El Cairo, entre llamas y tanques
Gran parte de las decenas de miles de manifestantes que han salido a las calles de Egipto en favor del cambio político han ignorado el toque de queda impuesto por el Ejército y el presidente Hosni Mubarak mientras la capital egipcia comienza la noche entre el sonido de los disparos, incendios esporádicos y gritos en favor del cambio de régimen.
Las llamas han consumido la sede central del Partido Nacional Democrático (PND) del presidente Mubarak, que todavía no ha comparecido en público para realizar una primera valoración de los incidentes, tal y como estimaban algunos medios internacionales nada más imponerse el toque de queda.
Junto a la sede de la formación política también se tiene constancia de incendios en una comisaría y varios coches de Policía, según las imágenes divulgadas por la cadena panárabe Al Yazira. Ningún camión de bomberos ha hecho acto de presencia para contener las llamas, que se extienden peligrosamente hacia el Museo Nacional, donde se encuentran los restos del faraón Tutankamón, un tesoro nacional. Asimismo, la televisión emiratí Al Arabiya ha asegurado que un grupo de manifestantes intentó irrumpir en la sede de la televisión pública, situada también en el centro de la ciudad, pero no lograron su propósito y la cadena sigue emitiendo sin interrupciones.
También parecen haberse escuchado explosiones en la capital egipcia, que según los testigos presenciales podrían deberse a la explosión de varios tanques de gas que se encontraban cerca de la comisaría incendiada. “El Cairo está completamente en manos de los manifestantes. Nunca he visto nada igual en todos los años que llevo cubriendo este país”, ha asegurado un corresponsal de la cadena panárabe.
El tráfico de vehículos sigue abierto en algunos puntos de la capital, pero los tanques del Ejército han comenzado a patrullar las calles cairotas, como parte de la intervención solicitada por el presidente Mubarak, a petición de la propia cúpula militar del país. En el barrio de Zamalek, cerca del puente que comunica con la céntrica plaza Tahrir, epicentro de las manifestaciones de los últimos días, cientos de jóvenes se congregan dispuestos a continuar con las protestas. De esta plaza, la Policía se retiró poco después del toque de queda y grupos de manifestantes están ocupando el lugar pidiendo el final del régimen de Mubarak.
Toque de queda en todo el país
El toque de queda fue decretado poco antes de las 17.30 hora local (15.30 GMT), al comenzar la noche en Egipto, después de una jornada de intensos enfrentamientos entre agentes policiales y manifestantes en las calles de El Cairo y otras ciudades del país. Aunque inicialmente, la televisión estatal informó de que el toque afectaba sólo a El Cairo, Alejandría y Suez, Mubarak lo ha ampliado a todo el país. El presidente, en el poder desde 1981, ha ordenado también que el Ejército apoye a la Policía para garantizar la seguridad.
Mientras el Gobierno intenta controlar la situación en las calles cairotas, el líder del partido opositor Wafd, El Sayed el Badawy, ha asegurado que “es tiempo para reformar la Constitución y limitar a seis años el mandato presidencial”. El jefe del Wafd (partido de tendencia liberal) ha insistido en la necesidad de formar “una Asamblea Nacional para redactar una nueva Constitución”. “El Wafd, en estas circunstancias difíciles por las que pasa el país, rechaza rotundamente cualquier injerencia extranjera en los asuntos internos del país”, ha concluido.
El Badawy contradice así al ex director de la AIEA,Mohamed El Baradei, quien en una entrevista concedida anoche al diario británico The Guardian reclamaba a la comunidad internacional que no se quede callada ante la situación que se vive en el país, “una gran prisión”. “La comunidad internacional debe entender que se nos están negando todos los Derechos Humanos a diario”, aseveró, denunciando que “Egipto hoy en día es una gran prisión”. “Si la comunidad internacional no habla ahora tendrá muchas implicaciones. Aquí estamos luchando por valores universales, si Occidente no habla ahora, entonces ¿cuándo lo hará?”, se preguntó.
El Baradei también se sumó a las protestas en las calles de El Cairo, después de que esta mañana la Policía le mantuviera retenido brevemente en el interior de la mezquita a la que había acudido a rezar. Algunas fuentes han indicado posteriormente que habría sido puesto bajo arresto domiciliario, si bien la información aún no ha sido confirmada.
El día de hoy, el más sangriento desde que comenzaran las protestas el pasado martes, se ha saldado con cinco muertos, 870 heridos y más de trescientos detenidos.
El error número 1 de todo dictador imbécil: sacar el ejército en plena revuelta. Suele ocurrir que: 1) se rebela más gente a medida que matan a los rebelados, o 2) el propio ejército se siente mal masacrando a sus conciudadanos y secunda a los rebeldes. Visto lo visto, esto acabará mal para Mubarak. Tiempo al tiempo.