Fernando Soler.- Nunca la embajada de España en Londres había sido más indignamente ocupada por un hombre sin honor y sin moral como Federico Trillo, cuya militancia en el Opus Dei añade un elemento mayor de gravedad a su conducta deshonrosa e inmoral: un abogado que defiende a la trama Gürtel de la acusación de funcionar con dinero negro y cobra en dinero negro las minutas, a tenor de los papeles de Luis Bárcenas, al que Trillo en 2009 calificó de “inocente”. IU se ha querellado contra Trillo.

El día 1 de septiembre de 2009, Federico Trillo -ese nefasto ministro de Defensa que llevaba a nuestros soldados en una tartana peligrosa a Afganistán, y bajo cuyo mandato se produjo la tragedia del Yakolev, que tantas vidas heroicas costó y que ni tan siquiera este inútil fue capaz de identificar los cadáveres- hacía unas declaraciones triunfalistas que con el paso del tiempo se vuelven en su contra y muestran su baja catadura moral. Trillo, abogado de Gürtel, que entonces era coordinador de Libertades Públicas del Partido Popular, calificó de “montaje político” las denuncias sobre la corrupción en el PP. “Este asunto ha sido un montaje político durante tres años de la UDEF y la Fiscalía Anticorrupción dependientes del Gobierno y especialmente de Rubalcaba”. Trillo, tras este fácil y demencial recurso a los bajos instintos conspiranoicos de la derechona iletrada, hizo una encendida defensa de Luis Bárcenas: “se ha intentado imputar a una persona que ha resultado ser inocente y a través de ella al Partido Popular”.

Trillo, que ocupa ahora un puesto que en el pasado fue dignificado por personas de la talla del duque de Alba, tenía buenos y oscuros motivos para presentar falsariamente a Bárcenas como una pobre víctima. Según los llamados papeles de Bárcenas, la contabilidad B del Partido Popular, este personaje recibió pagos de 3.000 euros hasta un total de 36.000 euros en sobres de dinero negro. Como señalan fuentes jurídicas a Alerta Digital, “resulta difícil concebir una actuación más inmoral que la de un abogado defensor defendiendo a unos defraudadores que le pagan en dinero negro. Además, de que es pura codicia ser cargo de un partido y cobrarle por llevar sus asuntos jurídicos”. En concreto, por su defensa de los imputados en la trama Gürtel, Federico Trillo cobró otros 60.000 euros.

Trillo, como diputado del Partido Popular por Alicante en varias legislaturas, realizaba sus actos organizados por Orange Market, de Álvaro Pérez, la derivada valenciana de la trama Gürtel. Así, por ejemplo, organizada por Mercedes Alonso, entonces portavoz del PP en el Ayuntamiento de Elche, a la que le une una íntima y entrañable amistad, el 29 de febrero de 2008, el ahora embajador en Londres, celebró una cena en el restaurante Huerto del Cura para mujeres, que costó 39.000 euros y que se pagó con dinero negro, sin que conste factura alguna. Los comensales pagaron 45 euros por cubierto, dinero que alguien se quedó. También fue uno de los oradores en el acto de las elecciones generales celebrado el 28 de febrero de 2008 en la Institución Ferial Alicantina, con un coste de 27.264 euros, de los que no consta factura alguna.

Según fuentes jurídicas, “Federico Trillo es el principal sospechoso de haber presionado a las fiscales anticorrupción que llevan ahora el caso Luis Bárcenas, porque ya con anterioridad se ha dedicado a usar sus influencias como el hombre del Partido Popular que proponía a los miembros del Consejo General del Poder Judicial”.

Trillo es miembro del Opus Dei, lo que añade gravedad a estas conductas de falta de honradez e hipocresía. Izquierda Unida ha presentado querella contra el antiguo abogado de la trama Gürtel, hoy indigno embajador de España en el Reino Unido.

El apellido Trillo-Figueroa es ya una referencia maldita en la historia negra de la corrupción. Trillo necesitará un buen abogado para eludir la prisión. En una sociedad con independencia del Poder Judicial, el embajador lo tendría muy difícil y volvería esposado.