Viendo la pantomima del debate del estado de la Nación (Ni Nación, ni Estado), me reafirmo en mi esperanza tras el nacimiento de SOLUCIONA.

Estos años que hemos sufrido como consecuencia del desmantelamiento de España y de ocupación por asalto de todos los ámbitos de la vida civil por parte de esta casta parásita, me llevaron a la absoluta desesperanza. Convencido de que la iniciativa privada y la alternativa a lo que han construido estos parásitos, a punto estuve de tirar la toalla y no volver a escribir u opinar sobre las cuestiones que pensaban nos afectaban a todos. A tal grado de desafección había llegado y los hechos me daban la razón.

Mis peores augurios se iban cumpliendo desde que con Felipe González se eliminaron los contrapoderes y éstos se incrementaron tras el 11 M, la traición escandalosa del Faisán y el saqueo de Instituciones, Empresas Públicas, Bancos y Cajas de Ahorro. Es más, ganaron las últimas elecciones los “Peperos”, y no tuvieron a bien pedir responsabilidades a los responsable. ¿Cómo lo iban a hacer si ellos mismos formaban parte del expolio?

La desesperación ante la impotencia y la inacción de la sociedad civil, inmunizada e igualmente mantenida ignorante por los mismos poderes, me hacían no albergar esperanza de cambio alguno, dando todo por perdido.

Asistir al endeudamiento abusivo, a la diáspora de la juventud y el incremento insostenible del paro, es tan doloroso como ver que un hijo se te muere en las manos y los doctores miren hacia otro sitio. Comprobar que todo el elemental tejido industrial se evaporaba a ojos vista, no hacía más que empeorar las cosas. La verdad, no veía salida a medio plazo para tan devastador paisaje.

Cierto es que el pesimismo, mejor dicho, la tristeza ante la falta de perspectivas, podía con mi deseo de aportar lo poco que personalmente pudiera, pero al menor mantenerme implicado denunciando el estado de las cosas. No podía aguantar anímicamente el destrozo del país al que tanto amo y admiro en su historia y grandes hechos. Mejor me dedicaría a leer y “pasar” olímpicamente de esta gentuza indecente que vive para si y excluye todo lo que no sea el beneficio propio.

Como si de un flash se tratara, nace a partir de Alerta Digital, un partido político. ¿Otro?, me pregunté. Y ha sido estudiar sus propuestas en el manifiesto e implicarme, todo uno. Ha sido como renacer a la esperanza, a pensar y creer que las personas de bien, la gente honrada, si puede darle el cambio a situaciones desesperadas. No es cuestión de unos días, pero sí el comienzo para aglutinar a aquellos que amamos y defendemos la unidad de España, la transparencia, el poder de la iniciativa privada, la fuerza de un equipo con un objetivo común y eso es SOLUCIONA, al menos para mí.

Hoy, más que ayer y por encima de esta casta indecente que nos esquilma, se que cuanto aporte irá encaminado hacia algo que me supera y que justifica mi personal esfuerzo. Hoy sé que tendremos a todos en contra, pues tratamos de colocar a España en el lugar que le corresponde, por su historia y sus gentes. Hoy sé que tanto partidos del sistema, como los medios que dirigen y manipulan, los tendremos en contra, pero la verdad, la honradez y el buen hacer podrán con esta gentuza que nos domina y aplasta. Pero no tumbarán a este país, el más antiguo de Europa y el pionero en casi todos los aspectos de la modernidad occidental.

SOLUCIONA ha supuesto un renacer a la esperanza, no a la fantasía, ni a la ilusión vana. A mí me ha servido y espero que a muchos de vosotros os anime a actuar en consecuencia y aportar lo mejor.