Querido director de Alerta Digital, la casa de todos los españoles de buena voluntad y orgullosos de serlo: Hoy, no es ningún día señalado en el calendario como para festejar algo felizmente previsto; es un día laboral que sólo tiene como especial la celebración que nos marca nuestro santoral católico. Pues bien, precisamente por eso, por ser un día normal y corriente, he considerado que era el más idóneo para dirigirme a usted con un mensaje personal pero que estoy convencido de que también se encuentra en la mente de cientos de amigos y lectores de AD. Esto es un acto de desagravio; un mensaje de estímulo y de agradecimiento, para hacerle llegar cuando nadie lo espera –y tras el linchamiento de la pasada semana-, un reconocimiento personal, humilde y sincero.

En este periodo de decadencia y confusión que vive España, y cuando uno ve que lo único que pretende la castuza es mentir sistemáticamente al pueblo al objeto de salvar sus prebendas y privilegios por encima de salvaguardar los intereses nacionales, es primordial para los españoles que se sienten patriotas, disponer de un medio de información como éste; hasta hace bien poco todos nosotros -que somos muchos-, no teníamos ni forma ni manera ni medio a nuestro alcance, a través del cual poder expresar y hacer públicas nuestras ideas o simplemente dejar constancia de reflexiones propias de ciudadanos libres.

Durante todos estos años de adoctrinamiento sistemático, no han existido medios informativos realmente imparciales, objetivos y libres; y si alguna publicación, ha intentado salir a la calle con un editorial patriótico y de exaltación nacional, rápidamente ha sido silenciada, perseguida y asfixiada por los “tolerantes” del sistema. No existía la posibilidad de poder publicar un escrito, una carta o un artículo, donde apareciesen las palabras patria, patriota, españolidad, o simplemente hacer alusión a la bandera nacional de España; ni que decir tiene, que cuando la misiva trataba de poner un “pero” a la democracia, a la constitución o a las autonomías políticas, ya sabías que no debías molestarte en remitir ningún otro escrito. Sólo admitían cartas cuyo contenido fuese lo que la casta ha dado en llamar: políticamente correcto; o sea, el encubrimiento de todos los escándalos de corrupción que actualmente nos asolan.

Por todo ello, creo no equivocarme si digo que AD es algo más que un medio de información; Alerta Digital es la casa de todos aquellos españoles que no quieren dejar de serlo, y constituye hoy sin ningún género de dudas, la verdadera voz del pueblo llano y trabajador encuadrado en la clase media o sector más importante de nuestra sociedad, que ansiaba poder decir bien a las claras, que España no se rompe; que España está viva; que España tiene alma; y que España debe y tiene que volver a estar en el lugar que le corresponde, que no es otro, que la élite de las naciones más importantes e influyentes del mundo.

Esto ya no hay quien lo pare don Armando; AD ha sido capaz de volver a poner en marcha la maquinaria para aglutinar a todos los que un día estuvimos unidos, pero que el sistema nos fue separando y condenando al ostracismo, no sólo debido al control ejercido por la castuza sobre los medios informativos públicos y privados, sino por una persecución sistemática de todo aquel que disintiera de esa castuza y sus métodos.

Pero, con lo que ellos no contaban era con la Red, con internet y, por supuesto, con personas osadas y capaces de dar a luz un diario digital como el que usted tiene el honor de dirigir. Alerta Digital los ha “herido de muerte”; les ha quitado la careta; ha desnudado y dejado a la castuza con sus vergüenzas al aire desde el preciso momento que ha sacado a la luz uno por uno todos sus despropósitos y felonías; desde que ha dado a conocer con datos irrefutables, el aniquilamiento y el despilfarro sin control de un riquísimo patrimonio moral, cultural y económico, que estos golfos han venido ejerciendo bajo el paraguas del sistema, y que ha llevado a España a una ruina moral y económica, sin precedentes a lo largo de su historia.

Alerta Digital es ahora mismo el medio que poco a poco viene acercando a un mismo punto de encuentro a ciudadanos de todas las edades, profesiones, estratos sociales, y residentes en cualquier rincón de España con conexión a internet; pero es que además, casi me atrevo a decir a tenor de su imparable crecimiento, que está siendo un estímulo para los más dubitativos y pusilánimes.

Como es lógico, mis palabras han de ser de agradecimiento para usted don Armando, y para quienes durante estos años han trabajado sin descanso para que AD sea hoy una realidad; pero también de agradecimiento a todos los lectores que incluso se molestan cada día en dejar constancia de sus elogios y críticas a través de sus comentarios.

Alerta Digital tiene el honor de contar con verdaderos eruditos y personalidades de nuestra cultura -no contaminados-, que aparte de ser referentes de nuestro diario, cada semana nos ilustran con artículos y lecciones magistrales. Citaría alguno, pero, no quisiera pecar por olvido involuntario, lo que si haré, es señalar que puedo dar fe de que durante el tiempo transcurrido desde que conocí AD, ha estado marcado con su director a la cabeza, sin paréntesis ni siestas, ni vacaciones, por el apasionamiento e ilusión de sacar adelante esta difícil empresa.

Durante este periodo de tiempo -que hoy estimamos superado-, hemos tenido que ver y oír de todo; incluso ataques virulentos, hirientes y mordaces cargados de intención, como los lanzados recientemente contra usted don Armando o contra el Padre Calvo, con quienes me solidarizo incondicionalmente. Los que habitualmente utilizan el amuleto de tolerantes y demócratas, esos que contra los asesinos y terroristas solo saben guardar silencio, pintarse las manos de blanco y colocarse lazos negros para después poner a los criminales en libertad, con ustedes dos han actuado como “perros rabiosos”, hasta el punto, del gesto vergonzoso y cobarde de la alta magistratura eclesiástica española, de querer silenciar a un sacerdote ejemplar y patriota como es don Jesús Calvo, por decir todo aquello que no se atreven a decir ellos, aun teniendo la obligación imperiosa de hacerlo.

Hoy, estos del ataque caprichoso a todo aquel que no piensa como ellos, y que no soportan que las verdades salgan a la luz sean del color que sean, no habrán tenido mas remedio que tragarse el sapo, al ver que ya no nos calla nadie, pues AD y su programa estrella “La Ratonera”, siguen subiendo en audiencia y en apoyo popular. Confiamos en que continúe su andadura como lo ha venido haciendo hasta ahora, al objeto de lograr situarse en el lugar que le corresponde; allí donde los españoles que sienten a España como algo genesiaco y vitalizante que llevan en su corazón y en sus venas, quieran llevarlo.

Estoy seguro, que usted don Armando, como director, los trabajadores de AD, y todos los que habitualmente colaboramos con el periódico, seguiremos aportando dentro de nuestras posibilidades, esa dosis necesaria de trabajo, de esfuerzo y de sacrificio.

Con su permiso, señor director, yo invito desde aquí a todos aquellos que busquen un medio donde expresarse libremente, y quieran leer y enterarse de todo aquello que muchas veces se pretende ocultar, que vengan a Alerta Digital y a su programa estrella “La Ratonera”. Un fuerte abrazo don Armando, y ¡Felicidades!