Acceder a una cartera ministerial de nuevo cuño sin ningún tipo de experiencia profesional, sólo por ser ahijada de un presidente autonómico y a capricho de un pesebrista por aquello de la “paridad”, es claramente reprobable. Pero si encima sus aportaciones son tales como autodenominarse “miembra”, y una muy profunda reflexión sobre que “un feto de 13 semanas es un ser vivo pero no se puede decir que sea un ser humano”, convendrán conmigo que este portento intelectual sería también capaz de aseverar sin ruborizarse, que un parto en la calle es alumbrado público.

Dirigir un ministerio como el de Sanidad sin ningún tipo de preparación ni experiencia profesional en la materia, y sólo por capricho de un parásito político para dar sentido a una gilipollez como la “paridad”, es de juzgado de guardia, pero si encima profetiza la “conjunción planetaria” entre Zapatero y Obama., es para pararse a pensar y sospechar seriamente, que también puede asegurar con total convencimiento que un Auto Judicial es el coche de un juez, o que el despacho de un abogado vacío no es otra cosa que un “buffet” libre.

Bibiana Aído.- Contratada por Unicaja en 2000 (3 meses); por Iturri S.A. en 2000-2001 (10 meses); y por Caja San Fernando en 2001-2002 (3 meses), entra en el Observatorio de Emprendedores de la Universidad de Cádiz en 2002 (cargo político; 9 meses) y, a partir de aquí, vía libre para el “pesebre socialista”. En de Febrero 2003 ya era delegada provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en Cádiz. A continuación, directora de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía (Julio 2006/Marzo 2008). Posteriormente, y desde Abril de 2008, ministra de Igualdad hasta 2011 y, actualmente, colocada en ONU-Mujeres en Estados Unidos, donde ejerce como asesora de la presidenta chilena, Michelle Bachelet a la que España lleva destinados más de 225 millones de euros.

Leire Pajín.- Con sólo 16 años de edad ya fue admitida en el “pesebre socialista”. Ocupó la Secretaría de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE de 2000 a 2004; a continuación Secretaria de Estado de Cooperación Internacional de 2004 a 2008; posteriormente Secretaria de Organización del PSOE de 2008 a 2010; y después de ser diputada y senadora, se encontró con la cartera de Sanidad. Hoy, cumple su sueño en Nueva York como asesora de la Organización Panamericana de Salud (OPS), con un sueldo de unos 150.000 euros anuales. Su incorporación a ese destino no le salió gratis al erario español, pues más de 60 millones de euros en subvenciones del gobierno de ZP fueron para la OPS, dos terceras partes de esa cantidad fueron aprobadas cuando era secretaría de Estado de Cooperación Internacional.

Estas dos “miembras” han sido motivo de mofa y befa en cada aparición pública por hacer el ridículo más espantoso cada vez que abrían la boca. Por ello, es mi obligación solidarizarme con ellas haciéndoles llegar ciertas reglas gramaticales sobre nuestra lengua, aunque no logren entenderlas.

Somos muchos los españoles que no somos víctimas de la LOGSE, pues fuimos formados en escuelas por muy buenos profesores durante el antiguo régimen, y tuvimos la suerte de estudiar bajo unos planes educativos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política.

Aparte de salir al recreo a jugar, estudiábamos Lenguaje, Matemáticas, Dibujo, Geografía, Historia y Religión. Si en un examen tenías una falta de ortografía del tipo de “b” en vez de “v” o cinco faltas de acentos, te suspendían.

Aprendíamos los ríos y sus afluentes, los montes, cordilleras, y todas y cada una de las provincias integradas en las regiones de España. Después estudiábamos los cinco continentes y la Historia Universal. Leíamos a Cervantes, Lope de Vega, o Jacinto Benavente, pero, sobre todo, nos enseñaban a hablar y escribir correctamente. Aprendíamos a amar y respetar nuestra lengua, nuestra historia, nuestra cultura, a nuestros padres, a nuestros mayores y, por supuesto, a la gran Patria española.

Pero…, vamos con la Gramática.

En nuestra lengua existen los participios activos como derivados de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es “atacante”; el de salir es “saliente”; el de cantar es “cantante” y el de existir, “existente”.

¿Cuál es el del verbo ser? Es “ente”, que significa “el que tiene entidad”, en definitiva “el que es”. Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a éste la terminación “-nte”.

Así, al que preside, se le llama “presidente” y nunca “presidenta”, independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción.

De manera análoga, se dice “capilla ardiente”, no “ardienta”; se dice “estudiante”, no “estudianta”; se dice “consecuente” y no “consecuenta”; se dice “independiente” y no “independienta”; “paciente”, no “pacienta”; “dirigente”, no “dirigenta”; “residente”, no “residenta”.

Y ahora va la pregunta del millón no sólo a las dos “miembras”, sino a la casta en general y a muchos periodistas de moda (aquí incluyo también a los hombres pues al ejercer el periodismo no son “periodistos”), ¿hacen ustedes mal uso de la lengua por motivos políticos e ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española?

Creo que por las dos razones. Es más, pienso que la ignorancia les lleva a aplicar patrones políticos y sobre todo ideológicos, y la misma aplicación automática de esos patrones políticos e ideológicos, los hace más ignorantes no sólo a ellos, sino también a sus seguidores.

Lamento haberles aguado la fiesta, porque creo recordar que quisieron, desde aquella iniciativa de “los miembros y las miembras”, avanzar en una defensa del género femenino contra viento y marea, y no habrán dudado en pedir firmas para su particular manifiesto a personas como:

El dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policía y, sobre todo, ¡el machisto!

No se desanimen, todavía tienen tiempo de rectificar; aprendan un poquito de gramática, sobre todo, para no hacer el ridículo ante varios millones de españolas mucho más preparadas que ustedes dos, y que sin embargo tienen que emigrar para poder trabajar porque no pertenecen a ningún partido o sindicato. Y por favor, no nos hablen más de derechos fundamentales en sus arengas; no intenten capitalizar el sufrimiento de las mujeres sin recursos y las familias que pasan hambre para impregnarse de un sentido social que no tienen ni conocen. Metan en el cajón de sus joyeros el discurso antifranquista obsoleto, trasnochado y caduco, y dejen de una vez en paz a los trabajadores y profesionales de este país, pues ellos tienen que reventarse a trabajar y pagar impuestos para que ustedes puedan seguir mamando del sistema, hoy, haciendo las Américas, mañana, seguramente en Estrasburgo.