Cuando el PSOE y sus grupos mediáticos inician un linchamiento contra alguien -como recientemente pudimos comprobar en Ceuta contra la Guardia Civil o ahora con la juez ALAYA-, es sencillamente porque algo o alguien que no tenían previsto en su agenda, ha interferido en sus planes sin pedir permiso.

Si atacan a esta juez, es porque el trabajo realizado por ella va por muy buen camino. La instrucción por lo visto está siendo impecable y no da puntada sin hilo. Diligencia tras diligencia está siguiendo la investigación sin dejar cabos sueltos para que no se escape ni uno; para que ningún chorizo pueda huir de la justicia como han venido haciendo hasta ahora. Si repasamos los casos de corrupción de las últimas décadas -por una razón u otra-, toda esta caterva de delincuentes dedicados al saqueo de lo público, se han estado yendo de rositas y sin devolver lo robado.

Es más que evidente que la imputación de “la maleni” ha sido un golpe mortal para la casta andaluza. Atacar directamente a la cúpula de la Hacienda pública de la región, cabeza “invisible” durante todos estos años del desmadre y del latrocinio, es algo así como hallar indicios en la investigación de la vacuna contra el cáncer del sistema.

Poco a poco, pero con paso firme, esta juez está demostrando que con un equipo de guardias civiles directamente a sus órdenes, sin que interfieran sobre ellos intereses políticos con olor a “faisán”, se puede llegar hasta el final en toda esta maraña de entresijos mafiosos tejidos en torno a la política y al sindicalismo andaluz.

La juez ALAYA, y el equipo de la Benemérita adscrito a su Juzgado para desmantelar la corrupción política andaluza, son la esperanza del pueblo y merecen el reconocimiento de todos los españoles sensatos y honrados que claman justicia.

Doña Mercedes ALAYA es todo un ejemplo a seguir de lo que debe ser el Poder Judicial en un país libre y democrático; es el Giovanni Falcone español contra “la cosa nostra” andaluza. No se deja amedrentar ni se acobarda fácilmente. Ella tiene a las Unidades de Policía Judicial directamente a sus órdenes sin que los políticos puedan morderle la oreja, por lo tanto, tiene las armas perfectas para combatir el crimen organizado, la corrupción, y el enriquecimiento ilícito de toda esta banda que bien impermeabilizada, goza además de eso que llaman aforamiento, y que no es otra cosa que patente de corso. Por eso esta juez debe ser doblemente reconocida, porque además de la dificultad que supone traspasar esos impermeables, sufre el linchamiento desde los medios prisaicos y con manifestaciones en las puertas del Juzgado, por parte de los estómagos agradecidos que ven como se les acaba el momio,

En medio de este sistema podrido e infecto, la juez y su equipo, han logrado descubrir el polvorín y los zulos, motivo por el que está dejando a la banda sin munición en Andalucía. Con una profesionalidad admirable, los está golpeando en el epicentro mismo de su sistema de financiación, que es en definitiva donde debe golpear con más fuerza para que tiemble todo lo demás. Está desmantelando una por una todas las vías de avituallamiento que durante más de tres décadas han convertido esa región española en un cortijo de señoritos caciques que viven a cuerpo de rey sin dar golpe, mientras el pueblo con cuatro migajas duerme tranquilamente la siesta.

Nuestro total apoyo a la juez ALAYA, en cada hogar, en cada calle, en cada barrio, en cada pueblo, en cada ciudad, en todos los rincones de España. Debería escucharse un vendaval de apoyos incondicionales que muestre a los políticos que el pueblo llano y trabajador que está hasta los tímpanos y pide justicia, quiere que le sea devuelto su dinero, que ya no se deja engañar, que no se rinde, y que ya no se resigna ni se esconde.

¿Por qué atacáis a la Guardia Civil siempre que tenéis ocasión como por ejemplo tras los sucesos de Ceuta? Yo os diré por qué, pues porque la Guardia Civil como en este caso la juez Alaya, os incomodan, os enervan, os molestan; no estáis tranquilos. Cuando los guardias aparecen para destapar vuestras miserias y delitos de corrupción con órdenes de registro, se os hace de noche aunque sean las diez de la mañana.

Gracias a Dios el pueblo está despertando, y algunos jueces no se dejan manipular ni engañar. Los culpables pagareis por todos y cada uno de los desmanes que habéis cometido bajo el paraguas de este sistema al que sin vergüenza torera llamáis democrático. Y pagaréis vuestros delitos, porque todavía existen jueces como doña Mercedes Alaya, que ha empezado el melón sin cortarse y cumple fielmente con su cometido no admitiendo amenazas ni intimidaciones y, sobre todo, porque tiene el apoyo incondicional del pueblo honesto, llano y trabajador, que sufre en su carne y en su alma el expolio, el abuso y el engaño.

¿Dónde hay otra juez Alaya para investigar -del mismo modo que se está haciendo en Andalucía con los ERE,s-, el caso Urdangarín, la mafia pujolista en Cataluña, el expolio de la banca, las preferentes de Bankia, y todos y cada uno de los casos que salpican al Partido Popular?

¡Adelante señoría! Adelante con su brillante trabajo en pro de la Justicia. Es usted ahora mismo el espejo en el que deberían mirarse todos los profesionales de la judicatura que creen en una Institución independiente, apolítica y eficaz. Es usted ahora mismo el más claro ejemplo de servicio al bien común, a los ciudadanos honrados, y sobre todo a su Patria.