AL-ÁNDALUS CONTRA ESPAÑA
LTY.- El proyecto sionista de un Hogar Judío en Palestina, materializado en 1948 con la creación del Estado de Israel, guarda un llamativo parecido con el objetivo islamista de reconquistar Al-Ándalus.
El paralelismo que se puede trazar entre ambas historias, una ya escrita y la otra escribiéndose, merece ser tenido en cuenta. Es necesario resaltar las analogías que dan alguna credibilidad a esta comparación y pueden ofrecer alguna lección acerca de acontecimientos en curso.
El regreso judío a Tierra Santa ocurre en circunstancias muy distintas al retorno del islam a España; el marco histórico, el entorno cultural y los actores en escena son sin duda muy diferentes. Pero lo que importa es desentrañar el mecanismo de esa reconquista soñada, el andamiaje mental de sus promotores, la “carpintería” ideológica y política de esa empresa, que ha pasado del tereno de la retórica estéril al de la acción concreta, y comprender el cómo y el porqué de este movimiento que busca el reencuentro con una historia truncada, la recuperación de un tiempo perdido y la restauración de un orden quebrantado.
A partir del 1º Congreso de Basilea (1897), el movimiento sionista impulsa una corriente migratoria hacia Palestina, lenta al principio, pero continua, sin violencia ni ruido, comprando tierras, instalándose de a poco, echando raíces, con la mirada puesta en el porvenir. Segura y tranquila, la empresa colonial iba afianzándose, dando pasos sin retroceder. La Segunda Guerra Mundial vendría a dar un empuje decisivo a la emigración judía hacia una tierra a la que los sionistas creian tener derecho por haber soñado con ella durante siglos de exilio y por haber sido el centro de su apogeo histórico como pueblo en épocas remotas pero no olvidadas
El radicalismo musulmán de este milenio recién comenzado ambiciona recuperar la joya de la época dorada de un islam otrora poderoso y dominador, con la vuelta a un Al-Ándalus mitificado como el Paraíso Perdido a manos de unos infieles que usurpan desde entonces una sagrada parcela del imperio terrenal del verdadero Díos Alá. De la misma manera que para los sionistas los árabes de su Tierra Prometida eran considerados intrusos que estuvieron viviendo sobre suelo judío durante la larga ausencia de sus legítimos dueños, gozando de un privilegio indebido, así los españoles no somos, a los ojos del integrismo islámico, otra cosa que los ocupantes extranjeros de una propiedad expoliada que les pertenece.
Los judíos no se ven como usurpadores que se han apoderado de un país ajeno; por el contrario se consideran los verdaderos amos de un territorio del que fueron antaño expulsados injustamente, y que después de mucho tiempo han logrado recuperar. Según esa versión, el pueblo judío ha retomado el control de su hogar ocupado ilegítimamente por extraños. La mentalidad de los islamistas respecto de lo que ellos siguen denominando Al-Ándalus es básicamente la misma: los españoles son intrusos que han desposeído con violencia a los musulmanes de su patria y han completado la fechoría con su expulsión y deportación de un solar que consideran suyo para siempre. En ambos casos el movimiento reviste un carácter mesiánico e irracional en sus fundamentos sicológicos y morales, y el “regreso a casa” es percibido como un acto de estricta justicia: una reparación histórica, un derecho de naturaleza divina, la voluntad cumplida de un Díos celoso y justiciero que no abandona a los suyos (dos ejemplos de un idéntico universo moral de matriz semítica).
Hace poco más de 100 años la propuesta de crear un Jüdenstaat en Palestina contaba con más detractores que partidarios y provocaba más escepticismo que entusiasmo entre judíos y no-judíos, y los profetas del retorno a Sión eran vistos como unos soñadores excéntricos más dignos de lástima que de crédito. El tiempo ha demostrado que las utopías pueden ser disparatadas pero no irrealizables. No caígamos nosotros en el error de minimizar el peligro que encierra actualmente el islam para nuestra seguridad y la amenaza cierta que significa para nuestra continuidad nacional.
