Gerard Bellalta, presidente de ‘Catalunya Desperta ya’ (Cataluña despierta ya), analiza los resultados de las elecciones catalanas y opina que la pérdida de votos y escaños de CiU desacredita a Artur Mas para gobernar. Bellalta cree imprescindible que Mas recule en su pretensión de someter a referéndum la independencia de Cataluña y, en caso, contrario, apoya sin ambages la intervención del Ejército en su comunidad autónoma.

-¿Cuál es su primera lectura de los resultados electorales en su región?

Mas, en su tardía comparecencia en la noche del domingo, no asumió con claridad la responsabilidad de la estrepitosa derrota que ha sufrido. Derrota que ha supuesto un despilfarro al convocar unas elecciones innecesarias, derrota que ha debilitado a CiU y ha convertido a Esquerra en la gran protagonista de la política catalana. Artur Mas no puede seguir más tiempo al frente ni de la coalición ni del Gobierno de Cataluña. El futuro gobierno de la Comunidad Autónoma pasa por sus siglas pero no por su persona.

-¿Es Artur Mas un líder políticamente amortizado?

En Convergencia y especialmente en Unió es la hora de los cambios. Su liderazgo depende de la rapidez con la que se deshagan del discurso independentista, como en su momento hizo el PNV con Ibarretxe. Gobernar con el apoyo de Esquerra sería seguir perdiendo terreno a favor de su competencia directa. También deberían tomar nota los socialistas que han perdido apoyo en beneficio de Ciudadanos por su coqueteo con el nacionalismo.

-¿Con quién cree entonces que pactará CiU?

Lo más razonable es que CiU mirase ahora hace el PSC y hacia el PP para asegurar la gobernabilidad. Si al final se inclina por el PSC tendría que volver a ser el partido que fue antes del tripartito, por el interés general y por su propio futuro. No es descartable que el apoyo venga del PP si CiU abandona la aventura independentista. Los populares, en cualquier caso, tienen que hacer desde Madrid una propuesta creativa de modelo territorial y de financiación para recuperar a una parte de la sociedad catalana que no se reconoce en el actual marco institucional.

-Y en el caso de que Artur Mas siga adelante con su aventura secesionista, ¿qué hacer?

Entonces solo cabría la respuesta clara y terminante del Gobierno central, que pasaría de forma obligada por la aplicación del artículo 155 de la Constitución o, en su defecto, del artículo 8. Es decir, que las Fuerzas Armadas garanticen la soberanía e independencia de España y defienda su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

-¿Lo aceptaría la población catalana?

Le aseguro que ante una situación límite que hiciera imprescindible la entrada del Ejército en Cataluña, más de dos millones de catalanes saldríamos a la calle a recibirle con flores. Para muchos catalanes, el Ejército ya es la única garantía para el establecimiento de la paz social y el cumplimiento de la legalidad vigente. Muchos catalanes estamos hartos del matonismo de los nacionalistas radicales y colaboraremos con cualquier medida que sirva para ponerlos a buen recaudo.

-¿Se corre el riesgo de un enfrentamiento civil entre catalanes?

Ya existe, aunque esté siendo ocultado por los medios informativos que están al servicio del nacionalismo. Le aseguro que, como dijo el coronel Alamán, miles de catalanes estaríamos dispuestos a morir por España antes de permitir su ruptura. Nosotros tenemos ideales trascendentes que confieren a la muerte un valor distinto al que le dan ellos. Por consiguiente, si llega el momento, nos tendrán enfrente con todas las consecuencias.

Fíjese si España sigue viva en los corazones de los catalanes que, pese a décadas de adoctrinamiento nacionalista en las escuelas y en los medios informativos; pese a que han patrimonializado todos los sectores claves de la vida catalana, desde orfeones a clubes de fútbol, no han logrado que las urnas dicten sentencia en favor de sus planes separatistas.