El Papa Benedicto XVI ha asegurado que “la Iglesia no teme la persecución” a la que a veces se ve sometida, al tiempo que hecho un llamamiento a la paz entre personas “de cualquier religión o cultura”, con motivo de la celebración de la jornada internacional por la intercesión de la paz en Tierra Santa.

“Demasiadas personas deciden usar la violencia para imponer sus propias ideas políticas o religiosas. Debemos querernos como hermanos, a cualquier religión o cultura a la que pertenezcamos”, ha defendido el Pontífice.

Tras el rezo dominical del Ángelus, el Papa también ha asegurado que “la Iglesia no teme la pobreza, el desprecio, la persecución en una sociedad que a menudo se siente atraída por el bien material y el poder mundano”.

Por otra parte, se ha referido a las Bienaventuranzas y ha defendido que “son un nuevo programa de vida para liberarse de los falsos valores del mundo y abrirse a los verdaderos bienes”. Por ello, ha sostenido que “no se trata de una nueva ideología, sino de una enseñanza que viene desde lo alto y toca la condición humana”.

El Santo Padre ha estado acompañado en esta ocasión por dos jóvenes de la asociación Acción Católica, uno de los cuales ha leído un mensaje por la paz, y que han liberado dos palomas blancas como símbolo de la paz.

También ha recordado que este domingo se celebra la Jornada Mundial de Enfermos de Lepra, a los que ha prometido una “especial oración”, así como a todos los que les cuidan. “La lepra por desgracia todavía golpea a muchas personas en condición de grave miseria”, ha lamentado.