En el año 1900 había apenas un puñado de judíos en Palestina, un porcentaje insignificante de la población total. Es posible que hubiese en aquellos tiempos del Imperio Otomano más funcionarios y soldados turcos en Tierra Santa que hebreos. En menos de cinco décadas la demografía del país experimentó un cambio drástico, llevando la población judía a un punto de relativa igualdad numérica (o cuanto menos de aproximación) con la población árabe.
En ese momento los sionistas pudieron llevar a cabo, con los poderosos apoyos externos de las naciones favorables a sus designios, su plan largamente elaborado de apoderarse por la fuerza de la tierra que codiciaban para instaurar el Estado tanto tiempo soñado. Aquella idea descabellada de un Estado judío en Oriente Medio se había hecho realidad, la promesa se había cumplido. La llegada masiva de inmigrantes judíos en los años previos al desencadenamiento de las hostilidades entre los antiguos ocupantes y los recién llegados fue decisiva para la resolución favorable del conflicto a los planes sionistas. Sin una masa compacta judía que pudiera contrarrestar el elemento autóctono en el momento determinante del asalto final en pos de la meta fijada, los recursos económicos del judaísmo y el respaldo diplomático de las potencias aliadas no hubiera servido de mucho.
El dramático aumento de la población musulmana en España en los últimos años (crecimiento que no parece que vaya a remitir, sino que tiende a acentuarse) corre parejo con la existencia de una voluntad, cada vez menos oculta, de recuperar el control sobre Al-Ándalus por parte de sus “auténticos dueños”, arrebatarla de las manos de los cristianos que llevan siglos de injusta ocupación. Al igual que los judíos en Palestina, los musulmanes de hoy llegan a España empujados por circunstancias que impulsan y favorecen esa inmigración y sirven de excusa y de tapadera al objetivo subterráneo de esta corriente, ayudando a enmascarar el sentido verdadero de esta invasión: persecución en el caso judío, pobreza en el caso de este aluvión musulmán. Así el propósito colonizador queda disimulado bajo la coartada de la necesidad. Pero el objetivo final, en ambos casos no es (no era) la mera búsqueda de mejoras en las condiciones de existencia de poblaciones en situación de emergencia, sino de apropiarse, a la larga y contando con el peso numérico y la violencia llegado el momento, de la tierra a la que arriban (arribaban), considerada suya desde antes incluso de poner pie en ella.
El hambre empuja a los moros hacia España, pero no es sólo un hambre física, un apetito insaciable de bienes, comodidades y ventajas que pretenden obtener de sus forzados anfitriones, sino un hambre de poder y dominación excitada por las arengas de sus imanes y líderes políticos. “Nosotros hemos llegado en patera, pero vosotros os ireís a nado”: esta cínica y brutal amenaza que corre por ahí no es ninguna leyenda urbana, sino una advertencia que piensan llevar a cabo quienes la profieren, y que en todo caso expresa gráficamente y sin complejos el fondo inequívoco de sus intenciones de dominio sobre lo que ambicionan y codician.
Cuando los sionistas fueron lo suficientemente numerosos y fuertes en Palestina, cuando el factor demográfico alcanzó un punto favorable al elemento judío (junto con otros factores no menos importantes), éste, valiéndose de la nueva situación que había subvertido en pocos años el equilibrio entre las dos comunidades, emparejándolas en tamaño, declaró para sí, en virtud del derecho del más fuerte, la propiedad de una tierra a la que había llegado hacia poco como extranjero y como refugiado. Esto es lo que pasó en Palestina en el siglo pasado, y esto, con todas las diferencias y particularidades del caso, es lo que se está gestando en España. Toda la franja mediterránea, desde el campo de Gibraltar hasta la frontera francesa, se ha convertido en zona de colonización musulmana. El interior tampoco se libra de este fenómeno. En algunos años los moros serán millones. Ya se sienten en casa y así lo manifiestan a diario con creciente ostentación y descaro. El sueño extravagante de un Al-Ándalus recobrado aparece cada día menos como una quimera que como una posibilidad real.
