La vigilancia de una estatua, casualmente junto a la casa del alcalde, le cuesta a Torremolinos más de 73.000 euros anuales
Cuando el alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes (PP), instaló cámaras de videovigilancia que controlaban el acceso a su vivienda, con la excusa de que se pretendía proteger la estatua situada en la plaza, denominada “El rapto de Europa”, el PSOE denunció dicha instalación realizada sin ningún tipo de control ni sometimiento a la legalidad.
La Agencia Española de Protección de Datos dictó una Resolución el 28 de febrero de 2008 declarando la ilegalidad del procedimiento del Ayuntamiento, y éste se vio obligado a retirar las cámaras.
Pero el alcalde no renunció a vigilar “la estatua” y contrató una empresa de seguridad, cuyos vigilantes casualmente siempre están en las inmediaciones de su portal y que han costado a las arcas municipales, en el año 2009 la friolera de 73.160,20 euros, es decir más de 200 euros diarios los 365 días del año.
La estatua supuestamente protegida se denomina “el rapto de Europa”, y representa dicho rapto, donde según la mitología griega, Europa era una bella princesa fenicia hija de los reyes de Tiro Agenor y Telefasa, que terminaría dando su nombre al continente europeo. Según la leyenda, Zeus estaba enamorado de Europa y decidió seducirla, para ello se transformó en un toro blanco y se mezcló con las manadas del padre de Europa. El toro, deslumbrante con su color blanco, se separó del resto y se acercó a Europa, postrándose incluso ante ella, quien acarició sus costados y, viendo que era manso, terminó por subir a su lomo llena de confianza. Zeus aprovechó esa oportunidad y corrió al mar, nadando con ella a su espalda hasta la isla de Creta. Allí Zeus reveló su auténtica identidad y adquirió de nuevo forma de hombre y poseyó a Europa cerca de la Fuente de Gortina.
Cuenta la leyenda que, entretanto, el padre de Europa, desesperado, caminó y caminó por todos los caminos llamando a su hija: – ¡Europa!, ¡Europa!- sin hallar nunca contestación. Y que los habitantes de esos otros lugares por los que iba pasando terminaron llamando así al continente.
Igual que Europa fue engañada por Zeus, camuflando su auténtica personalidad e intención, así Pedro Fernández Montes, alcalde de Torremolinos, pretende engañar al pueblo, escondiendo tras la estatua su verdadero interés, como es el reforzar sus medidas personales de seguridad ya de por sí exageradas con un excesivo número de guardaespaldas.
“Torremolinos no puede permitirse gastar más de 73.000 euros anuales en “vigilar una estatua”, cuando hay más de 8.000 parados en el municipio y ese dinero bien se podría emplear en ayudar a familias necesitadas y a emprendedores que generasen empleo”, señala a nuestra redacción un portavoz del grupo municipal socialista.
No sé quien dira que esa estatua es fea, ya que para mi gusto es de las mas bonitas que yo he visto por España, pero bueno para gustos los colores. A quien diga eso se puede dar una vuelta por mi pueblo Coslada en Madrid y le enseño un horror que encima nuestro alcalde de entonces pillo oferta y a falta de una mierda tenemos 3 o 4 distribuidas por el pueblo, mas otras dos distintas a estas. Y hablamos de estatuas bonitas o feas.
Algunos esperan el momento más adecuado para proceder a destrozar la estatua.
Es lógico que cada cual tenga su gusto, pero de ahí a centrar la crítica en lo que se gasta en vigilancia va un trecho.
Seguramente de tener un gobierno municipal socialista en Torremolinos, la estatua en cuestión ni existiría o, claro, estaría en algún jardin privado de “un compañero”.
No entiendo como esta gente se atreve siquiera a criticar con la que nos tienen montada en este país antes llamado España.
¡Qué cara!
Este hombre es lo más parecido al difunto (a paquito) que uno se puede encontrar.
El hombre trabaja mucho por su pueblo (hay que reconocerlo). Cuentan que un periodista fué a hacerle una entrevista y él ya le tenía preparadas las preguntas que le tenía que hacer, ¡todo un personaje!
Que cosa mas fea de estatua, es como para dinamitarla, AUNQUE POR LO MENOS NO ES EL TIPICO EJERCICIO DE ARTE “MODERNO”.