Españoles en el ocaso
Aceros rotos. El ocaso de los héroes”, es el último libro del escritor y periodista Fernando Martínez Laínez, un nuevo trabajo de este autor concebido con un doble fin: rebelarse contra el ambiente de decadencia que vivimos los españoles actualmente y poner al alcance del lector medio las vidas de doce hombres notables, una docena de héroes de nuestra Historia, en el momento del balance final de sus vidas, como referencia de la gloria que un día tuvimos y como ejemplo de que, ante la adversidad, surge siempre el espíritu de vencer, de llegar más allá, de alcanzar la gloria. Porque la gloria está reservada a los que mantienen la tenacidad y, en las condiciones más adversas, suele surgir siempre el héroe que convierte en realidad la proeza. Aldama, Cristóbal de Mondragón, Pedro Navarro, Julián Romero, Francisco Verdugo, Quevedo… son algunas de las biografías incluidas en este libro, el primero de una trilogía, con el que este autor nos obsequia una vez más, al mostrarnos una pequeña referencia de la Historia de España.
Fernando Martínez Laínez es de esos españoles que se niegan a sucumbir ante la crisis, a dejarse llevar por el ambiente lúgubre del desastre, por el fatigado tránsito del perdedor. Periodista y escritor de éxito, conocedor de la Historia de España, sus libros aparecen en los escaparates con sugerentes títulos, despertando el interés, situándolo en el límite máximo de nuestra atención, como un reclamo certero a través del cual nos acerca semblanzas que permiten mantener nuestra autoestima. Sirvan como ejemplos, algunos de los últimos títulos de su bibliografía: “Vientos de gloria”, en la que nos muestra una seria de batallas decisivas ganadas por los españoles, desde Las Navas de Tolosa de 1212 hasta la de Bailén, de 1808. O los dedicados a los Tercios de Flandes (“Una pica en Flandes” y “Tercios”), en los que glosa una de las obras más impresionantes de la ingeniería militar y civil, como fue el Camino español de los Tercios que, entre 1566 y 1648, ochenta años, permaneció abierto y sirvió para el tránsito de nuestros soldados a aquellos dominios, burlando los controles de Francia y adentrándose en tierras suizas, para evitar, cuando la ocasión lo requería, las hostilidades de algunos condados aliados de los franceses, así como la cultura, el ambiente, las batallas, el lenguaje de nuestros soldados, las costumbres… una fuente de inspiración desaprovechada por el cine, un medio tan certero en la divulgación del mensaje, tan creativo en la ambientación de una época y tan ágil como sutil para llegar al gran público.
Es también una lucha contra esa corriente izquierdista, fatuamente afiliada al desastre histórico, que ejerce su rechazo hacia el pasado glorioso e imperial y que desatiende un revisionismo necesario para superar sus propios tópicos.
Martínez Laínez es uno de esos escritores que cuentan la historia de los pueblos a través de sus personajes, y este último trabajo, precisamente, es una prueba más de ello. Y se sirve de una fuente de inspiración generosa, rica en episodios, espléndida en acontecimientos y generosa en protagonistas: La Historia de España. En “Banderas lejanas” nos dejó una pincelada de la proeza de la llegada y conquista de los españoles a lo que hoy es Estados Unidos de Norteamérica, epopeya que el vulgo popular ha traicionado al aplicar el término latino a todo lo que se representa la herencia hispana o ibérica, en el mejor de los casos, y asociando al término latino una hegemonía que no le corresponde. El explorador, historiador y polifacético Charles Fletcher Lummis, en su obra Los exploradores españoles del siglo XVII, lo dejó bien claro cuando escribió: a una nación le cupo en realidad la gloria de descubrir y explorar la América, de cambiar las nociones geográficas del mundo y de acaparar los conocimientos y los negocios por espacio de medio siglo, y esa nación fue España. Un genovés, es cierto, fue el descubridor de América; pero vino en calidad de español; vino de España, por obra de la fe y del dinero españoles; en buques españoles y de las tierras descubiertas tomó posesión en nombre de España… y más adelante, matiza: hubo por lo menos otros cien héroes españoles en aquella época, desconocidos de la fama y enterrados en la oscuridad hasta que la verdadera historia les de su bien ganada gloria. Y más adelante dice: Ninguna otra nación madre dio jamás a la luz cien Stanleys y cuatro Julios Césares del Nuevo Mundo, y ninguna de las conquistas, en la Historia de América, puede compararse con las que ellos llevaron a cabo.
Tiene mucha razon el autor del libro, y pongo un ejemplo concreto: Los reyes catolicos admirados por siglos en España por su labor de unficar el pais, expulsar definitivamente a los moros invasores y por el principio de la labor colonizadora de America, en los ultimos 15 años han sufrido una feroz critica a su s figuras historicas y su obra a manos de grupos y lobbys radicales progres que tienen fuerte presencia e influencia en los medios de comunicacion y por desgracia en el sistema educativo. El resultado de ese desastre es que, si le preguntas por ejemplo a… Leer más »
Deje usted al dinero en paz,que el dinero aqui no pinta nada;al contrario es el problema;pero si es que de donde no hay no se puede sacar;siempre con el pesebre y el puto dinero,el excremento del diablo,o es que aun no lo sabe.
Y pensar que mis antepasados dieron su sangre por la patria española,por la comunidad patria,para que ahora tengamos este subproducto humano.
El unico valor español,es la sangre,la sangre,el valor personal,y el no tener miedo nunca,pero nunca nunca,a la lucha,ni a la muerte.
Nos iban a durar,toda esa piara de gilipuertas,dos dias,maximo.