¿Se avecina una nueva crisis mundial?
El leitmotiv de la semana en los mercados de materias primas es la escalada de las tensiones en Oriente Medio y la subida de los precios del petróleo -muy sensible al crecimiento de las desestabilizaciones políticas-, que a su vez podría llevar a una revolución petrolera mundial. Los factores políticos determinan la situación en los mercados petroleros
La ola de protestas públicas en los países árabes se inició en Túnez a finales de diciembre de 2010, y luego se extendió a Egipto, Jordania y Yemen.
Las turbulencias en Egipto que comenzaron el 25 de enero han ejercido una influencia especial sobre los mercados mundiales. Los precios del petróleo han alcanzado el precio máximo de los dos últimos años al crecer cerca de un 5,5%, desde los 95,14 dólares por barril de crudo Brent el 24 de enero a los 100,34 dólares el lunes pasado.
Aunque Egipto no produce tanto petróleo, el país controla el Canal de Suez, el pasillo principal a través del cual las materias primas son exportadas a Europa. “Los acontecimientos en Egipto amenazan con desestabilizar Oriente Medio, en particular, con la agudización del problema palestino”, comentó el economista jefe del banco Otkritiye, Vladímir Tijomírov, según recoge rosbalt.ru. “Si los radicales asumen el mando en Egipto, es probable que se intensifiquen los intentos de causar daño a Israel u Occidente, que ayuda al Estado. Esto puede manifestarse en la interrupción de los suministros de petróleo, el bloqueo del Canal de Suez, etcétera”.
Lo peor está por venir
Pero el actual aumento de las cotizaciones del petróleo parece insignificante en comparación con las posibles consecuencias económicas de la crisis política en los países productores de petróleo del Golfo Pérsico. Oriente Medio es la principal región petrolera del mundo, con alrededor de un 30% de la producción mundial del combustible.
“Incluso si por el corto plazo, debido a los disturbios, el suministro de petróleo desde el Golfo Pérsico se reduce, el segmento se enfrentará a un colapso. Otros países productores de crudo no son capaces de sustituir estos volúmenes y las reservas no garantizarán ni dos meses de consumo mundial”, señala el jefe adjunto del Departamento de Análisis de la sociedad de inversión de capital Grandis Capital Timur Jairulin, informa rosbalt.ru.
Una analogía histórica de la posible evolución de los acontecimientos es la crisis del petróleo de 1973, cuando la guerra árabe-israelí llevó a una posterior disminución en el suministro de petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) al mercado. Como resultado, en menos de 6 meses los precios del ‘oro negro’ aumentaron más de tres veces -desde 3 dólares hasta 10 dólares por barril-. La situación tuvo un impacto tremendamente negativo sobre la economía mundial y especialmente sobre los mayores importadores de petróleo: EE. UU. y Europa.
Si la oleada de revoluciones llega a los países de Oriente Medio como Arabia Saudita, habrá consecuencias catastróficas para la economía mundial que se manifestarán en la subida de los precios del petróleo, la inestabilidad de los mercados financieros, la reducción de la actividad de inversión, etc., según indican los analistas.
Casandra predice dificultades
La opinión fue confirmada por Nouriel Roubini, conocido como Casandra, célebre por sus infalibles predicciones sobre la crisis financiera de 2008. Las sublevaciones en Túnez y Egipto traerán consigo graves consecuencias económicas y financieras, afirma el economista más influyente, informa The Financial Times.
Por lo tanto, los riesgos geopolíticos en la región sirven como fuente de bruscas fluctuaciones en los precios del petróleo, con repercusiones a nivel mundial.
Este aumento en los precios del petróleo arrastrará consigo una subida de los precios de otras materias primas, especialmente los alimentos, y el incremento de la inflación en las economías ya recalentadas de países emergentes donde la energía y los alimentos representan dos tercios de la canasta de consumo.
Además, producirá otro choque económico en los países desarrollados que acaban de salir de la recesión y van por el camino de una recuperación muy frágil.
