Un gato tendrá que formar parte de un jurado de Estados Unidos
Al parecer, EE. UU. ha decidido seguir el ejemplo de la Roma Antigua y dar a los animales más oportunidades para hacer una carrera política. Esta tendencia introducida por el emperador Calígula, que nombró a Incitatus, su caballo favorito, miembro del Senado de Roma, e incluso incluyó al animal en la lista de candidatos para recibir el título de cónsul, vuelve a desarrollarse en el siglo XXI. Las autoridades de Boston, en el Estado de Massachusetts, han invitado a un gato a formar parte de un jurado.
El gato, que se llama Sal y reside en la familia de Anna y Guy Esposito, recibió una convocatoria oficial para presentarse el 23 de marzo en un juicio en calidad de jurado. La dueña del animal mandó una carta de explicaciones comentando que Sal “no es capaz de hablar ni comprender inglés” y adjuntó un informe por parte del veterinario que decía que se trata de “un felino doméstico castrado de pelo corto”.
Sin embargo, la excusa no funcionó. Según las regulaciones judiciales vigentes en Massachusetts, para un miembro del jurado no es obligatorio dominar el idioma con soltura.
Guy Esposito comentó al periódico Daily Mail que a Sal “le gusta sentarse sobre mis rodillas y ver conmigo programas criminales, pero incluso con eso, si me preguntaran a mí, él es aún algo subcualificado para cumplir con los deberes de un jurado”.
Según concluyen los amos del gato, la confusión surgió después de que su mascota hubiera participado en el censo nacional. Anna inscribió a Sal en la línea de animales domésticos pero, al parecer, mientras se procesaban los formularios tuvo lugar un error y el gato resultó identificado como un ser humano.
Nada, nada, estoy deseando que llamen a mi gata Bimba, alías la carnícera asesina, para formar parte de un jurado cuyo juicio presida el juez Pedraz… ¡Sería divertidísimo!