El Partido Popular quiere más inmigrantes
El pasado domingo, el diario El Mundo publicó una larga entrevista a Mariano Rajoy, en la que el aspirante a Presidente del Gobierno, daba por fin a conocer su programa económico. Las declaraciones del eterno aspirante confirman lo que muchos ya sabíamos: el PP no tiene programa económico, los planteamientos de Rajoy no fueron más que medidas de maquillaje y una nueva apuesta por un modelo ultraliberal basado en el turismo y la especulación inmobiliaria, exactamente el mismo modelo que instauró José María Aznar, modelo que fue la génesis de la actual crisis, y modelo que provocó la masiva llegada de inmigrantes usados como mano de obra barata por las patronales de la hostelería y la construcción. Porque, conviene recordarlo con frecuencia, fue José María Aznar y el PP los que abrieron las puertas del Estado español a la invasión migratoria.
El aspirante a presidente del Gobierno, también se refirió –de pasada- a la cuestión migratoria, diciendo que los inmigrantes deberían firmar un “contrato de integración”. Patética propuesta: no se necesitan más inmigrantes, vengan o no con contrato, lo que se necesita es impedir que llegue ninguno más, expulsar a los que están en situación ilegal, y repatriar a los parados de larga duración para que su puesto de trabajo sea ocupado por trabajadores autóctonos en paro. Para quien tuviera alguna duda, ya sabemos lo que propone el PP para los próximos años: más inmigrantes, y como una imagen vale más que mil palabras, Rajoy decidió aparecer fotografiado en la versión digital del rotativo madrileño, junto a un inmigrante sudamericano; es la apuesta del PP, la nuestra lo es por los autóctonos.
Lo que anuncia Rajoy no es más que lo que ya está cumpliendo el PP en las Comunidades Autónomas en las que gobierna. Por poner un nuevo ejemplo, citaremos las declaraciones de Angélica Such, consellera de Bienestar Social de la Generalitat Valenciana, en las que reconocía que las ayudas sociales en dicha comunidad se han triplicado en los dos últimos años, ayudas destinadas principalmente a inmigrantes.
Sin embargo el PPC tiene la desfachatez de intentar presentarse en las municipales catalanas como el partido anti-inmigración. Su hipocresía parece no tener límites, ni tema que se le resista, Alicia Sánchez-Camacho decía el otro día que era innecesario traducir al valenciano las intervenciones en el Senado porque es la misma lengua que el catalán, mientras en la Comunidad Valenciana sus correligionarios del PP han desmantelado todos los repetidores de TV3, y han mostrado un odio visceral a Cataluña y lo catalán. Ése es el estilo del PPC, la mentira y la falacia constante.
*Presidente de la Plataforma per Catalunya (PxC).