Mariano Rajoy ha clausurado la Convención Nacional que su partido ha celebrado en Sevilla apuntalando los postulados que sus más estrechos colaboradores han defendido en este cónclave. El líder del PP ha abierto de par en par las puertas de su formación con una llamada que “no se limita a los miembros del PP, ni a sus simpatizantes ni a sus electores”. Rajoy anhela el apoyo de una gran mayoría de españoles para emprender, cuando alcance La Moncloa, una tarea de recuperación nacional que va a exigir “el esfuerzo de toda la nación”.

El presidente popular ha abonado dos de las banderas que el partido ha enarbolado en esta Convención:la defensa de España y las políticas sociales, es decir, un guiño al centro-derecha y otro al centro-izquierda. Y, por encima de todo, la defensa de la experiencia de “buena gestión” que atribuye a su partido, y no sólo en los dos mandatos de José María Aznar, sino la que han demostrado los alcaldes y presidentes autonómicos del PP.

Rajoy defiende que tras las elecciones de mayo comienza “un nuevo tiempo político” en España”. Y en ese escenario en el PP cabrán todos aquellos ciudadanos que quieran trabajar por la concordia y el bienestar. “Cuando se trata de España, no hay bandos”, ha remachado.

Todo este análisis le lleva a la misma reflexión que expuso en el último debate del estado del a Nación: “España tiene sed de urnas”, ha aspotillado. Un adelanto electoral que, según ha incidido Rajoy, propiciaría una nueva etapa en la que, con el PP en el Gobierno, “se acaben las palabras floridas, los anuncios que no se cumplen y el retraso interminable de las soluciones”.

“Autonomías austeras, fuertes y eficaces”

Este ha sido el eje central de su discurso, pero también ha abordado el debate sobre el modelo autonómico. Rajoy ha aseverado que el PP defenderá el Estado de las Autonomías, “porque es patrimonio de todos”. Los populares abogan por “autonomías austeras, fuertes y eficaces, comprometidas con el interés nacional; que sigan contribuyendo a la modernidad del país, capaces de cooperar para afrontar la crisis y hacer efectiva la igualdad y la solidaridad entre todos los españoles”.

Rajoy no ha olvidado a los miembros del PP asesinados por ETA -ha citado al edil sevillano Alberto Jiménez Becerril y a su esposa y a Gregorio Ordoñez, al que mataron un 23 de enero-. El jefe de la oposición ha defendido que “el terrorismo sólo terminará con la ley”. Y aviso de que no caben atajos ni componendas ni concesiones. “Los terroristas no pueden participar en las instituciones democráticas”, ha remachado.