Agentes del Cuerpo Nacional de Policía acudieron a la vivienda y procedieron a la detención del senegalés

Un juzgado de Palma tiene previsto juzgar próximamente a un padre de origen senegalés de 42 años de edad por pegar palizas a su hija de 15 en el domicilio familiar en la ciudad porque esta se niega a llevar el velo islámico. El progenitor supuestamente le cortó el cabello a la fuerza con unas tijeras después de colocar su rodilla sobre el cuello de la adolescente en el verano de 2013. Además, también la azotó con un cinturón y la golpeó con fuerza en el rostro y la cabeza al no aceptar el modo de vida, costumbres y vestimenta de la menor, según la fiscalía.

Como consecuencia de la situación familiar a la que fue sometida la víctima, esta trató de quitarse la vida ingiriendo abundantes fármacos a principios de septiembre de 2013. La perjudicada tuvo que ser evacuada y atendida de urgencia en el hospital de Son Llàtzer.

El ministerio fiscal reclama para el padre imputado penas que suman tres años de prisión y la prohibición de comunicarse y aproximarse a su hija por un periodo de ocho años al considerarle responsable de un delito contra la integridad moral de la menor por trato degradante y otros dos de maltrato en el ámbito familiar.

Según la acusación, los hechos ocurrieron en la vivienda familiar en la calle Aragón en Palma al no acatar la adolescente las costumbres de su progenitor. Así, la noche del 29 de agosto de 2013, tras una discusión con su hija, el hombre presuntamente la agredió en la cabeza y la cara. Luego, le puso su rodilla sobre el cuello, la arrojó encima de la cama y le cortó el pelo.

Dos días después, el 31 de agosto, y tras estar detenido, el supuesto maltratador regresó a casa, volvió a discutir con la menor y la atacó golpeándola con el cinturón y poniéndole otra vez la rodilla en el cuello, según la fiscalía.

Los agentes que acudieron al domicilio encontraron al sospechoso rezando y este admitió que le dio una bofetada porque no viste cómo a él le gustaría. La menor indicó que el motivo del maltrato es porque ella se niega a llevar el ´hiyab´, el pañuelo islámico.