Obviamente hemos simplificado mucho a la hora de establecer los detalles de este cuadro comparativo, dibujando con trazos gruesos los puntos de similitud entre ambos episodios. La historia del caso israelo-palestino debe servirnos para entender, a través de la observación de un hecho pasado, con otros actores, en otro tiempo y en un escenario distinto, lo que a su vez nos puede pasar a nosotros en el teatro de nuestra propia realidad.
Estamos ante una empresa de conquista (o de “reconquista”, según la óptica y la lógica musulmanas). Su herramienta principal parar alcanzar el éxito de esta proyecto es el factor demográfico, el arma poblacional: invasión + reproducción, una inmigración descontrolada y una natalidad desaforada. Se trata de traer a España cuantos más musulmanes mejor, y que una vez instalados aquí estos se reproduzcan sin freno ni medida hasta saturar el país de acogida. No podemos albergar duda alguna sobre este particular: los moros que pululan por los cuatro puntos cardinales de nuestra geografía no están aquí como amigos, no llegan para nuestro bien y no vienen de paso ni piensan volver hacia atrás.
Su objetivo es una expansión demogáfica arrolladora y plantearnos, con el respaldo de una masa avasalladora, un desafío frontal de tal calibre, que no estemos en condiciones de contrarrestar con medios pacíficos. y que, llegados al umbral inevitable de la confrontación abierta, una población musulmana de notable envergadura, adoctrinada y decidida nos pueda doblegar. Cuando los musulmanes consideren que han alcanzado el peso numérico suficiente y acumulado la fuerza necesaria para forzar la situación y torcernos el brazo, entonces su audacia y su agresividad no conocerán límites y apoyarán sus exigencias y sus reivindicaciones con el chantaje, las amenazas y la violencia. Todas las ciudades españolas están, unas más que otras, plagadas de moros, y nos aventuramos a afirmar que en cada una de ellas hay un destacamento de “soldados de Alá” dispuestos a salir a la calle a la orden de sus líderes. Toda comunidad musulmana en tierra del infiel es un ejército durmiente que espera la señal para ponerse en movimiento y entrar en acción.
Durante siglos, los judíos salmodiaron su añoranza por la Tierra Prometida y perdida desde todas las esquinas de su dispersión. Pero detrás de esta invocación ritual no hubo durante muchos siglos una voluntad ni un proyecto concreto de llevar a cabo una restauración de la Casa de Judá. El deseo de volver a Jerusalén era la expresión de una nostalgia por la gloria pasada, y también el lamento de un pueblo que siempre se supo extranjero en la casa de los demás, donde raramente fue bienvenido o bien considerado. En los inicios del movimiento sionista no fueron pocos los que se opusieron a ese proyecto ni los que descreyeron de la posibilidad de materializarlo. La voluntad y los medios puestos en acción vencieron todos los obstáculos y las dificultades y se creó el Estado de Israel.
La leyenda de Al-Ándalus no es ya objeto de una vana y melancólica retórica ni de ensoñaciones místicas y poéticas. Es una empresa política coherente con la situación presente y las perspectivas futuras y con la actual dinámica expansionista del islam. Es un plan perfectamente diseñado y existe la voluntad y los medios (y añadiremos que las complicidades también) para llevarlo a cabo. El millón y medio de musulmanes que se encuentran ya sobre suelo español constituye la cabeza de puente del ejército de ocupación que espera al otro lado del Estrecho, la avanzadilla del renacimiento de Al-Ándalus, los cimientos de la rehabilitación del islam sobre una tierra enajenada y ocupada por un enemigo que hay que combatir y desalojar. Quien no lo perciba así, no entiende nada de lo que está pasando en España.
Las diferencias manifiestas entre los dos casos observados no deben hacernos minusvalorar las analogías ciertas que existen entre ambos movimientos. Se trata de crear una “nueva realidad”, fortalecerla, hacerla irreversible, imponerla mediante una política de hechos consumados, y en el momento oportuno, cuando la suma de fuerzas disponibles, de circunstancias idóneas y de expectativas favorables hagan viable el paso a una fase superior de confrontación con esperanzas de victoria, lanzar un asalto final, echar un pulso definitivo, plantear un desafío masivo a un enemigo debilitado, desmoralizado, confuso, sin ideales ni jefes.
