Fernando Soler.- Crece el escándalo de la presunta financiación irregular del Partido Popular de la localidad alicantina de Elche. La alcaldesa, Mercedes Alonso, un juguete roto que ha perdido el sentido de la realidad, se niega a entregar las cuentas del grupo popular en el Ayuntamiento.

El partido socialista solicitó a través de registro que el grupo de Gobierno le entregara las cuentas desde 2008 de las ayudas al grupo popular, del dinero recibido de las arcas municipales para el funcionamiento del grupo y para los gastos de representación de los concejales. Es preceptivo que tal información se entregara en el plazo de cinco días, pero la alcaldesa se ha negado en redondo. Es posible que el PSOE estuviera buscando si el PP había desviado fondos públicos hacia la Asociación Popular de Elche, la tapadera de la financiación del PP ilicitano, tal y como desveló Alerta Digital.

En caso de que se hubiera producido tal trasvase estaríamos ante malversación de fondos públicos. Toda vez que el PP no existe en Elche ni jurídica ni financieramente es muy posible que esa situación se pueda haber producido. El hecho de que la alcaldesa se niegue, contra derecho, a entregar las cuentas –eso de la transparencia que en el caso del PP es pura retórica, porque es el grupo más opaco de España- induce a pensar que no está en condiciones de presentarlas. Consta que desde esas cuentas se llegaron a pagar deudas personales de un concejal y pudieron sufragarse gastos de la campaña electoral.

El Partido Popular, a través de su portavoz, Manuel Rodríguez, ha replicado indicando que todos los grupos, en el próximo Pleno, presenten sus cuentas desde mayo de 2011, el inicio de la actual legislatura. Demasiado obvia la artimaña ocultista. Según fuentes socialistas, “no va a quedar otro remedio que acceder a las cuentas de PP a través de los Juzgados”.

Por lo demás, el nerviosismo entre los concejales del Partido Popular y en la propia alcaldesa es creciente, ante la opinión generalizada en Elche de que no ha dado explicaciones ante las acusaciones con documentos de un caso de presunta corrupción generalizada, que ya sido denunciada por Manos Limpias por apropiación indebida, delito fiscal, información privilegiada y tráfico de influencias. Esta semana la alcaldesa decía prescindir, de malas formas, de los servicios de su anterior jefe de prensa, un hombre que es depositario de muchos secretos confesables o inconfesables de Mercedes Alonso.

Se espera, pues, un pleno tenso y no se descarta que haya nuevas querellas. El periodista Enrique de Diego, autor de la investigación periodística que desveló el escándalo, asevera a Alerta Digital que “mis abogados están estudiando una querella contra Vicente Granero, Manuel Latour y Mercedes Alonso. Las afirmaciones en un comunicado oficial del PP, y en declaraciones del secretario general Pablo Ruz, de que me mueve la venganza, como si fuera el conde de Montecristo, porque no están pagando una expropiación a mi familia política, indican que puede ser una actitud discriminatoria consciente de los citados ediles hacia mi familia política por mi labor periodística y para intentar amordazarme, lo que puede entrar de lleno dentro de la prevaricación”.