La cúpula del partido de Mubarak dimite en pleno
Cuando se cumplen doce días de la protesta llevada a cabo por la sociedad egipcia para exigir el final de la era Mubarak, se producen los primeros cambios en el seno del Gobierno. La cúpula del partido Partido Nacional Democrático (PND), entre cuyos integrantes se encuentra el hijo de Mubarak, Gamal, ha presentado su dimisión en bloque. Lo que no se ha producido es la dimisión del propio Mubarak como presidente del partido, tal y como había informado en un primer momento la cadena de televisión panárabe Al Arabiya.
Tras el cambio en la dirección del partido gobernante, el nuevo secretario general del partido y jefe del comité político del grupo será Hosam Badrawi, miembro del ‘ala liberal’ de la formación política. Este comité estaba encabezado por Gamal Mubarak, hijo del mandatario egipcio y quien se perfilaba en su momento como posible sucesor de su padre en la jefatura del Estado.
El relevo en la cúpula del partido ha sido anunciado por el PND en un comunicado. Badrawi reemplaza como secretario general a Safuat al Sharif, uno de los políticos más próximos al presidente Mubarak. “Los miembros del consejo político del PND presentaron su dimisión hoy y se resolvió designar a Hosan Badrawi como secretario general del partido y también como jefe del comité político”, dice el escueto comunicado.
La nota no explica las razones de ese cambio, pero se produce en medio de un fuerte deterioro de ese partido, el pilar político del régimen de Mubarak, cuya sede fue devorada por las llamas durante las protestas políticas de la semana pasada. El nuevo líder del partido, Badrawi, médico de profesión, integraba el Consejo de Gobierno del PND y también era miembro del Consejo Nacional de Derechos Humanos, un organismo gubernamental.
El PND llegó a la crisis política que vive hoy Egipto con una imagen muy deteriorada por las denuncias de fraude durante las elecciones parlamentarias de noviembre y diciembre pasado. Sólo ahora, cuando se han generalizado las protestas contra el régimen, Mubarak ordenó que sean revisadas con urgencia todas las impugnaciones presentadas por esos comicios, que dieron al PND una amplia mayoría de la cámara baja, la que estaba en disputa. Los resultados oficiales otorgaron al PND 420 de los 508 escaños que se debían cubrir, pero también fueron elegidos como diputados 53 militantes de ese mismo partido que se presentaban como independientes, al margen de la lista oficial.
Nuevas reuniones con la oposición
Esta ofensiva del presidente para recuperar la iniciativa que le arrebataron los ciudadanos en las calles ha venido acompañada por los mensajes de su Gobierno de que lo peor ya ha pasado. El Ejecutivo ha puesto todo su empeño en demostrar que el país ha entrado de nuevo en la senda de la normalidad en una distendida rueda de prensa del primer ministro, Ahmed Shafiq, con la plana mayor del equipo económico.”Debemos ser optimistas. Las instituciones del Estado recuperan la normalidad y la situación es ahora mejor”, ha asegurado Shafiq, tras reunirse con Mubarak, cuatro ministros encargados de asuntos económicos y el jefe del Banco Central, Faruq Oqda.
Para el primer ministro, “la situación en (la plaza) Tahrir y de los manifestantes ha cambiado. El ‘día de la salida’ (que se celebró ayer) fracasó y ahora lo llaman el ‘día de la resistencia’. La situación en Tahrir es tranquila y no hay detenciones de manifestantes”. Por su parte, el vicepresidente egipcio, Omar Suleimán, se ha reunido en una segunda ronda de conversaciones con representantes de los partidos Wafd, liberal, y Tagamu, izquierdista, ambos con representación parlamentaria y de la oposición más asimilada por el régimen.
Tras conocerse el relevo en la cúpula del partido gobernante, la Casa Blanca se ha mostrado complacida con “cualquier paso que otorgue credibilidad” al proceso de cambio político. El enviado personal del presidente de Obama para Egipto, Frank Wisner, ha defendido que el presidente egipcio se mantenga en el cargo para conducir los cambios en el sistema político. “Necesitamos conseguir un consenso nacional en torno a las condiciones previas para el siguiente paso. El presidente debe mantenerse en el cargo para conducir estos cambios”, ha afirmado Wisner.
Cánticos y gritos en Tahrir
Pese a las grietas que comienzan a aparecer entre los detractores de Mubarak, la plaza Tahrir ha gritado, cantado y bailado un día más para exigir a Mubarak que se vaya inmediatamente y convoque elecciones libres. El descenso de temperaturas, la fina lluvia que hoy ha caído sobre el Cairo y, sobre todo, el hecho de que Mubarak siga en el poder el día después de lo que habían bautizado como el “viernes de la salida” se han conjurado para templar los ánimos en la plaza Tahrir.
Uno de los manifestantes, Mohamed Saad, ha asegurado que recibe continuamente llamadas de su familia para que abandone la concentración y vuelva a casa, sobre todo después de que el llamado “día de la salida” acabase con Mubarak aún firme en el sillón. “Escucho a mis amigos hablar con sus familias y decirles: ‘No me muevo de aquí hasta que Mubarak se vaya’. Yo tampoco me voy, aguantaré hasta la muerte”, ha sentenciado.
La última cifra facilitada por el Gobierno egipcio cifra en once los fallecidos desde el miércoles y en más de 5.000 los heridos. Datos que contrastan con los que maneja Naciones Unidas que estima en más de 300 las personas muertas desde el inicio de las protestas.