El regreso del islam, plantando de nuevo la bandera del creciente en suelo español, es un hecho innegable y evidente. Queda por ver si seremos capaces de oponernos con éxito a esta empresa de conquista y dominación. Pero que nadie piense que habrá más oportunidades si perdemos esta batalla. Toda flaqueza, toda debilidad, toda indecisión, se convertirá en una derrota sin remedio. No hay margen para el error. Todo compromiso con este enemigo implacable será el afilado cuchillo que la víctima le tiende a su verdugo.
Vuelve el pasado a España, lo peor de su pasado. Las pútridas exhalaciones que emponzoñan el aire hasta hacerlo irrespirable proclaman ya la marcha triunfante de un islam resurgido del albañal de la Historia para reeditar sus crímenes contra el progreso y la razón. ¿Despertaremos a tiempo o abriremos los ojos justo el día de nuestro fatídico final?
Es un despropósito y una paja mental el pretender justificar invadir un territorio anteriormente invadido en aras a una supuesta pertenencia, por esa regla de tres, que Europa reclame las colonias que tuvo antaño, y muy en particular, España, que reclame el norte de África, a ver donde se iba a meter ese morocoloco. Para estos moros, cualquier excusa o idea por descabellada que sea sirve para justificar sus ladinas acciones, de nosotros está poner remedio a esto de manera radical.
Nassim Ben Iman es uno de los más conocidos apóstatas del Islam en Alemania, y recientemente ha escrito un libro basado en sus propias experiencias titulado: “Der wahre Feind…warum ich kein Terrorist geworden bin” – „El enemigo real… porqué no me convertí en un terrorista”. Este ex musulmán de procedencia árabe tiene mucho que decir, y nos ofrece una vision profunda acerca de la más “pacífica” de las religiones. Consiguió desvincularse de la estricta indoctrinación islámica, y revela crudas verdades como por ejemplo que “cada musulmán es un terrorista en potencia”. Hemos seleccionado los puntos más importantes de una extensa… Leer más »
Una judía habla de al-andalus
http://www.youtube.com/watch?v=KHakPc4a8Qc
Esto mismo sucedió con el robo de kosovo a Serbia , a manos de la chusma albanesa , cuya puntilla fue el ataque de la OTAN para robar Kosovo a sus legítimos dueños : Serbia .
La única versión de la patraña de la Tierra Prometida es un genocidio y un expolio. Los judíos honestos lo reconocen. No lo pongo todo por que con una parte es suficiente: The Jews say what our own Press is too gutless to say about Palastine Los Judíos dicen lo que nuestra Prensa es no tiene agallas para decir acerca Palestina. “We must expel Arabs and take their places.” — David Ben Gurion, 1937, Ben Gurion and the Palestine Arabs, Oxford University Press, 1985. Hemos de expulsar a los Árabes y tomar sus lugares.” – David Ben Gurion, 1937, Ben… Leer más »
El Islamismo no tiene objetivo alguno, porque no es más que una herramienta del SIonismo Internacional, y la propaganda de estos últimos va estupendamente, la psicosis islamofoba que sufre Europa lo demuestra. Como se nota que fueron judíos los creadores de la psicologia.
Permiteme que te recuerde que no estamos a 28 de diciembre, hoy no son los inocentes, porque decir que el islamismo no tiene objetivo es que…..vamos, que no somos inocentes…..
No se porque se flipan tanto con Al-Andalus, una región que era étnicamente homogénea, 99% étnicamente hispana, sólo en la élite dirigente habia algunos árabes y en sus esquadras soldados de algunos berberes. O sea, hay más moros ahora de los que jamás ha habido. Además mucho de los antiguos gobernadores de la élite previa, o sea, del reinado Visigodo, se conviertieron al Islam (cambiandose el nombre por uno árabe) para así mantener sus poderes.
