Grecia ha blindado su frontera con Turquía.

Dietmar Holzfeind.- Estambul es la ciudad más populosa de Turquía, es su centro comercial y económico y sirve de entrada y salida de y hacia el resto del mundo, sobre todo Europa. La población de Estambul, llegada de todos los rincones del país y del mundo cuenta más de 13 millones de habitantes. Numerosos candidatos a la entrada en Europa llegados de los cuatro puntos cardinales del planeta esperan esperan la ocasión en la ciudad turca. Turquía parecer ser el lugar ideal para buscar esa puerta de entrada a la UE. El país tiene cerca de 11.000 kilometros de fronteras permeables. El país candidato a ser miembro de la UE es el paso obligado para muchos que buscan un mejor porvenir en Europa.

Los inmigrantes en tránsito puede procurarse por poco dinero una visa tura de un mes de duración en el aeropuerto Ataturk en Ankara. La única condición para obtener ese permiso de estancia provisional es haber llegado en un vuelo de Turkish Airlines. El mismo modo de funcionamiento vale también para un país hundido en el caos como es Somalia. La compañía aérea turca acaba de abrir recientemente una línea directa entre ese país fallido y Turquía.

El viaje haca Turquía le cuesta una pequeña fortuna a los candidatos a refugiados económicos. Tienen que procurarse la cantidad de 1.300 euros, lo que significa muchas veces los ahorros de una familia entera. Pero el billete no prevé ningún regreso. Los aspirantes a entrar en Europa han oído hablar de la crisis y las medidas de austeridad en la UE, pero aun así no piensan desistir de su propósito. El profesor Ahmet Icduygu, que ha redactado un informe sobre el tráfico de seres humanosen Turquía para la Organización Internacional de las Migraciones, confirma este punto: “Más de la mitad de los que llegan quiere seguir camino hacia Europa sin tardanza”.

Por regla general, eso funciona con el intermediario de grupos de pasadores bien organizados, que ejercen sus actividades sin disimulo, a la vista de las ismas autoridades oficiales turcas. Para poder pagar su paso hacia la UE, los inmigrantes hacen pequeños trabajos de manera ilegal, sobre todo en la construcción, donde sacan algunos euros. La policía no se interesa por ellos y evita los barrios donde se ocultan los ilegales.

Los inmigrantes llegados de Asia no conocen un destino mejor. La mayoría de ellos viene de Afganistán, donde el mundo occidental, con los EEUU a su cabeza, ¡garantizan el orden y el derecho! (en principio, claro. Ya vemos los resultados). Durante el año 2012, el número de inmigrantes afganos se ha multiplicado por tres. Estos son el 20% de todos los inmigrantes presentes en Turquía. Ciertamente estos infelices afganos merecen el título de refugiados, a la vista de los continuos combates que ensangrientan su país, pero Turquía se niega a otorgárselo. Las autoridades turcas invocan para justificar esa negación, una derogación de la cual beneficia su país desde 1951, año en que la convención de la ONU para los refugiados fue adaptada para Turquía. Esa derogación permite a Turquía no a aceptar más que refugiados llegados de Europa.

Aunque los inmigrantes son atendidos por la Oficina de Ayuda a los Refugiados de las Naciones Unidas, están condenados a caer en una “zona gris” indefinida o en la ilegalidad. Su única posibilidad es escapar en dirección de la UE, ya sea pagando a pasadores ya sea intentándolo por ellos mismos. Una de las rutas más apreciadas hasta ahora pasaba a través de la frontera griega, por la parte en la cual no hay río que atravesar. Pero esta porción de territorio ha queddo cerrada por una barrera colocada con la ayuda de la Agencia Europea Frontex. Esta es la razón por la cual desde hace algunos meses, los ilegales intentan pasar a través de la frontera búlgara. Una vez en Bulgaria, los clandestinos pasan enseguida a Austria o a los länders del sur de Alemania.