Queman un perro atado a una valla en un solar de Benimàmet (Valencia)
«Lucho por él y no he pensado en ningún momento en sacrificarlo. Como se quede, me da igual». Esa es la respuesta que dio Aránzazu Gómez al tremendo acto de salvajismo cometido con su perro ‘Tidus’, una mezcla de pastor belga de 14 meses y que sufrió quemaduras de primer y segundo grado en buena parte de su cuerpo al ser torturado en un solar de la pedanía valenciana de Benimàmet.
Los hechos ocurrieron el pasado día 13 por la noche, martes para cumplir así con la mala suerte del calendario. Aránzazu paseaba a ‘Tidus’ en el parque Camales junto a su hijo de seis años cuando el perro se escapó al pegar un tirón a la correa. Adoptado el pasado mes de abril en el refugio municipal de Benimàmet, su conducta ha sido siempre correcta, aunque tiene la costumbre de meterse debajo de los coches aparcados cuando encuentra comida que dejan los vecinos para los gatos.
Aránzazu tiene lastimado el pie izquierdo. Es más, está pendiente de una operación, por lo que no puso salir detrás del perro. «Alguna que otra vez lo había hecho y por eso primero dejé a mi hijo con mi madre, para volver después a la calle a buscarlo». ‘Tidus’ se escapó a las ocho y media de la tarde. Menos de dos horas después, lo encontró a unos 70 metros de la estación del metro de Canterería, en las inmediaciones del nuevo centro comercial que se construye junto a la autovía de Llíria.
«El animal estaba llorando y desesperado. Las llamas ya estaban apagadas y todavía no sé qué emplearon, creo que no era gasolina sino otra cosa». El perro seguía atado con la correa a una valla metálica, incapaz de estarse quieto por el dolor de las quemaduras.
«Nada más soltarlo se escapó de la desesperación que tenía». Cuando se hizo con él otra vez, lo llevó a casa y le aplicó una toalla empapada en agua para calmarle el fuego que le salía de la piel quemada.
Como Aránzazu no sabía muy bien qué hacer, actuó como cualquier persona en su lugar, dándole un poco de Dalsy de su hijo y hasta una pastilla para ayudarle a dormir. Al día siguiente lo llevó al refugio de Benimàmet donde le hicieron las primeras curas.
Desde entonces, se encarga del animal y piensa recuperarlo hasta que esté sano del todo. Cada día le desinfecta las heridas con agua oxigenada, lo seca y le aplica una pomada antibiótica. «También le doy Nolotyl y otro antibiótico cada doce horas».
De momento está descartado que baje a la calle. «Se le podrían infectar las heridas», indicó, por lo que el perro hace sus necesidades en una habitación. El mismo día que volvió del refugio municipal, acudió a un retén de la Policía Local de Burjassot para presentar una denuncia contra este acto de tortura.
Esperanzas de que atrapen a los culpables tiene pocas, aunque sí que circulan comentarios en el barrio acerca de una pandilla de menores que apedreó a un gato y que incluso molestó a un mendigo.
Amparo Requena, portavoz de la Protectora Modepran, entidad que gestiona las instalaciones municipales donde se recogen perros y gatos abandonados y callejeros, dijo sobre esto que los padres de los culpables podrían enfrentarse a una sanción de hasta 18.000 euros.
«Vamos a hacer un seguimiento de la investigación policial y si, finalmente, se llega hasta los culpables, abriremos la vía penal».
Aránzazu se quedó hace dos meses un perro en acogida, un mestizo de nueve meses y llamado ‘Ossi’, que también fue torturado. En su caso, lo tenían con el hocico cerrado con una cuerda y enjaulado en una caja de pequeñas dimensiones. «Estaba en una casa de okupas y se lo dejaron. Tenía la mitad del cuerpo inmovilizado y sin pelo. Ahora va mejor, aunque cuando hace frío tengo que llevarlo en brazos».
Pobrecito animal, que dolores tan terribles tendria. Eso les aria yo a ellos ,quemarlos vivos, eso no son personas son Gentuza.
Solo las malas bestias disfrutan haciendo daño, como dice Hermes abajo sería estupendo que algún día necesitara la ayuda de un perro y este se les meara encima.
ESTAS COSTUMBRES DE ODIO Y MALTRATO A LOS ANIMALES me recuerda que los muslimen tienen fobia a los perros
Ley del Talión.
¡Joderrrrr…!,en cuanto he leído el titular se me ha parado el pelo del cogote y he echado mano a la defensa buffffff…Dios,permíteme un encuentro con esta”gente”en un local cerrado,sólo una horita,por favor…
A los hijos de la grandísima puta que hicieron esto habría que estabularlos en campos de concentración y aniquilarlos por criterios industriales, no sin antes sacarles los ojos con una espátula y la lengua con unos alicates.
CARCEL PARA ESOS CABRONES QUE QUEMARON AL POBRE PERRO SON CRIMINALES EN POTENCIA ,SI HACEN ESTO CON UN ANIMAL SE TRATA DE ENFERMOS SICOTICOS ,QUE CON EL TIEMPO PODRIAN HACER LO MISMO CON PERSONA .
¡¡¡De que nos vamos a extrañar, si asesinan a millones de niños en los vientres de sus madres, como se van a apiadar de un perro. Hijos de puerca.¡¡¡
Al hijo de la gran puta o quienes lo hayan hecho habria que despellejarlos vivos y rociarlos con sal y despues quemarlos en la hoguera. Me cago en sus muertos.
Vaya sociedad avanzada que nos ha dejado la burlocracia….
Al menos antes a estos salvajes se les ponía mirando pa Cuenca. Ahora se les mete en hoteles de 5 estrellas y se les trata poco menos que como a héroes y víctimas del sistema.
Porca burlocracia…
yo he pensado siempre “quien maltrata a un animal, no es buena persona”
P.D. Agradeceros vuestra sensibilidad al exponer noticias como estas, es una manera de colaborar y dar a conocer para que todo el mundo sepa y pueda ayudar.
Cuanto HIJO DE PUTA hay suelto, como se puede tener tan malos sentimientos y hacerle tanto daño a un animal indefenso, hay que averiguar quienes son estos cabrones, el seprona debe de tener la denuncia de su dueña, y en caso de encontrarlos que lo paguen con prisión, los animalistas estamos al tanto, y esto no se va a quedar así.
La única justicia, quemar a estos homínidos.
Quemarlos a fuego lento, que sufran, griten, lloren, huelan su propia piel quemada,
que sean conscientes que van a morir y nadie se apiadará.
Lo poco que quede, si queda algo, para que lo coman los cerdos, que me perdonen si se les indigesta.
Que magnífico sería que esos cabrones se quedaran una vez atrapados entre escombros o sepultados bajo una avalancha de nieve, y que los perros de rescate se les mearan encima y los dejaran a su suerte…