No están todos los que fueron
El 3 de junio de 1982, constituido en tribunal de justicia, el Consejo Supremo de Justicia Militar, vista en audiencia pública la causa en primera instancia número dos/ochenta y uno, condenó a 21 militares y un civil, procesados por el delito de rebelión o conspiración para la rebelión militar el 23 de febrero de 1981.
Quizá sean muchas las personas que hayan oído hablar de este suceso solamente de referencia y posiblemente, de manera ideológicamente intencionada o al menos, no suficientemente documentada.
En esta sentencia se condenó al teniente general Jaime Miláns del Bosch y Ussía, como cabeza de rebelión militar, es decir como máximo responsable y al coronel Antonio Tejero Molina, como jefe de las fuerzas rebeldes, a la pena de 30 años de prisión, más otras accesorias.
En la misma sentencia se condenó como autor de un delito consumado de conspiración para la rebelión militar, al general de división Alfonso Armada Comyn, a la pena de 6 años de reclusión.
Es de destacar que el general Armada, dio clases militares al rey Juan Carlos, convirtiéndose en uno de sus mejores amigos y consejeros, hasta el extremo de ser nombrado secretario general de la Casa del Rey, puesto que ocupó durante 17 años. Sin embargo, sus enfrentamientos con el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, hicieron que fuese relevado, datos confirmados por El País, en un artículo publicado el 21 de febrero de 1982.
Si atendemos al hecho de que fueron condenados 21 militares y solo un civil, es lógico pensar que se trató de un golpe militar. Pero no fue así. El ejército como institución, se mantuvo en todo momento leal a la Constitución y al rey, su comandante en jefe.
Lo cierto es que eran muchos, los que por muy diferentes causas, querían hacer desaparecer del panorama político español al Presidente Suárez y de ellos, alguno cuyo apoyo —hasta ese momento— había resultado esencial. Adolfo Suárez había sido útil para desmontar desde la legalidad más absoluta, el régimen franquista y posteriormente conducir al país, en unas condiciones auténticamente dramáticas, hasta la democracia, logrando mediante los llamados pactos de La Moncloa, el consenso necesario para promulgar una Constitución democrática, que después, unos y otros se encargarían con el paso de los años de mancillar, violar y emponzoñar, hasta hacer de ella el camino inviable que hoy es, para el desarrollo del país y la pacífica convivencia entre españoles.
El problema es que Adolfo Suárez consiguió el voto mayoritario de los españoles en las elecciones de 1979 y desde ese mismo momento y desde la mayoría de los ángulos institucionales, se desencadenó una política de acoso y derribo hacia su persona. Es cierto que cometió errores, como el de eludir en aquella ocasión el lógico debate de investidura en el parlamento. Era la ocasión propicia para que todos convergieran en el interés común de desalojarle de La Moncloa, unos por una vehemente ambición política; otros por el deseo rencoroso de pasarle factura al considerarle traidor a su pasado franquista; otros por lograr la interesada e inquietante constatación de permanencia institucional, el caso es que de aquellas turbulencias políticas surgió la idea de un golpe de estado constitucional. El proyecto consistía en unir a toda la oposición e incluso a la facción crítica de UCD —excitando ambiciones y rivalidades personales— en contra del Presidente y presentar una moción de censura que le haría dimitir de su cargo y presentar como alternativa un gobierno de concentración, que habría de presidir un militar de prestigio —el general Alfonso Armada— proyecto con el que participaban mas estamentos de los que muchos pueden imaginar y con el que estaba de acuerdo la propia izquierda.
El problema es que estando el proyecto ya en marcha, el Presidente Suárez se anticipó presentando su dimisión y a quienes lo habían puesto en marcha, se les fue de las manos, convirtiéndose en el esperpento que increíblemente presentamos al mundo y que dio lugar a la sentencia de la que hoy se cumplen 31 años y en la que es posible que fueran todos los que están, pero en la que yo pienso que, desde luego, no están todos los que fueron.
El que, contrariamente a lo establecido anteriormente, que era que no se produjera, metió al Teniente Coronel D. Antonio Tejero Molina en el Congreso, en una farsa de cartas marcadas, después de la reunión en calle pintor Juan Gris, es en ministerio, vicepresidencia de gobierno, G.Mellado. Cuestión que hubo de solucionarse acorde a la operación Diana de Estado Mayor del Ejército y Ley de Orden publico vigente (1959), en 1981, para fortalecer la independencia y defensa de la Nación, vulnerada,envilecida y degradada. Restableciendo, la democracia, libertades y el orden constitucional, en defensa de la sociedad civil ante cualquier tipo de… Leer más »
“Porque no pueden ustedes hacerse una idea de lo que es esto, los pasillos del Congreso, como resuena en esta bóveda el golpe de los cascos, como se oye piafar, el jadear, hasta el respirar de los corceles…Una carrera de caballos de Pavía. Hace falta caradura para que alguno de estos señores del congreso hablen de golpismo. ¡Encima!. Pero oigan, si aquí, a estas alturas, el que no tiene su fórmula de golpe es un Don Nadie…” (Crónica Parlamentaria de Joaquín Aguirre, El Alcázar, 2/XII/ 1980) “Estoy convencido de que es inevitable una intervención militar”, (José Tarradellas , en el… Leer más »
Sobran los que están, faltan los que son. Desenredando la madeja. Conviene seguir en la labor.Uno de los ejercicios más apasionantes para entender las claves que se esconden tras el 23-F es volver continuamente sobre nuestros pasos, despejando el camino de falsas pistas, para adentrarnos sin miedo en el túnel del tiempo que nos depara sorprendentes hallazgos. Si algo tan complejo y trascendente como el desmontaje y demolición del Estado del 18 de Julio tuvo sus lejanos antecedentes en Munich, en 1962, donde afianzaron su protagonismo para el futuro personajes que hoy están en la cumbre del Estado de las… Leer más »
Sobran los que están, faltan los que son. Las «ausencias» de Fraga, los «silencios» de Fraga, el «ego» de Fraga…, las incongruencias de Fraga, los «esotéricos» misterios de Fraga. ..Lo veníamos comentando mis amigas y yo con Sol Jaúdenes cuando regresábamos de Campamento… Ir «allí» era emocionante y problemático, pero el regreso deparaba la sorpresa de un nuevo conocimiento. Nunca sabias con quién te tocaría volver en el «reparto» de coches; personas a las que no habías visto nunca y de pronto se te convertían en amigos de toda la vida, sólo por el. hecho de encontrarlos «allí»… Era como… Leer más »
Lo que siguió a continuación fué el parto de una inmensa estafa llamada democracia de la que solo tiene el nombre. Si se hubiese impuesto el golpe posiblemente no estariamos rodeados de politicos corruptos y las espectatrivas del pais no serian tan funestas cada vez siento mas asco de los delincuentes que dirigen la nacion desde el mataelefantes pasando por los pusilanimes que se han enriquecido . Lo dramático es que aun tiene que ir a peor las circunstancias para llegar al punto critico en el que se alze una masa social que barra a todos los miserables que nos… Leer más »