui.

No mejores fueron las consecuencias de su injerencia en la II Guerra Mundial. Entregando media Europa a las garras asesinas de Stalin, con los resultados ya conocidos de decenas de millones de muertos y exiliados y poniendo las bases de la destrucción de los grandes imperios francés y británico en Asia y Africa, además del empobrecimiento de Europa y el reparto del mundo entre los Estados Unidos y su enemiga/cómplice Unión Sovietica. Y así hasta nuestros dias.

De manera que gane quien gane a Europa le va poco en ello. Si bien el menos malo, sobre todo cuando el malo es Bobama, está claro quién es. Así que pierda el “moreno” y gane su rival.