La organización Hizb ut-Tahrir hace un llamamiento a los musulmanes de Dinamarca de no adherirse a las costumbres danesas y perspectivas occidentales. “Los políticos no deben interferir en la familia musulmana”.

Esa es la advertencia de la organización fundamentalista musulmán Hizb ut-Tahrir en un anuncio oficial.

La municipalidad de Copenhague ha destinado un millón de dólares para fortalecer la respuesta al control social que sufren las familias inmigrantes en un acuerdo global para el 2013. El acuerdo promoverá la “libertad y la crianza segura entre los jóvenes de las minorías”.

El plan de acción se acordó tras un estudio de los trabajadores inmigrantes que habían sacudido a los políticos en el ayuntamiento. El estudio mostró que los inmigrantes especialmente jóvenes en Copenhague viven en el llamado control social, que trata de obligarlos a una conducta determinada, amenazándolos con, entre otras cosas, los matrimonios forzados, crímenes de honor y viajes de reeducación.

“Es sorprendente que uno de cada cuatro jóvenes daneses, por ejemplo, teman el ser forzadas a contraer matrimonio. Hemos dado a nuestro personal de primera línea como profesores, educadores y consejeros juveniles nuevas herramientas para detectar el control social antes de que termine, por ejemplo, con de desalojos forzosos o matrimonios forzados, y nuestro equipo local tendrá la oportunidad de mudarse a un caso concreto dentro de las 24 hora”, dijo la concejala de empleo e integración, Anna Mee Allerslev.

Sin embargo, Hizb ut-Tahrir cree que esto no se puede aplicar a las familias musulmanas.

“Los políticos quieren que los padres musulmanes sucumban a las directrices locales en la crianza y renunciar a sus valores islámicos, por temor a los desalojos forzosos y otras sanciones municipales. Al mismo tiempo alentó a los musulmanes jóvenes, en particular, por parte de los políticos, profesores y empleados municipales, a rebelarse contra sus padres, incluyendo en el matrimonio o en participar en actividades anti-islámicas”, escribe Chadi Freige, portavoz de Hizb ut-Tahrir.

“Los vínculos familiares musulmanes son fuertes en comparación con las familias occidentales, que a menudo se caracterizan por la fragmentación y desorganización. Debido a a los valores islámicos, las familias musulmanas conservan mejor el respeto y la lealtad entre los miembros de la familia”, añade.

Y escribe a continuación: “Sin embargo, insisten los políticos daneses en interferir en la vida de los musulmanes de forma privada y familiar, a dictar las relaciones entre padres y adolescentes. Con la ruptura, que caracteriza a las familias occidentales, y los problemas que afectan a la vida de los jóvenes en el Occidente, uno sólo puede maravillarse ante la idea absurda de que los políticos daneses pueden garantizar a los jóvenes musulmanes una crianza segura a través de los valores occidentales”.

Chadi Freige hace un llamamiento a los jóvenes musulmanes para que rechacen que “los políticos municipales dañen su relación con la familia” y eviten la influencia “del estilo de vida occidental que contradice su visión del mundo islámico y creencias, lejos de asegurar una segura y feliz vida”. “Sólo el Islam garantiza una vida segura y feliz – en esta vida y el más allá”, apostilla.

“A los padres musulmanes en general, y en particular los que sienten desesperación o miedo de perder a sus hijos a un estilo de vida no-islámica, nuestro mensaje de que hay una sola manera correcta, es decir, a pegarse al Islam y preservar los valores islámicos. Esto se hace a través de la educación islámica y el cultivo, donde la perspectiva del Islam y de los ideales adquiridas y difundidas están sobre la base de la evidencia racional. El cultivo islámico, serían los mejores lazos de fortalecimiento entre familias y así vacunarse contra los miembros de la familia extranjera, la no-cultura islámica y las rupturas familiares”, manifiesta el portavoz de Hizb ut-Tahrir.