Centenares de productos robados se ofertan los sábados en un mercadillo madrileño: “Todo esto es robado, no te engaño”
No les faltan clientes a los vendedores ilegales de etnia gitana que cada sábado se entremezclan entre los puestos con licencia del mercadillo del barrio marileño de Orcasur (Usera). Ofrecen alimentos, perfumes, cosmética, ropa e incluso pequeña tecnología. Todo robado. «Todas estas colonias son buenas. Son robadas, niña. Mira, no te engaño. Aquí está la pegatina de El Corte Inglés. Te lo dejo a mitad de precio. Venga, llévatelo», insiste una vendedora cuya mercancía sostiene un palé de plástico.
A pocos metros de ella, otra competidora ofrece en una pequeña caja de cartón productos de maquillaje: Dior, Lancôme y Chanel. «Mira qué rímel más bueno. Te lo dejo, con este maquillaje incluido, por 25 euros. Llévatelo ahora, que igual no me queda en un rato. Es una oferta muy buena. Cuesta más del doble en la tienda», insiste.
Auge por la crisis y el paro
Cerca, otro hombre cuenta con una decena de frascos de perfume. Todos con una pegatina de la cadena Juteco que marca el precio. Y, según se pasea por el zoco variopinto, se puede contar a cerca de una veintena de individuos con productos robados: batidos Puleva sobre los que recaen los rayos del sol, leche, cerveza, cremas, embutidos, latas de Coca-Cola, queso Philadelphia, quesos Gran Capitán, yogures Actimel, productos de bebé, comestibles de supermercados DIA, toallitas desmaquillantes, mp3, fruta y verdura… Incluso hay servicio «delicatessen» : jamón ibérico de bellota y anchoas y boquerones ahumados. «Estos son del Carrefour. No viene etiqueta, pero son de ahí. Mira, llévate dos paquetes de jamón por 5 euros. Está muy rico».
Desde hace un año, este mercadeo ilegal está cobrando fuerza en la avenida de Orcasur. «La crisis y que cada vez más gente se está quedando en el paro y viene a casa de sus padres a vivir o comer es clave», detalla un vecino que prefiere mantenerse en el anonimato para evitar represalias.
Policía, presente
Gente del barrio, de todas las edades y, sobre todo, españoles, adquieren estos productos, sin preocuparles su procedencia y estado. «Lo malo de esta situación es que cada vez va a más y puede que algún producto no esté en buenas condiciones. Antes había más control policial, pero ya no porque es un riesgo para ellos. Esta gente [los vendedores de etnia gitana] sólo entiende su autoridad. Nos amenazan. Ya se ha pasado información de este hecho a la Junta del Distrito, pero al concejal no le preocupa lo que ocurre. Un día habrá que lamentarlo, porque alguien enferme», protesta el mismo.
Según narran los que están en contra de esta práctica en el barrio —pocos—, algunos vecinos incluso hacen petición de productos robados a la carta. «Se lo apuntan un sábado y al siguiente puede que se lo hayan conseguido. Esta gente es especialista en robar. Luego entras a sus casas y son de lujo», detallan.
En uno de los extremos del mercadillo, el más pegado a avenida de los Poblados, está apostado un furgón de Policía Municipal. Dos agentes, junto al vehículo. En el tramo de tiempo que este diario está en el lugar no acceden al interior del mercadillo. De hecho, con el aviso de que los agentes están cerca, dentro del mercadillo la respuesta de algunos de estos vendedores es: «Ah, bueno, si están ahí no pasa nada».
Yo sigo sin entender como en este pais cuesta tanto ir contra la ilegalidad, y se es tan poco eficiente luchando contra la ilegalidad. Si un mercadillo es ilegal, deben erradicarlo, y punto, y asi se ahorran las molestias y quejas de los vecinos. En este pais hay tan poca autoridad que los ilegales se burlan de la policía. No se persigue la ilegalidad, hay mucha manga ancha en inmigración ilegal, en venta ilegal, en todo lo que sea ilegal. Y en vez de atajarse los problemas, la administración lo que haces es malgastar ineficientemente el dinero público, y crear… Leer más »
La policía haciendo la vista gorda, claro que si, igual que con el tráfico de drogas a pequeña escala y la inmigración que veían pasar a millones todos los años sin pedir ni ficha de antecedentes penales o sanitaria en los controles de todos los aeropuertos.
La policia en España es la correa de transmisión de la casta política-oligarquía y tampoco se ve que protesten , la verdad.
Al menos dicen de donde proviene la mercaderia