Si los precios del petróleo continúan subiendo, el crecimiento económico se desacelerará fuertemente, y algunos pueden incluso experimentar una segunda ola de recesión.
Finalmente, el aumento del precio del petróleo puede obligar a los inversores a reducir fuertemente el apetito por el riesgo, disminuyendo así la confianza del consumo y los negocios, que siempre afecta a los mercados financieros.
Nivel máximo de los precios de petróleo
Según los expertos, el nivel máximo que podría alcanzar el petroleo fluctúa entre los 110 y los 120 dólares por barril. Al llegar a este indicador, el mercado de petróleo podría enfrentarse a otro período recesivo: el crecimiento de los costes incluye tanto el componente real como el especulativo. Con el tiempo, el componente especulativo es cada vez mayor y después de superar el nivel de alrededor de los 100 dólares por barril, este factor queda en primer plano en la determinación de los precios del petróleo.
Durante este período los especuladores alientan a los consumidores a comprar el combustible en aumento, pero tarde o temprano lo venden e invierten en otro activo, como el oro o los bienes raíces. Al fin y al cabo los que compraban crudo en un intento de revenderlo y pidieron créditos con este objetivo, sufren pérdidas y no pueden devolver los préstamos a los bancos, que allanan el camino para una nueva crisis bancaria, lo que a su vez reduce las oportunidades de crecimiento económico.
Rusia y América Latina salen ganando
Al mismo tiempo, los expertos consideran que para Rusia, como proveedor de combustible, el aumento de los precios es lucrativo. A corto plazo la inestabilidad en Oriente Medio y el consiguiente aumento de los costes del petróleo llevarán a la subida de los ingresos de exportación, de las entradas presupuestarias y de los pedidos de los sectores relacionados con el petróleo.
Para América Latina, las perspectivas también son alentadoras. La expansión económica está reforzada en casi toda la región gracias a la mayor demanda de materias primas y alimentos de todo el mundo, especialmente de China y la India.
Sin embargo, existen consecuencias negativas a largo plazo: para Rusia será el mantenimiento de la estructura actual de una economía de materias primas y para América Latina generará una espiral inflacionaria que puede obstaculizar la progresión. Si la tendencia alcista de los precios se sigue manteniendo, la región correría el peligro de entrar en zona de riesgo.
Brasil señaló que superó su límite inflacionario para este año. El Banco Central brasileño ya ha emprendido algunos intentos para enfriar la economía y apreciar el dólar pero parecen ser insuficientes. La inflación también es una piedra obstáculo para Argentina y Venezuela.
“No hay ninguna situación de emergencia”
El jefe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Nobuo Tanaka, declaró sin embargo que en el mercado mundial en este momento “no hay ninguna situación de emergencia”.
“No hay ninguna situación extraordinaria en el mercado mundial del petróleo, sin embargo, la OPEP tiene que ser flexible”, dijo. “Si surgen interrupciones en los suministros de petróleo, intervendremos junto con la OPEP”.
A su vez, el jefe de la Corporación Nacional de Petróleo de Libia, Shokri Ghanem, señaló que el precio del barril de 100 dólares es “justificado, tomando en consideración la prolongada caída en el tipo de cambio de la moneda estadounidense y el aumento de los precios mundiales de los productos alimenticios”. También agregó que el barril de 100 dólares “no pone en peligro el proceso de crecimiento de la economía global”.
Los ministros de la OPEP discutirán la situación del mercado petrolero en una sesión del Foro Internacional de Energía, que se llevará a cabo el 22 de febrero en la capital de Arabia Saudita, Riad.
Los expertos creen que la llegada de los radicales al poder en los países de Oriente Medio aumentaría dramáticamente los riesgos del mercado del petróleo. “La mayor parte de los países de la OPEP son leales a Occidente y en el caso de un incremento excesivo del precio del petróleo tratan de aumentar la producción”, recuerda el economista jefe del banco Otkritiye, Vladímir Tijomírov. “El nuevo poder en los países árabes de la OPEP podría, por ejemplo, empezar a cortar los suministros de crudo para incrementar los precios del combustible y sus beneficios”