Aún quedan políticos honestos, pero no son españoles
Siento vergüenza ajena al comparar la honestidad y el cumplimiento de sus promesas electorales de un político, que es fácil suponer no es español aunque hable la misma lengua, con los nuestros. Me refiero a don José Mújica, o “Pepe “, como le gusta ser llamado, Presidente del Uruguay y de visita oficial en España. Su biografía y manera de gobernar no guarda similitud alguna ni en el más simple detalle, con nuestros dirigentes. Es como comparar una mañana luminosa y espléndida con una noche tormentosa y oscura.
No sé si su visita hará reflexionar a nuestros dirigentes para comportarse con la dignidad y honestidad que un antiguo guerrillero Tupamaro les ha demostrado. Es mejor ser un ex guerrillero que luchó contra la oligarquía, con quince años de cárcel, seis veces herido de bala y torturado y aislado en condiciones inhumanas, defendiendo un ideal que beneficia a su pueblo, que un ilustrísimo señor que hace una guerra sádica y tenaz protegiendo los privilegios del abuso y sometiendo a su pueblo al hambre y la desesperación. Un idealista como éste necesitamos en España.
Mújica reside en una modesta vivienda rural, llamada allá “chacra”, con una habitación, salón y cocina, cuidando personalmente un pequeño huerto de hortalizas y flores, en unión de su señora, presidenta del Senado y de una perra coja, que le sigue a todas partes a la que llama “Manuela”. Ni escoltas, ni servicio doméstico. ¿ Qué puede temer un hombre que se ha entregado por completo a su pueblo?. Ellos guisan, friegan, lavan y tienden la ropa, y realizan todas las faenas caseras. Solo son propietarios de esta sencilla vivienda, un viejo “volkswagen”, de los llamados “escarabajos” y el tractor con el que labora en su pequeño huerto. De los nueve mil euros mensuales de sueldo presidencial, – cualquier diputado dormilón de los nuestros cobra tres veces más-, sólo utiliza el diez por ciento. El resto ingresa en el fondo de ayuda social para los más necesitados. ¡Toma ciribicundia y los nuestros hasta cobrando y subiéndose dietas indebidas, que para ellos no hay recortes!, .
Nuestras dignísimas autoridades hasta en este difícil periodo que atravesamos no tienen reparos en cobrarlas indebidamente, como el caso del señor Montoro, nuestro ministro de Hacienda ,que tiene tres viviendas en Madrid pero al ser diputado por Murcia, se las pagan y él las cobra. Y no será el único, como podrán figurarse ante la ausencia de protestas por este hecho de los demás compañeros de la Cámara. El artífice de los recortes sociales no opina de igual manera cuando a su bolsillo y al de sus compañeros se refiere. No le basta su sueldo de ministro y demás prebendas. No sé si será legal, pero resulta cuando menos bochornoso mientras condenan al ciudadano a una situación insufrible. ¡Cuánto me arrepiento haberlos votado!. Pero como comento, no es un caso aislado, pues el presidente del Parlamento Andaluz, de Izquierda Unida,-¡vaya patada donde más duele a sus camaradas comunistas!-, se sube sus dietas cuatrocientos euros mensuales, mientras siguen con sus recortes en los servicios sociales, despidos entre el personal laboral no admitido a dedo y con el bochorno de esas falsas y millonarias ERES, estafadas al pueblo, aunque de esto hablen poco ciertos medios de comunicación. Los abusos y corrupciones nada tienen que ver con las ideologías y colores políticos, sino con la honestidad de las personas. En España, triste es reconocerlo, ambas cualidades son unas desconocidas en nuestra “jauría política”. Que no se den por aludidos los que las conocen y ejercen. .
Resulta deprimente e incomprensible que Rajoy y su gobierno no se den cuenta que ya nadie les apoya, a excepción de los que viven chupando de la teta patria y mientras les dure ese “mamoneo”. El Partido Popular va camino de irse al traste, como se fue la UCD tras la traición de sus “barones” a Suárez. Nunca un gobierno ha tenido en contra tan generalizada a la ciudadanía como éste. Es el único que ha sido criticado públicamente por todos los estamentos profesionales y sociales sin distinción: jueces, policía, bomberos, catedráticos y maestros, sus alumnos respectivos, el personal sanitario al completo, padres de familias, los dependientes e incapacitados y hasta los de la tercera edad, que ven amenazado su derecho a acabar sus días con la debida protección. Sin embargo, dirigentes, diputados, senadores y políticos, en tiempos tan difíciles y críticos no renuncien a sus excesivos privilegios. Esto es lo menos parecido a esa justicia social tan falsamente pregonada.
No me quiero adentrar en el capítulo de las “preferentes”, esa manifiesta y descarada estafa a los pensionistas y pequeños ahorradores, cuyos autores están disfrutando libremente de sus delictivos procederes y muchos de ellos millonariamente indemnizados en sus ceses y jubilaciones. Se han dado casos en que los engañados y perjudicados eran ciegos y hasta analfabetos, por lo que no pudieron descubrir ese tocomocho. Y el señor Rajoy empeñado en rescatar a esa Banca o cueva de Alí Babá con préstamos europeos que encima han de pagar los estafados ciudadanos. Enhorabuena Presidente, su gobierno es el peor considerado de todos los que ha tenido España a lo largo de la llamada democracia. Ninguno de ellos ha llegado a sus límites en desaciertos, injusticias y abusos. No hay derecho a que usted haya prometido en sus campañas lo contrario de lo que está realizando y no tenga la honestidad de dejar su cargo y cesar a su Ejecutivo para que ocupen sus puestos gentes no contaminadas de su propio partido.
No le perdono que me haya engañado y haya contribuido a que España esté viviendo sus momentos más angustiosos y vejatorios, dentro y fuera de sus límites. Aprenda de un ex guerrillero que a pesar de sus posibles errores pasados, ha demostrado ser un fiel cumplidor de sus promesas y ofrecer una magnífica lección de dignidad y honestidad. Ha mancillado mis ideales políticos, que yo suponía eran los de su partido y me ha hecho renegar de los que hasta su llegada había considerado como mis hermanos políticos. Y eso no se lo perdono. Nunca pensé que iba a tener que escribir en contra de mis propios sentimientos. ¡Váyase a “registrar”, que es lo suyo y deje que el pueblo recupere su dignidad y bienestar!
Se argumenta muy a menudo, por los políticos (y algunos papanatas), que no todos ellos son corruptos, y que muchos ni cobran. ¿Cómo lo saben? ¿Hay estadísticas fiables realizadas? ¿Cuál es el porcentaje de políticos que no cobran? Mientras no se justifiquen estas opiniones con datos, sólo serán eso: opiniones muy convenientes y no realidades,
Que envidia, Dios mío.
Igualito que los politicocorruptos que tenemos por aqui que han perdido hasta el y recato incapaces de dejar el cargo aunque esten hundiendo el pais . Esto es como Sodoma y Gomorra no queda uno digno de ser salvado ,lastima que no venga un angel exterminador