Pero cuánto analfabeto suelto !!! El nombre de Al Andalus es la deformación de Vándalus (tierra de los Vándalos), pueblo de origen centroeuropeo que pobló el sur de la península ibérica y el norte de Africa durante unos dos siglos después de la caída del imperio romano. Su capital estaba en lo que hoy es Túnez. Los Suevos poblaron lo que hoy es Galicia. Fijáos si traían cultura esos moros, que creían que Hispania era una isla?¿?¿?. De hecho la llamaron Alguecirat (la isla) en cuanto pusieron sus pinreles aquí. Ésto es la actual Algeciras, y no parece que tenga… Leer más »
“Sólo hay que volver a pedalear con fuerza.”
Eres un perderdor…
y jamás entenderás a que me refiero, por eso mismo lo eres.
Kanina
A mi me daria verguenza pertenecer a una SECTA DIABOLICA.
De todas maneras no te preocupes que Dios os lo cobrara despues, el daño que estais haciendo. Hay castigo para vosotros o te piensas que te libraras por mucho que llames a mahoma.
Yo no estoy haciendo ningún daño, en todo caso me lo están haciendo a mi.
Espero que le quiten la nacionalidad a estos parásitos.
Yo por lo menos votare al que mas se acerque a eso entre otras cosas.
No quiero profundizar en un tema tan manido, como lo es el mundo musulmán.- Se dijo en la Edad Media “que por la cardad entró la peste”.- Esto es exactamente lo que nos puede pasar.- A la Europa indulgente le va a pasar, lo que le pasó al imperio romano, “que dejaron entrar a los bárbaros de las fronteras como mano de obra barata,… y cuando quisieron darse cuenta, las huestes de Alarico habían invadido una parte de Italia, los francos la Galia, visigodos suevos vándalos la península ibérica, etc. Entre bueno y tonto, a veces la distancia es mínima… Leer más »
La caridad mal entendida es en sí una peste.
Pero no fué Franco quien se trajo a los moros para combatir a la República ?
si, es verdad , antes de franco nunca hubo moros en españa.
Al-Andalus era españa, y sus habitanes eran españoles de religion musulmana, pero cuando los cristianos conquistaron el poder, les bautizaron con el nombre de moriscos, les echaron de sus casas y de sus tierras por el simple echo d ser musulmanes. jamas hubo invasion musulmana en españa, lo que hubo es que los españoles brazaron al islam como religion y al arabe como lengua
Con todos los respetos, los moriscos que luego expulsara Felipe III cuando no se habían convertido, se llamaban muladíes, es decir musulmanes de segunda, inferiores a los árabes ya fueran estos yemeníes, sirios o de cualquier otro origen. A pesar de su conversión,los muladíes debían pagar impuestos conocidos como Jarachs, uno que gravaba la producción y otro por los metros disponibles de terreno. Los muladíes eran hispanos o andalusíes que se habían tenido que convertir por ser gente de campo y no poder pagar el Yizya, que si podían hecerlo los dimmis judíos y mozárabes para poder practicar su religión.… Leer más »
Para almanzor:
No te le crees ni tú, pedazo de ignorante.
Almanzor
Tu donde has estudiado? sabes es para no recomendar ese colegio.
Interesante artículo, pero no habla de los verdaderos creadores del monstruo, de los traidores que obedeciendo otros intereses (para nada musulmanes), lo han creado, la tan cacareada Hermandad Musulmana no es más que una creación de los capullos habituales, unos títeres bien financiados, uno de cuyos brazos fue jomeini, y que en irán tiene en su actual presidente su último exponente, perteneciente a una secta, la Hojotia, mesiánica, por decir algo. No es casualidad que Kataluña, sea uno de los centros más notables del islamismo en españa, y que musulmanes apareciesen en Barcelona apoyando a Mas, hablando de expulsar a… Leer más »
Se llama Catalunya, no Kataluña.
