El esperpento democrático que no cesa: Un guardia civil mata a su ex novio en un gimnasio tras una disputa por celos
EM.- Una disputa por celos parece haber sido el origen de la tragedia. Un guardia civil ha matado este martes por la tarde a su ex pareja en un gimnasio del madrileño barrio de Chamartín, según fuentes policiales. El presunto agresor, identificado como el sargento de la Guardia Civil Ángel Luis J.T., ha intentado suicidarse.
El fallecido -Marcos Hernández, que era socorrista en la piscina del gimnasio- recibió cinco disparos en el cuerpo y uno en la cabeza. El hombre ya había muerto cuando llegaron los servicios de emergencias.
Sí han conseguido estabilizar a presunto agresor, que presentaba un tiro en la frente. Tras realizar la asistencia de urgencia, el hombre ha sido trasladado en estado crítico pero estable al Hospital Gregorio Marañón.
Todo apunta a que el guardia civil -destinado en el servicio de material móvil de la Guardia Civil de Príncipe de Vergara, donde era conductor de los autobuses que trasladan a los presos de la cárcel al juzgado- se ha intentado suicidar tras matar a su ex pareja.
Dos armas
El supuesto autor de los disparos portaba dos armas de fuego, un revólver y una pistola Beretta . El agente, de 45 años, tenía las dos armas registradas a su nombre. Al parecer, el fallecido había dejado a Ángel Luis y ahora tenía una nueva pareja.
Las primeras hipótesis apuntan a que el guardia civil ha acudido al gimnasio a ver a su ex pareja. Después, se produjo la discusión y el tiroteo.
Según un testigo, el tiroteo se ha producido en la planta intermedia del gimnasio (que tiene tres plantas), en el vestuario masculino.
“La gente corría por las escaleras”
La sala del 091 ha recibido una llamada a las 16.40 horas en la que se alertaba de que se había producido un tiroteo en el interior de un gimnasio ubicado en la avenida de la República Dominicana número 8. El centro pertenece a la cadena Holiday Gym.
“La gente corría por las escaleras vistiéndose”, ha relatado un testigo. Muchos usuarios pensaban que los ruidos -como “martillazos”- eran obras en las instalaciones, hasta que vieron cómo algunos socios corrían por las escaleras vistiéndose sobre la marcha y alertando de un tiroteo en el vestuario.
De acuerdo con los testimonios, se escucharon varios golpes o detonaciones, unos cinco o seis al principio, y después de una pausa otro más.
Al gimnasio se han desplazado varios radiopatrullas del GAC de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, los servicios sanitarios, miembros de la Policía Científica para realizar la inspección ocular, así como agentes del grupo V de Homicidio de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, que se encarga de las investigaciones.
¿Esto es violencia de género? ¿Violencia machista de un hombre contra otro hombre que era su novio -relación sentimental-?
A ver, a ver la ministrilla Ana Mato qué dice.