Rajoy dice que «ya no le importa» ni el Gobierno ni Zapatero
Ni adelgazamiento del Estado Autonómico, ni nuevas consideraciones sobre los movimientos de la izquierda abertzale ni mención alguna a Francisco Álvarez-Cascos -sí asistió al acto en León la candidata Isabel Pérez-Espinosa- . Mariano Rajoy ha centrado su intervención en refrendar la necesidad de adelantar las elecciones generales. Es más, el líder del PP ha asegurado que “hoy ya no nos importa ni el Gobierno ni su presidente”. Lo único que lamenta es que “cuanto más tiempo estén ahí y más tarden en darle la palabra a los españoles más nos va a costar a todos”.
Rajoy, con la misma expresión que utilizó José María Aznar 24 horas antes, ha mantenido que no iba a referirse al Gobierno “si es que se le puede llamar así”, aunque sí ha apostillado que el único objetivo del actual Ejecutivo socialista es “resistir” en La Moncloa. Consciente de que sólo José Luis Rodríguez Zapatero puede convocar elecciones anticipadas, Rajoy le ha exigido que “al menos, gobiernen”, aunque ha considerado que nadie “ni dentro ni fuera de España” puede confiar en un dirigente que cambia “tantas veces y de forma tan radical” de opinión y de criterio. En este punto ha citado que el PSOE primero dijo que “bajar los impuestos era de izquierdas y ya los ha subido en cinco ocasiones; que no iba a tocar las pensiones y ahora las congela; primero hay cheque-bebé y ahora ya no”. Un análisis que ha llevado a Rajoy a la siguiente conclusión final: “El Gobierno está instalado en la ceremonia de la confusión; las contradicciones, los bandazos y los cambios de opinión han sido una constante”. Y eso, a su juicio, provoca inseguridad a los mercados internacionales y a los inversores. “Y esto es sentido común, esto no es alta política, por que quién confiaría en alguien que se comporta así a la hora de gobernar”.
Tras los anuncios de Aznar y Cospedal en la primera jornada de esta ‘I Cumbre del PP en el Exterior’, se esperaba con expectación la intervención de Rajoy por si concretaba la reforma que impulsaría el PP si llega a La Moncloa en 2012. El mandatario popular ha rebajado el mensaje y se ha limitado a recordar que su partido es la casa de todos aquellos que creen en la Constitución y en el Estado de las Autonomías y en un Gobierno central “que hagan las cosas razonable y sensatamente”.
Buena parte de su alocución la ha dedicado, precisamente, en destacar la necesidad de que el PP logre sumar una “gran mayoría social” que le permita Gobernar sin tener que depender de los nacionalismos. De hecho, ha enfatizado que el proyecto de cambio que lidera no quiere prescindir de ningún español. “Aquí cabemos todos y no preguntamos a nadie de dónde viene ni dónde está, sino a dónde quiere ir él y su país”. Ha calificado de “invitación permanente en el tiempo a todos los españoles” su oferta para que se que se sumen al cambio político que promulga el PP y que considera toda una “urgencia nacional”.