Para frenar la invasión mora solo hace falta campos y no de lechugas precisamente, y españa hay sitio para ellos.
¿Que tendra que ver el deseo de Israel de recuperar su nacion con el inicuo deseo de los musulmanes de establecer un califato mundial bajo el sangriento yugo de La Sharia?. Me resulta repugnante el equiparar ambas culturas como hacen algunas ¿personas?, confio que algunos de estos seres despreciables lo hagan por ignorancia, para eso esta la informacion, en el caso que sea maldad simplemente les deseo que el Señor los maldiga y el sufrimiento los ahogue como prometio.http://www.youtube.com/watch?v=KdU4jLH0rJM
¡ Ni ” Al-Andalus ” ni puñetas moras ! Yo soy Español de Andalucía. Mi querida Región fué denominada ” Castilla la Novísima ” desde la época gloriosa del Santo Rey Fernando III. Los Españoles de todas las Regiones que integran la Indivisible Unidad de la Patria tenemos que unirnos en un sólido Bloque Nacional para defender nuestras Señas de Identidad de Pueblo Blanco, Europeo, Occidental y Cristiano. Tenemos que unirnos contra la peligrosa amenaza del Korán Islámico, pero sin olvidar la perversidad intrínseca del Judaísmo Talmudista, creador de la Masonería, del Capitalismo y del Comunismo. ¡ Alerta, Españoles !… Leer más »
Estos fachas van de muy españoles, pero ignoran su historia, por eso se suelen leer tantas inexactitudes, cuando no grandes mentiras y falsedades sobre la historia de Catalunya…Al-Andalus no es mas que la “islamizacion” del nombre que le dieron los invasores (godos,alanos,suevos)en el caso del que hablamos fueron los suevos llamados landlose ocuparon parte del sur de España, y en la siguiente invasión(España a lo largo de su historia ha sido invadida muchas
veces), pues los siguientes fueron los musumanes y de Landlose paso a Al-Andalus, hoy Andalucia
¿los suevos en andalucia?, ja,ja, cada dia mas patente la ignorancia de los catalanes , ja,ja, espero que algun gallego te enseñe un poco de historia de españa y galicia en particular yo no pienso sacarte de tu ignorancia, manolete , sino sabes torear pa que te metes.
Claro,fueron a andalucia a tomarse unos pescaitos fritos y unos finos.
Los que ocuparon la zona sur de España fueron los Vándalos y no los Suevos que ocuparon la Gallaecia, hasta que ambos fueron vencidos por los godos, que darían soberanía a la provincia romana de Hispania, aceptando con posterioridad éstos el latín, la religión católica y el derecho romano de la población mayoritaria hispanorromana. Tras la invasión árabe, la reconquista se realizaría con el ansia de recuperar el Reino de Toledo, que hizo de mito movilizador. Al Andalus fue vencida y repoblada con mozárabes, gente del norte y transmontanos de más allá de los pirineos. Al ser insuficiente la población… Leer más »
Capitan borregas
Nazionalista tenias que ser. La estupidez es el recurso de los ignorantes.
Los españoles tienen que despertar de una vez y defender nuestras raices, nuestra cultura y nuestra Religión que siempre fueron nuestras señas de identidad. Lo de Al-Andalus, no es ninguna broma; es un tema muy serio. A mí me llamó mucho la atención cuando al poco de los atentados del 11 de septiembre, Bin Laden proclamaba recuperar dicho Al-Andalus, lo cual parecía totalmente fuera de la realidad, una alucinación; pues miren ustedes la situación de España ahora a tan sólo doce años de diferencia; parece que los acontecimientos van en progresión geométrica y no tienen trazas de detenerse. Que Dios… Leer más »
Perfecto el articulo mejor imposible,la pura verdad sin ninguna duda.Tienen los moros la misma mentalidad cinica e hipocrita respecto a España que los judios hacia palestina,yo los he tratado y es repugnante lo falso y malicioso de sus planteamientos.Estos moros son igual que los independentistas se quieren imponer por la pura masa,no por las ideas verdaderas ,ellos ya se encargan de lavar los cerebros a los niños ,los que dejan que esto pase son los verdaderos culpables,la cobardia de esta supuesta democracia no conoce limites ,segun el inepto del rajao la economia lo es todo,luego la moral para este esta… Leer más »
Quizá habrá unos cuantos “intelectuales” que, a falta de nada mejor que hacer, sueñen con Al-Andalus y habrán convencido a cuatro descamisados para que se hagan jihadistas, pero lo cierto es que la inmensa mayoría de los musulmanes residentes en España, o en Europa, tienen cosas más urgentes en las que pensar, como por ejemplo llenar la nevera o pagar el alquiler, no están por Al-Andalus ni monsergas semejantes. Aquí también haríamos bien en dejarnos de monsergas, en lugar de mirar al moro mirar nuestra propia nevera, que muchos tampoco la tienen precisamente a rebosar, y a principio de mes… Leer más »
Porque no te quitas las orejeras y empiezas ha ver que el mundo es más grande que tu barrio/ciudad/pueblo?
