“De repente mis ojos se pusieron en blanco, dicen los médicos que se me fueron para atrás, en ese instante sentí que algo se desprendió de mi cuerpo, y fue cuando vi unos palacios color rosa, después mi alma regresó de nuevo al quirófano”, indica el señor Víctor Manuel Pedrero Gómez.

El abogado de profesión narra que tres días después de salir de lo que él describe como la sala fría, a eso de las dos de la mañana fue recobrando el sentido lentamente, y fue cuando vio una luz blanca, un resplandor que dibujaba la cara de Jesús Cristo. “En ese momento me confesé con él y me dio por llorar… y llorar como un niño, por lo menos unos 15 minutos”. Comenta que sintió un desahogo, toda enfermedad había desaparecido, sus manos tuvieron más movimientos, y su ser estaba en paz.

Lo observo, consigo trae una guayabera café y el anillo de graduación del cual se siente orgulloso, sentado en un sillón de cuero, afirma: “hoy valoro más la vida, porque sé que hay algo más allá, está un ser superior… yo lo sentí”.

Dice que todo sucedió en el año de 1993, “tuve problemas en la próstata, se me complicó porque no eliminaba la orina y la sangre en un 70% estaba envenenada”.

“Mi esposa me dializaba cada seis horas, llegó el grado en que me sentí un poco bien y pregunté por mi alta, y un médico me dijo: hasta que le donen un riñón”.

“Hoy a mis 78 años después de esa confesión que tuve con Dios en aquella madrugada, no tengo nada, los dolores se fueron… para mí, ¡esto es un verdadero milagro!”.

Al cuestionarle sobre el significado de la vida, explica: “para mí es lo más bello que Dios nos ha dado, a veces confundimos que estamos aquí para adquirir bienes, y no es así, el Señor nos manda a vivir”. En contraparte dijo que “la muerte es la transición de la vida, es reunirse con Cristo, si nos perdona tanta maldad, lo menos que debemos hacer es agradecerle, y cuando él lo disponga es el mejor momento para morir”.

Recomendó que debemos de vivir en armonía, buscar la paz espiritual, estar tranquilos, aceptar lo que Dios nos da.

Ahora lamenta que sea su esposa quien desde hace cuatro meses esté en cama debido a una caída donde se fracturó la tibia y el peroné, pero, señala, con oraciones y mucha fe saldrá adelante.