http://www.mrctv.org/videos/israeli-infiltrates-european-muslim-community-part-1-4
No vamos ha estar siempre de fiesta , habra que ponerse el uniforme .
Lo de Al-Andalus es una boba y mera escusa, Belgica Dinamarca Reino Unido Suecia Francia Alemania y prácticamente toda Europa, está infestada e infectada por tal “invasión”, así que lo del “ideal” Al-Andalus es pura broma, por encima de la crisis, el pricipal problema que tiene Europa ahora mismo, es la “invasión” pasiva y subvencionada de gentes que no se integrarán nunca en nuestras culturas ni respetrán nuestras leyes.
Ningún politico de ningún partido democrático europeo, puede quiere o sabe, solucionar este problemón, pronto o tarde los ciudadanos de toda Europa exigirán a sus gobiernos que actuen los Ejércitos.
Tú mismo lo has dicho bien clarito con las últimas palabras en tu comentario…De eso se trata, de llevarnos a la guerra, concretamente a la 3ª Guerra Mundial. Toda “Matrix” apesta, eh??? Cómo me gustaría estar en otro planeta cultivando un huerto y tan feliz!!!!
EL PROBLEMA ES QUE LOS EJERCITOS EUROPEOS YA MISMO NO SERAN EUROPEOS Y A VER A QUIEN LE PIDES AYUDA.
Toniarti, No es tan sencillo como reclamar a los respectivos gobiernos para que lo solucione el ejercito….. 1º los gobiernos de la mayoría de la UE tienen fuertes lazos económicos y comerciales (petróleo) con los países de procedencia. 2º Son inmigrantes de 2ª o 3ª generación, nacidos en el país y con nacionalidad Europea. En el momento que saques los “tanques” a la calle se convierte en una guerra civil. En España, tenemos la ventaja que la mayoría son de 1ª generación, por lo que sería más fácil devolverlos a los países de origen, pero ni PP/PSOE/CIU están para la… Leer más »
Gracias Caldere por tu razonamiento, pero los lazos económicos y comerciales no conllevan la “invasión” y anulación de la cultura occidental.
Si los gobernantes se “arrugan” ante una guerra civil, habrá que cambiar el termino “civíl” y llamarlo “guerra en defensa própia”, lo que no podemos hacer es seguir cruzados de brazos, nuestros hijos y nietos no merecen tal herencia.
Hay en la red un informe MUY SERIO de como hemos llegado hasta aquí,
se llama “Defeating Euroabia” de un tal Fjordman
http://vladtepesblog.com/?page_id=289
Lo de los “los lazos económicos y comerciales” es un eufemismo de “muslim mafia brotherhood”, y eso implica infiltración y corrupción en los mas altos estamentos de la UE ademas de los medios de comunicación.
Totalmente de acuerdo en que se ha de movilizar a la ciudadanía, para exigir a los políticos MEDIDAS YA.
Crear Fundaciones o Asociaciones Anti-Islam y desde allí presionar al gobierno….Si sabes de alguna házmelo saber…